El hambre en el mundo se disparó el año pasado
El aumento de 2020 equivalió a la suma de los cinco años anteriores

Entre 720 y 811 millones de personas padecieron hambre en 2020. Esto son 161 millones más que en 2019, según el último informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, realizado por varios organismos de la ONU. En 2020, casi 2.370 millones de personas carecieron de acceso a alimentos adecuados, lo que representa un incremento de 320 millones de personas en solo un año. Ninguna región del mundo se ha librado: el año pasado padecieron hambre unos 46 millones de personas más en África, 57 millones más en Asia y unos 14 millones más en América Latina y el Caribe.
Aunque la prevalencia mundial de la inseguridad alimentaria moderada o grave lleva creciendo lentamente desde 2014, el aumento de 2020 equivalió a la suma de los cinco años anteriores. En 2020, casi una de cada tres personas (2.370 millones) careció de acceso a alimentos adecuados.
Cerca del 12% de la población mundial se vio afectada por inseguridad alimentaria grave en 2020. La brecha de género en la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave se ha ampliado aún más en el año de la pandemia. A escala mundial, se estima que el 29,9% de las mujeres de 15 a 49 años padecía anemia en 2019. Los datos muestran diferencias regionales importantes. Más del 30% de las mujeres de África y Asia padecían anemia, frente al 14,6% de las mujeres de América septentrional y Europa.
A escala mundial, la malnutrición en todas sus formas sigue constituyendo un desafío. La ONU reconoce que todavía no es posible determinar por completo la repercusión de la COVID-19, pero estima que el 22% de los niños menores de cinco años (149,2 millones) sufrió retraso del crecimiento, el 6,7% (45,4 millones) padeció emaciación (la pérdida involuntaria de más del 10% del peso corporal y de por lo menos treinta días de diarrea, debilidad o fiebre) y el 5,7% (38,9 millones) tuvo sobrepeso. Se prevé que las cifras reales sean todavía más altas.
El impacto de la COVID-19 ha agravado la situación, pero ya antes de la pandemia, el mundo no iba en camino de cumplir el compromiso de poner fin al abre y la malnutrición para 2030. Según las estimaciones de la ONU, unos 660 millones de personas podrían seguir padeciendo hambre en 2030, 30 millones más que si no hubiera tenido lugar la pandemia.
El año que viene tendrá lugar la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios 2021 de Naciones Unidas, en la que se presentarán una serie de medidas concretas para ayudar a paliar el problema. “El mundo atraviesa una coyuntura crítica, no solo porque debemos superar desafíos de mayor entidad en la labor de erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición, sino también porque, al haber quedado ampliamente expuesta la fragilidad de nuestros sistemas alimentarios, tenemos la oportunidad de construir un futuro mejor”, aseguran, en una declaración incluida en el informe, los responsables de las organizaciones (FAO, FIDA, Unicef, PMA y OMS) que lo firman.