Qué esperar cuando esperas a partir de los 40
Entrevistamos a las doctoras María de la Calle y Onica Armijo, autoras de ‘Embarazada a los 40’
Es evidente que en España se está produciendo un cambio demográfico. Solo en la última década, el número de nacimientos ha caído casi un 30% y la decisión de tener hijos también se ha retrasado mucho, hasta el punto de que la edad media de la primera maternidad se acerca ya a los 31 años y el número de madres con 40 años o más ha crecido un 63% respecto a hace diez años. Pero aunque la maternidad tardía es una tendencia al alza, la idea de tener hijos a determinada edad todavía genera ciertas inquietudes en quien se lo plantea: cuestiones como qué posibilidades tendré de lograr el embarazo de forma natural, si existen más complicaciones o riesgos durante el embarazo, si el parto podrá ser natural o tendrá que ser forzosamente una cesárea programada, si tendré que olvidarme de la lactancia materna,… De todo ello se habla en el libro Embarazada a los 40, publicado por las doctoras María de la Calle y Onica Armijo. Ambas trabajan en el madrileño Hospital La Paz y son dos de las mejores especialistas en ginecología, obstetricia y embarazos de alto riesgo de nuestro país.
¿Somos en general conscientes de las dificultades de retrasar tanto la maternidad?
María de la Calle.— Las mujeres llegan a los 40 años en muy buenas condiciones físicas y como cada vez se cuidan más, se sienten jóvenes y creen que su aparato genital está igual que cuando tenían 30 años. La realidad es que los ovarios ya no ovulan en muchos casos y el útero no está anatómica y funcionalmente igual que con diez años menos. En general son poco conscientes de que en ocasiones van a existir serias dificultades para concebir, incluso con la ayuda de la fecundación in vitro.
¿A qué edad la fertilidad cae hasta hacer realmente difícil la concepción?
Onica Armijo.— La fertilidad comienza a decaer en torno a los 35 años de media en las mujeres, pero en ocasiones este proceso comienza antes, ya sea por predisposición genética, exposición a tóxicos, cirugías, etcétera. La concepción con tus propios óvulos es realmente difícil a partir de los 43 años.
¿Qué posibilidades de conseguirla de manera ‘natural’ tenemos a partir de ese momento?
O. A.— Dependerá de la reserva ovárica de la mujer en ese momento y no solo de la edad biológica. La posibilidad de concebir en el primer año es del 75% en mujeres de 30 años, del 66% en las de 35 años y del 44 % a los 40 años. Las posibilidades de concebir a partir de los 45 años con tus propios óvulos son anecdóticas.
Nos solemos centrar en las mujeres, pero ¿y los hombres? ¿Cómo disminuye su fertilidad con la edad?
O. A.— Pues también hay publicaciones que afirman que a partir de los 45 años disminuye su calidad seminal, tanto en número, movilidad y morfología.
¿Es muy diferente un embarazo a los 40 años que, por ejemplo, a los 25?
M. C.— Son embarazos de alto riesgo, tanto a nivel materno como fetal. Las gestantes tienen más riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión, preeclampsia, colestasis intrahepática y trombosis. Los fetos tienen más riesgo de tener cromosomopatías (sobre todo si vienen de ovocitos propios y no de donante) y algunas malformaciones a nivel genitourinario y de los pies. Hay también más alteraciones de la placentación como placenta previa o desprendimiento de placenta. Los partos suelen estacionarse y se prolongan mucho más, aunque a la hora del expulsivo se comportan igual que una mujer más joven.
¿Qué precauciones o cuidados especiales deberían seguir las mujeres en esa etapa?
M. C.— Cuidar su alimentación. Hacer ejercicio diario adecuado al embarazo. Algunas vienen con sobrepeso u obesidad arrastrada de gestaciones previas o a lo largo de los años y eso incrementa el riesgo de diabetes e hipertensión, que también está asociado a la edad. Dejar de fumar. Dedicarse tiempo para ellas y plantearse que la prioridad en esta etapa son ella y su bebé.
Recientemente hablábamos de cómo ante la previsión del retraso de la maternidad, mujeres cada vez más jóvenes, incluso en la veintena, empiezan a congelar sus óvulos. ¿Es recomendable hacerlo? Y si es así, ¿qué edad es la mejor?
O. A.— Solo sería recomendable en el caso de que la mujer tenga claro que va a demorar su maternidad más allá de los 40 años o que vaya a recibir un tratamiento (quimioterapia, radioterapia, etcétera) que disminuya su reserva ovárica. El tener los ovocitos congelados no te asegura al 100% el éxito en el futuro y te obliga a paga una cuota de mantenimiento aunque no los llegues a usar. Si te planteas congelarlos de todas formas, lo recomendable sería antes de los 30 años.
Con ayuda de la ciencia ahora es posible tener hijos a los 40, a los 50 e incluso después, pero ¿en qué momento la maternidad ya no es recomendable ni para la madre ni para el hijo?
M. C.— En la sanidad pública acceden a las técnicas de reproducción asistida las mujeres hasta los 40 años, ya que a partir de esa edad disminuyen mucho las posibilidades de embarazarse con óvulos propios. En la sanidad privada no hay límite de edad. Aunque la Sociedad Española de Fertilidad recomienda no superar los 50 años. El límite debería ser individual dependiendo de la salud física y psíquica de cada mujer. Y siempre es recomendable transferir un solo embrión, pues una gestación gemelar en una mujer mayor de 40 años aumentaría aún más los riesgos.
Veamos el lado positivo, ¿qué ventajas tiene retrasar la decisión de tener hijos?
M. C.— Nos encontramos con mujeres más maduras, más responsables y sensatas que van a cuidarse mucho en el embarazo y posteriormente en la crianza de su bebé. La edad suele ir ligada a la madurez y estas gestantes cumplen en la mayoría de los casos con este perfil. Otra gran ventaja es que a edades avanzadas la mujer suele contar con una mejor situación económica y una situación laboral consolidada, lo que revierte en la estabilidad económica para la educación de los hijos.
¿Cuál podría ser la próxima revolución en la investigación y las técnicas de fertilidad?
O. A.— El rejuvenecimiento del ovario y la creación de gametos de forma artificial; de hecho, ya hay grupos que trabajan al respecto investigando con células madre.