“Internet es tu responsabilidad y no algo ‘hecho’ o creado para ti”
Charlotte Webb, fundadora de Feminist Internet

Charlotte Webb es artista, diseñadora y la fundadora de Feminist Internet. En su opinión, el que el mundo de la tecnología esté dominado principalmente por hombres y la cultura de ‘club de chicos’ que impera en Silicon Valley tienen bastante que ver con que la red sea a menudo un entorno poco amable para las mujeres. Su respuesta es Feminist Internet, un movimiento que busca a hacer de la red un lugar más positivo y seguro para ellas, pero también para otros grupos tradicionalmente discriminados. Sobre ello hablará mañana en TEDxBarcelona Women, en una charla titulada ‘Diseñando un internet feminista’.
Para empezar, háblanos un poco de ti y de por qué te interesaste por el mundo digital y el feminismo.
Me formé como artista, y desde siempre he sentido fascinación por internet como espacio donde suceden cosas creativas extraordinarias. Cuando comencé a explorarlo como medio para la práctica artística, me hice más consciente de los retos que presenta para las mujeres. También empecé a ver las desigualdades de género que hay en el sector tecnológico y académico, y eso me fue motivando más y más a hacer algo al respecto.
¿Cómo nació el proyecto Feminist Internet ycuál es su misión?
Nuestra misión es fomentar la igualdad en internet, a través de la creatividad y el análisis, para las mujeres y otros grupos marginados. Por igualdad en internet nos referimos a igualdad de derechos a la libertad de expresión, e acceso a internet, la privacidad y la protección de datos, independientemente de la raza, la clase, el género, la identidad de género, la edad, el credo o las capacidades. Feminist Internet nació en el verano de 2017 en la Universidad de Arte de Londres. Lanzamos un reto de diez días en el que pedimos a los participantes que escribieran colectivamente un Manifiesto de Internet Feminista y que crearan respuestas creativas prototipo a los problemas de desigualdad de género que identificaran tras un rápido proceso de investigación. Presentamos el manifiesto y algunos de esos prototipos en nuestro primer evento público, y desde entonces hemos vivido en una montaña rusa.
¿Cuáles son, en tu opinión, los mayores riesgos para las mujeres en la red?
Hay muchas razones por las que necesitamos un internet feminista. Internet tiene un gran potencial para la libertad y la transformación política, pero muchas de las desigualdades sociales están codificadas en sus estructuras, procesos y comunidades. Ya sean las plataformas digitales que permiten el abuso online contra las mujeres, la falta de diversidad en los trabajadores del sector tecnológico, la recopilación de datos sesgada que refuerza los privilegios o la denominación sexista de los asistentes de voz, hay muchas cuestiones que abordar. Si eres una mujer en un país de ingresos bajos-medios, tienes la mitad de posibilidades de ser activa online. Si eres una mujer de color, es probable que sufras abuso online no solo por tu género, sino también por tu raza. Si eres mujer, es menos probable que encuentres ofertas de trabajo dirigidas a ti en el sector tecnológico. Si eres mujer (especialmente en la adolescencia) estás expuesta a un tsunami de imágenes que promueven y venden idealizados estándares de belleza occidentales que probablemente te generarán expectativas poco realistas sobre tu cuerpo y problemas de autoimagen.
¿Qué iniciativas concretas desarrolláis bajo el paraguas de Feminist Internet?
Hacemos talleres y eventos públicos para reimaginar tecnologías con valores feministas. Por ejemplo, actualmente estamos centrados en diseñar una Alexa feminista. Estamos imaginando alternativas a los asistentes personales inteligentes dominantes como Siri, Cortana y Alexa, que no solo son caracterizados como mujeres, sino que también responden de manera inadecuada ante el abuso. También hemos estado diseñando sujetadores que desafían los estereotipos y ayudan a empoderar a las mujeres y a otros grupos marginados. Hemos llevado a cabo talleres en todo el mundo, incluyendo Londres, Barcelona, Texas y Cannes.
Pero por otro lado, internet también está ayudando a la globalización del feminismo y ha sido fundamental para la explosión de #MeToo. ¿Cómo has seguido este movimiento?
