“Las ciudades deberían ser espacios cada vez más inclusivos, más plurales y diversos”
Eva Gil, arquitecta


A pesar de su juventud, Eva Gil es una de las arquitectas españolas más destacadas en la actualidad. Es cofundadora de elii, estudio con sede en Madrid seleccionado para participar en el Pabellón de España de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia. Su trabajo ha recibido multitud de premios, entre otros, del Colegio de Arquitectos de Madrid, el premio COAM, el premio JustMad a la Creatividad Emergente o el premio Arquia Próxima en la categoría Interiorismo y Rehabilitación. A eso hay que sumar su labor docente e investigadora en distintas universidades españolas e internacionales. También es uno de los rostros de #somosSMARTgirl de Samsung, el movimiento impulsado por la compañía coreana que tiene como objetivo dar visibilidad a mujeres reales líderes en sus respectivos campos.
¿Qué te hizo dedicarte a la arquitectura?
La idea de poder trabajar con otras personas para pensar conjuntamente los espacios que habitan, proponer proyectos que interactúen con la sociedad, poder ver en acción propuestas que has imaginado en tu cabeza, desarrollar a través de un medio como la arquitectura intereses personales en investigaciones de diversa índole,...
También eres emprendedora. Ha pasado más de una década desde que pusiste en marcha tu estudio junto a otros dos socios. ¿Qué te ha enseñado tu faceta de empresaria?
Seguimos aprendiendo cómo trabajar mejor y cómo ser emprendedores socialmente responsables. Con el tiempo hemos aprendido que sabíamos muy poco sobre emprender al acabar nuestros estudios universitarios de primer ciclo y que debíamos formarnos para trabajar como una pequeña empresa. Hemos aprendido que son muy importantes los equipos y las personas con las que colaboramos diariamente y que la confianza necesaria para trabajar con grupos de personas muy heterogéneos se construye con tiempo y cuidado por nuestra parte. También entendemos y somos conscientes de que somos un tejido frágil que debemos cuidar para poder seguir creciendo.
Si pensamos en los grandes nombres de la historia de la arquitectura, surgirán hombres casi exclusivamente. Háblanos sobre alguna mujer que no haya tenido el reconocimiento que merecía.
Personalmente no creo mucho en los nombres porque la historia en general, y también la de la arquitectura, tienden a simplificar algo que es complejo y en lo que participan muchos agentes diversos. Todos estos agentes tienen un papel relevante y necesario en un proceso largo como es el de la arquitectura. Lxs arquitectxs, aunque operen bajo un nombre comercial y ese nombre coincida con el de una persona en concreto, nunca trabajan solos. Es por ello que no me gustaría dar un nombre, sino el de equipos de personas. Es cierto que durante mi formación rara vez se nombraba a mujeres. El ser alumna de varias profesoras arquitectas increíbles me abrió los ojos a otras prácticas desarrolladas por equipos liderados por mujeres. Profesoras como Cristina Díaz Moreno, Nieves Mestre y Victoria Acebo me abrieron los ojos a otras profesionales como Lina Bo Bardi, de la que hay una magnífica exposición ahora en Madrid en la Fundación Juan March, Carmé Pinós, Benedetta Tagliabue, Nathalie de Vries, etcétera.
Ahora todo está conectado: los teléfonos, los televisores, los electrodomésticos… hasta los edificios. Pero ¿qué es lo que hace a un edificio de verdad inteligente?
Creo que deberíamos definir muy bien primero que entendemos por inteligente y qué sería lo deseable. Tendemos a pensar que la domótica es una de las principales características de esa supuesta inteligencia. Es cierto que disponer de interfaces, como por ejemplo nuestros smartphones, para comunicarnos con los espacios que habitamos es algo que puede ser muy interesante. Pero creo que ese concepto debería ser mucho más amplio. Desde cuestiones muy esenciales como que el espacio sea agradable para estar, hasta las emisiones que produce, la huella de carbono que deja, la forma en la que se diseña, etcétera. Ya desde los años setenta existen propuestas en Reino Unido de arquitecturas que utilizan como herramienta el ordenador para desplegar de forma “inteligente” sus envolventes, su implantación en el entorno, etcétera.
Hablando de cosas ‘smart’, eres una de las protagonistas de la campaña #SomosSMARTgirl de Samsung. ¿Qué es para ti una SMARTgirl?
Creo que son personas (me gustaría pensar que la cuestión de género no es importante aquí y que, por supuesto, pudiera haber SMARTgirl hombres) que trabajan día a día por construir nuevos imaginarios en torno a los valores de lo femenino y los cuidados, que construyen nuevos referentes para otrxs y que trabajan de una forma seria y comprometida para hacer que nuestra sociedad sea un poco mejor cada día sin perder las ganas de divertirse haciéndolo.
Ahora mismo muchas grandes ciudades están replanteándose su futuro. ¿Cuáles son, en tu opinión, sus grandes retos, lo que no deberían olvidar sus responsables para mejorar la vida de la gente?
Las ciudades deberían ser espacios cada vez más inclusivos, más plurales y diversos, en los que la mayoría se viera representada y se sintiera reconocida y a gusto. Pensar en otro tipo de agentes que tienen menos voz en las ciudades me parece imprescindible: bebés, niños y personas mayores, para que vieran reconocidas sus necesidades y demandas. También mujeres, con la perspectiva de género reconocida en otros urbanismos, para desarrollar la ciudad poniendo el punto de mira en otras personas y sus modos de hacer.
Una difícil: elige un país, una ciudad y un edificio del mundo en los que perderte.
La verdad es que hacer renuncias a todo lo que el mundo nos ofrece resulta difícil, pero lo intentaré. Hace algún tiempo visité Vietnam por trabajo, y aunque tengo sentimientos encontrados por todo lo que conlleva el coger un avión para desplazarte al otro lado del mundo, realmente me dejó impresionada y con ganas de conocer más. Como ciudad, Madrid no deja de sorprenderme. Y el edificio, la sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España.
Y el encargo que te gustaría recibir: ¿cuál es tu proyecto soñado?
La verdad es que tenemos bastante suerte en elii[oficina de arquitectura] porque hay proyectos en los que hemos tenido la oportunidad de colaborar que nunca habríamos imaginado, con lo que podríamos decir que en nuestro caso la realidad supera con creces la ficción. Nos encantaría dejarnos sorprender de nuevo con lo que el día a día nos traiga.