El cambio climático podría acortar la duración de los embarazos
Así lo indica una investigación publicada en ‘Nature Climate Change’
Un estudio publicado en el último número de Nature Climate Change establece una relación entre el aumento de la temperatura y la duración de la gestación humana. Según sus conclusiones, la exposición de las madres a las altas temperaturas acorta los embarazos en una media de seis días, aunque, en algunos casos puede llegar a las dos semanas.
Los investigadores analizaron los datos de más de 56 millones de partos que se produjeron en distintos puntos de Estados Unidos entre los años 1969 y 1988, y tuvieron en cuenta factores socioeconómicos o sanitarios que pudieran haber influido en el desarrollo de los alumbramientos, además de circunstancias como el clima o la disponibilidad de métodos para protegerse del calor, como el aire acondicionado.
Así hallaron una relación entre el calor (32 grados centígrados o más) y el número de partos adelantados. “Al menos 25.000 niños al año nacieron antes de tiempo debido al calor en el periodo estudiado”, aseguran Alan Barreca y Jessamyn Schaller, investigadores de la Universidad de California. “Nuestras estimaciones señalan que la tasa de nacimientos aumenta un 5% en los días de altas temperaturas”. También el día posterior a un día caluroso la tasa de natalidad sigue siendo más elevada. Sin embargo, dos días después la tasa cae ligeramente por debajo de lo habitual y así siguen durante un par de semanas.
Para confirmar sus tesis, los investigadores compararon las tasas de natalidad de días particularmente calurosos en una población determinada con los datos registrados en esa misma localidad, en fechas similares, pero sin calor extremo. Analizaron también si ese efecto de las olas de calor era menos evidente en los lugares donde las altas temperaturas son habituales, confirmando que así es.
Sobre las posibles causas, sugieren que puede tener que ver con que el calor incremente los niveles de oxitocina, una de las hormonas que desencadenan el parto, y aumentar el estrés del sistema cardiovascular. No se trata de una cuestión baladí. Son muchos los estudios que relacionan los partos tempranos con problemas de salud en los primeros años de vida.
Según sus estimaciones, basadas en distintos modelos climáticos, si las emisiones de carbono no se reducen y la temperatura sigue aumentando, para finales de siglo se podrían perder unos 253.000 días de gestación al año solo en Estados Unidos, lo que afectaría a casi 42.000 nacimientos.