Naomi Osaka o cómo convertir una victoria deportiva en un acto de reivindicación
La tenista ha aprovechado el US Open como plataforma para apoyar el movimiento Black Lives Matter
Esta semana, Naomi Osaka volvía a ganar el US Open tras vencer en la final a la bielorrusa Victoria Azarenka. Es la segunda vez que consigue este título. Ya lo logró hace dos años venciendo nada menos que a Serena Williams en un partido que dio bastante que hablar. También en esta ocasión se está hablando mucho de su victoria, y no tanto por su juego en la pista como por su decisión de convertir su paso por el torneo en una oportunidad para alimentar el debate social en torno a la violencia contra la comunidad negra.
El primer día, Osaka se presentó en la pista con una mascarilla con el nombre de Breonna Taylor, la mujer que falleció el pasado marzo tras recibir ocho disparos de la policía en su casa de Kentucky. En otros partidos, la jugadora ha recordado a otras víctimas de la violencia policial: Elijah McClain, Ahmaud Arbery, Trayvon Martin, George Floyd, Philando Castile y Tamir Rice. El gesto no era para nada improvisado. Osaka viajó hasta Nueva York con exactamente siete mascarillas en la maleta y su idea era lucir una en cada encuentro hasta la final.
La jugadora de 22 años, hija de madre japonesa y padre haitiano, ha recordado lo especialmente significativa que fue para ella fue la muerte de Trayvon Martin. Osaka ha contado en Instagram cómo este caso la marcó de niña y que incluso estuvo años sin usar sudaderas con capucha para evitar “parecer sospechosa”. Martin, un estudiante de secundaria de 17 años, fue asesinado de un disparo por el vigilante de una urbanización de Florida cuando regresaba a casa de su padre desde una tienda. No iba armado. Solo llevaba una sudadera con capucha y la bolsa de caramelos y el refresco que había comprado.
Ver esta publicación en InstagramActually I have a lot to say about this. I remember Trayvon’s death clearly. I remember being a kid and just feeling scared, irreverent info but I actually didn’t wear hoodies for years cause I wanted to decrease the odds of “looking suspicious”. I know his death wasn’t the first, but for me it was the one that opened my eyes to what was going on. I remember watching the events unfold on tv and wondering what was taking so long, why was justice not being served. To see the same things happening over and over still is sad. Things have to change. Una publicación compartida de ????? 🇭🇹🇯🇵🇺🇸 (@naomiosaka) el
Cuando, tras su victoria frente a Azarenka, un reportero le preguntó a Naomi Osaka por el mensaje que quería enviar con las mascarillas, ella le devolvió la pregunta al entrevistador. “¿Qué mensaje has recibido tú?”, le preguntó. “La clave es hacer que la gente empiece a hablar”.
Para su posado oficial con el trofeo, la jugadora eligió vestir un tocado de kente, una tela de origen ghanés con la que rendía homenaje a sus raíces africanas. También en el discurso que dio tras levantar el trofeo en el estadio que lleva el nombre de Arthur Ashe (otro gran tenista, activista y el único hombre negro que ha ganado en Wimbledon), Osaka recordó esas raíces: “Me gustaría dar las gracias a mis ancestros porque cada vez que recuerdo que su sangre corre por mis venas es un recordatorio de que no puedo perder”.
Ver esta publicación en InstagramYou already know I had to bring out the headwrap for this one 😉 Una publicación compartida de ????? 🇭🇹🇯🇵🇺🇸 (@naomiosaka) el
Como cabía esperar, la actitud combativa de Osaka le ha valido algunas críticas en medios y redes sociales, a las que ella ha contestado, vía Twitter, de forma tajante: “Toda la gente que me ha estado decidiendo que ‘dejara la política fuera del deporte’ (lo que no era política en absoluto) realmente me ha inspirado a ganar. Tened por seguro que voy a intentar estar en vuestras televisiones todo el tiempo que me sea posible”, ha advertido. En el tuit, Osaka defiende que, a su juicio, el tema no tiene nada que ver con la política. También en junio, cuando la muerte de George Floyd reactivó las protestas del movimiento Black Lives Matter, la tenista hizo una afirmación similar, destacando que en realidad se trata de una cuestión de derechos humanos. “Odio cuando la gente dice que los atletas no deberían implicarse en la política”, escribía. “En primer lugar, esto es un asunto de derechos humanos. En segundo lugar, ¿qué te da más derecho a hablar a ti que a mí? Por esa lógica, si trabajas en Ikea solo puedes hablar de sofás Grönlid”.