El movimiento feminista se organiza frente a la ultraderecha
Estas son las claves del manifiesto ‘Ni un paso atrás’, presentado esta mañana

Distintas asociaciones de mujeres se han unido para plantar cara a Vox en la plataforma Feminismo, ni un paso atrás. La plataforma, que se ha presentado esta mañana, anuncia movilizaciones en la red y también en las calles, empezando en las ochos provincias andaluzas el próximo 15 de enero, y continuando durante los meses siguientes de cara a las próximas citas electorales municipales, autonómicas y generales.
El primer acto ha sido la lectura hoy del manifiesto ‘Ni un paso atrás’, que critica el discurso agresivo de la ultraderecha contra el feminismo y la relativización que hace del problema de la violencia machista. “No estamos dispuestas a permanecer mudas ante la lluvia diaria de falacias alentada por un partido de ultraderecha recién llegado a la actividad parlamentaria autonómica. Aunque consideramos que no merece la pena responder a lo que dicha formación plantea contra el avance de las mujeres en la igualdad, sí creemos preciso informar a toda la sociedad –a las mujeres y también a los hombres que, cada día más, comparten nuestras reivindicaciones feministas– de cuál es la realidad que, conscientemente, retuerce y falsea ese grupo político”, dice el texto.
“Dejando aparte el uso perverso del lenguaje con el que tratan de enfangar el feminismo y equipararlo a las manifestaciones más ignominiosas de la historia –no, el movimiento que defiende la igualdad de las mujeres y su derecho a vivir libres de violencia no es nazismo; el ‘feminazismo’ es una fabulación machista para tratar de poner en el mismo plano ideologías que en absoluto lo están–, Vox le ha declarado la guerra no solo al independentismo o la inmigración, también a las mujeres, convertidas en los negros de este remedo nacional de Ku Klux Klan que dispara consignas de supremacismo masculino. Porque esta ultraderecha patria que abomina de lo que denominan ‘ideología de género’ –como si nombrar el feminismo o la igualdad fuera a hacerles arder en las calderas de Pedro Botero– no quiere apartarse ni un milímetro de esa otra ‘ideología’, la patriarcal, que ha mantenido siglos confinadas a las mujeres (…) Es el golpe, el castigo, la rabia, la reacción del más rancio y violento machismo ante el atisbo de que logremos finalmente una conquista no meramente cosmética del poder que antes se concentraba exclusivamente en manos masculinas. No lo hemos conseguido aún, pero los avances alcanzados –ya sea en forma de protección legal a las mujeres víctimas de violencia de género, de recursos que faciliten la autonomía vital femenina, de negarnos al reparto de los niños por orden judicial como si fueran meros objetos o, simplemente, de la libertad para tomar las calles y protestar porque nos violan y nos matan casi con total impunidad– son suficientes como para que el sistema patriarcal que define y defiende esta ultraderecha despliegue sus arietes”.
A continuación el texto se centra en la campaña de Vox y de su líder en Andalucía, Francisco Serrano –que, como recuerda el manifiesto, fue expulsado de la carrera judicial por prevaricación—, contra las medidas de protección frente a la violencia machista. “Cuando menos sonroja que quien fue condenado por prevaricación se empeñe en negar la realidad y afirmar, desdeñando los datos, que España padece una epidemia de falsas denuncias contra los hombres, acusados por pérfidas mujeres que simulan el maltrato. Frente a la ceguera voluntaria del conservadurismo de extrema derecha, las cifras: se estima que solo en torno al 30% de los casos de violencia machista se denuncian; además, de 1,2 millones de denuncias presentadas entre 2009 y 2017, solo 96 (el 0,01%) resultaron no reales, según la Fiscalía General del Estado. Este porcentaje fue del 0,001% en 2017 (166.260 denuncias en total, de las que dos resultaron no acreditadas). Es decir, un número infinitamente más residual que el de otros tipos de delito, como la simulación de robos para cobrar un seguro, por ejemplo, y que, sin embargo, nadie cuestiona ni levanta tantas ampollas”.
Por supuesto, el manifiesto también carga contra la propuesta de Vox de acabar con la Ley Integral contra la Violencia de Género aprobada por todos los grupos parlamentarios en 2004. “Vox ha puesto la lucha contra la violencia de género en la diana y pretende, si no revertir la ley, sí neutralizarla con otra dirigida a proteger expresamente a los varones de una violencia femenina que la realidad confirma que no existe más que en casos excepcionales (…) Equiparar la violencia es negar el carácter estructural de la que sufrimos las mujeres por el mero hecho de serlo y minimizar de forma intolerable el casi millar de víctimas mortales que el machismo asesino ha segado en España desde el 2003”.
Aunque el texto se centra en las propuestas del partido dirigido por Santiago Abascal, también apela a otras formaciones (cita expresamente al Partido Popular y Ciudadanos) para que no se apoyen en el grupo de ultraderecha ni cedan a sus pretensiones. Y acaba con un llamamiento a la ciudadanía: “A partir de ahora, con citas electorales la próxima primavera, se impone la necesidad de que, especialmente las mujeres, por lo mucho que nos jugamos, ejerzamos nuestra responsabilidad democrática y dejemos claro que nuestros derechos son intocables y que no hay pacto posible con quienes defienden en las instituciones las pretensiones de los violentos. No vamos a callar”.