Sí, #MeToo ha sido un paradigma de movimiento social que genera cambio o como lo describió el editor jefe de la revista Time, “uno de los cambios más rápidos en nuestra cultura desde los sesenta”. El actual clima de solidaridad colectiva y de activismo también se vio en la reciente huelga que tuvo lugar Google, que nuevamente puso de relieve lo poco que se hace contra el acoso sexual. Ahora hay tanto que se puede hacer tanto: reforzar las leyes y las políticas que lo prohíban, enseñar a las personas a ser buenos testigos, enfrentarse a los lugares de trabajo y las culturas que normalizan el acoso, etcétera. Pero también debemos asegurarnos de apoyar el desarrollo de relaciones sanas entre hombres y mujeres. Hace poco hablé con un joven que me dijo que tiene miedo de acercarse a las mujeres en los clubs “debido al #MeToo”. Que se produjera un efecto de paralización entre los jóvenes conscientes sería una vergüenza, así que vamos a intentar incorporarles como aliados y reforzarnos los unos a los otros en la lucha contra el acoso sexual.
Microsoft, Google, Uber, Apple,… Hay muchos relatos sobre la cultura de masculinidad tóxica que domina en Silicon Valley y el mundo de la tecnología. ¿Crees que ese ambiente ha influido en cómo se ha construido internet?
Sin duda. Ya sea porque a las mujeres se les mira menos a la cara, se les habla de pasada en las reuniones, sean objeto de microagresiones o de acoso sexual, lo cierto es que existe una cultura de misoginia en el mundo de la tecnología que debe ser analizada y eliminada. Necesitamos que más mujeres ocupen puestos de liderazgo y que las jóvenes se vean a sí mismas teniendo voluntad y poder en el sector tecnológico. La idea de que la tecnología no es para niñas sigue estando sorprendentemente generalizada y debemos abordar esto para que haya más equilibrio en el talento. Es importante que el cambio cultural y el progreso en las habilidades se produzcan al mismo tiempo, para que una vez que las mujeres ingresen en el sector tecnológico, se queden y prosperen en lugar de desmoralizarse hasta el punto de acabar abandonando.
Hay gente que considera que cualquier intento de controlar o reconducir la conversación en internet, incluso para evitar el machismo, el racismo o la homofobia, supone un ataque a la neutralidad y la libertad de expresión en la red. ¿Qué les contestarías?
Lo he escuchado. Hay un hilo en Reddit titulado ‘Welcome to the Feminist Internet, AKA 1984’ [‘Bienvenido al Internet feminista, también conocido como 1984’], que afirma que las feministas son las ‘sirvientes de la tiranía’. Existe el temor de que abogar por un internet feminista signifique odiar o querer excluir a los hombres, pero eso está muy lejos de lo que estamos intentado lograr. Invitamos activamente a los hombres a que formen parte de la organización y de la causa. Creemos firmemente que necesitamos que los hombres sean aliados y que sin ellos no tendremos éxito. La tensión entre libertad de expresión y censura es, por supuesto, uno de los dilemas éticos más desafiantes que plantea internet. Existe el riesgo de que al tratar de acabar con el abuso online se amenace la libertad de expresión, o al menos se estimule la innovación entre los trolls (al silenciarlos, les animas a encontrar formas más ingeniosas de hacer lo que hacen). Es por esto que los mejores enfoques para hablar del abuso en internet tienen que ver con apoyar a las víctimas, abordar las causas del abuso y disponer de medidas para detener a los acosadores como las denuncias o el bloqueo.
¿Qué podemos hacer nosotros como ciudadanos para contribuir a hacer un mundo online más justo e igualitario?
En primer lugar, recordar que internet es tu responsabilidad y no algo ‘hecho’ o creado para ti. Las plataformas no son nada sin sus usuarios, por lo que si crees que no son éticas o ves comportamientos problemáticos en ellas, puedes optar por salir, o si eso no es una opción viable, elegir cuidadosamente a quién sigues, cómo interactúas y cómo te comportas con los demás. Puedes ‘votar con tus likes’, por así decirlo. Puedes posicionarte contra el abuso online, por ejemplo. Puedes asumir el compromiso que proponen desde Glitch UK. Si ves que se producen abusos, no te quedes mirando, informa sobre ello o envía un mensaje de apoyo a la víctima. Puedes apoyar movimientos como #MeToo o los recientes paros de Google, ya sea en las redes sociales o en persona. Y por supuesto, puedes seguir a Feminist Internet. Ven a nuestros talleres o simplemente haz correr la voz para que más personas tomen conciencia de estos problemas y los hagan suyos.