“Vivimos en el vecindario del universo”
Wanda Díaz, la astrofísica ciega que escucha las estrellas

Perder la vista cuando tu trabajo se basa en la observación directa es, por decirlo suavemente, una faena. Pero Wanda Díaz, astrofísica y vecina del universo, decidió que eso a ella no la paraba: si le fallaba la vista, usaría el oído.
Cuando estudiaba Física en su Puerto Rico natal, una retinopatía diabética la dejó ciega. Afortunadamente, alguien le dio la pista que le permitiría continuar con su trabajo, y es que las curvas de luz que ya no podía ver podían traducirse a sonido. Ahora trabaja en el Observatorio Astronómico de Sudáfrica, desde donde estudia los eventos celestes, especialmente las explosiones de rayos gamma.
¿Cómo se producen esas explosiones de rayos gamma?
Son los eventos más energéticos que hasta ahora se han detectado. Ocurren con cierta frecuencia, pero no es que detectemos una emisión todos los días. Varios satélites como el SWIFT, el GLAST o el FERMI las monitorean. Se producen por muchas razones, como la interacción de rayos cósmicos con el gas existente en el medio interestelar, explosiones de supernovas e interacciones de electrones superenergéticos con campos magnéticos. Estas interacciones, estas explosiones calientan el medio interestelar, distribuyen elementos pesados a través de la galaxia y aceleran los rayos cósmicos. A mí me interesan los rayos gamma producidos por explosiones de supernovas. Cuando la supernova explota, el material caliente emitido, el material radiactivo y los electrones que se mueven en el campo magnético de la estrella producen las emisiones de rayos gamma.
Hace unos años, científicos de la NASA relacionaron la extinción masiva de especies que tuvo lugar hace 450 millones de años con un estallido de rayos gamma. ¿Se sostiene esta teoría?
A mi entender, solo tenemos simulaciones. No hay una prueba real de cuál pudo ser la estrella que dio paso al evento que pudo producir una emisión de rayos gamma que pudo llegar a la Tierra y destruir nuestra capa de ozono. Pero aquí, nosotros los humanos, con nuestras acciones sobre el medio ambiente, como nuestra insistencia en quemar bosques para producir aceite de palma, por ejemplo, ya estamos destruyendo nuestra capa de ozono.
Y lo que todo el mundo preguntaría ahora: ¿cómo de posible es que algo así llegara a pasar en el futuro?
Vivimos en el vecindario del universo. La energía viaja desde y en todas direcciones, Las emisiones de rayos gamma pueden provenir de cualquier lugar del medio interestelar. Tal vez exista una estrella a gran distancia de la Tierra que se convierta en nova y produzca una emisión que nos afecte dentro de muchos millones de años. A mí me importa que mi descendencia, aunque sea dentro de millones de años, tenga un lugar donde vivir. Por eso me preocupa proteger este planeta, que es irremplazable, y fomentar una cultura de la inclusión y la igualdad que no lo destruya. Y que si dentro de unos cuantos millones de años, cuando exista una tecnología que nos permita ir fácilmente a Marte, tenemos que salir de aquí por algo así, podamos vivir allí en paz.
¿De dónde viene tu interés por el espacio?
Yo siempre quise ser científica. Me interesé en las ciencias del espacio cuando la pérdida de la vista me hizo darme cuenta de que en la física no había en aquel momento forma de yo pudiera desarrollarme como profesional y hacer investigación. Un amigo mío, Emilio, que era el único que sabía que yo estaba perdiendo la vista, me enseñó una herramienta de fácil construcción: una antena que recibía la energía del sol y de planetas como Júpiter en frecuencia de radio y la convertía a sonido en tiempo real. Cuando lo escuché por primera vez me dije: este es el camino. Entonces estaba completamente perdida y no porque no pudiera ver, sino por falta de información. Ese era realmente el motivo por el cual mi vida estaba perdiendo la dirección.

¿En ningún momento te planteaste cambiar de profesión?
Muchos consejeros me dijeron que lo considerara, y aunque estaba en una encrucijada, nunca pensé en no terminar mi grado en Física. Quería ser científica y lo iba a lograr contra viento y marea.
¿Cómo funciona el sistema que utilizas para traducir las curvas de luz en sonido?
La aplicación toma la telemetría, las medidas que obtienen los satélites orbitando la tierra, los radiotelescopios, etcétera, y las traduce a sonido. Hay dos procesos, el de audificación y el de sonificación. Audificar es convertir algo al rango auditivo; sonificar es traducir algo a sonido. Utiliza parámetros de sonido para comunicar la información a desplegar. Un ejemplo que todo el mundo puede entender es el uso de fluctuaciones en la voz al hablar para indicar a otras personas que estás haciendo una pregunta. De igual forma, al utilizar parámetros de sonido aumenta tu sensibilidad respecto a eventos que podrían resultar invisibles para el ojo humano, lo que es muy importante en la exploración de datos. En astronomía los eventos muchas veces no son evidentes a la vista. El programa importa las medidas a su formato, ajusta los valores al rango auditivo y los despliega visualmente y con sonido. Ese sonido no tiene expectativa armónica ni sigue patrones establecidos por los humanos. No es lo mismo sonificación que música.
¿Es verdad entonces eso de que la vista es un sentido bastante limitado?
Sí, es completamente cierto. El ser humano sin discapacidad visual por lo general es más sensible a los eventos incluidos en un ángulo visual de menos de 8 grados y menos sensible en la periferia. Igualmente, si el despliegue visual está muy abarrotado, los mecanismos de atención humana hacen al ojo ciego a ciertas intensidades y eventos. Por lo tanto, para tareas de vigilancia y seguridad el sonido es muy útil.
¿Ese sistema que tú utilizas se había empleado antes en tu campo?
El estudio de las emisiones que están dentro del espectro invisible de energía y que provienen del medio interestelar comenzó con audio. Hay disertaciones escritas antes de los cincuenta de personas que ya lo utilizaban para estudiar patrones atmosféricos. Por eso en astronomía todavía hay eventos a los que se les llama píos o emisiones de silbido. Son nombres que aluden al sonido y aún se utilizan. Lo que yo hice fue darle a todo eso una base teórica y experimental. Hice experimentos con simulaciones de datos que dieran validez al uso del sonido para estudiar las emisiones del medio interestelar.
El tuyo es un ejemplo de lo que la diversidad, sea de género, raza, procedencia o incluso capacidades, puede aportar a la ciencia. ¿Se está desperdiciando mucho talento?
Hoy en día hay muchas oportunidades para hacer internados y tener contacto con la investigación desde muy pronto en los colegios, los museos, etcétera. Pero muchas veces estas oportunidades solo se ofrecen a estudiantes con calificaciones excelentes. No entiendo que estos programas que buscan dar más oportunidades incluyan un parámetro de exclusión como el de las calificaciones. En el caso de discapacidades la situación es bien crítica, porque no hemos desarrollado sistemas de administración y trabajo que nos permitan trabajar cumpliendo con las métricas de productividad que exige la profesión.
¿Cuál crees que será el próximo gran avance en la astronomía? O cuál te gustaría que fuera
Sabemos que la tecnología va a seguir avanzando rápidamente, pero para mí la contribución más grande que puede hacer la astronomía es que a través de los nuevos descubrimientos se alcance una conciencia global del universo.
¿Qué les responderías a los que critican la cantidad de recursos que se dedican a investigar ese universo?
Les diría que nosotros vivimos en una comunidad que es infinitamente grande, y que es a través de las interacciones que en ella se producen, tanto las más cercanas como las más distantes, como se determina el rumbo del futuro. Más aún, les diría que toda la historia de la civilización humana ha estado influenciada por eventos que han tenido lugar en el medio interestelar. Les diría que todo el dinero que se invierte en la exploración del universo genera un conocimiento que es compartido por las naciones del mundo, y que ese conocimiento hace que esas naciones dialoguen en un intercambio espontáneo de pensamiento, palabra y corazón. También entre naciones que están en conflicto. La interacción es la base para que se produzca el progreso y para que se extiendan valores como la diversidad y la igualdad. Tal vez no sea tan conspicuo como la política y la economía, pero el conocimiento es el fundamento básico de la sociedad. Y podría seguir listándoles un mar de razones más.
Esta entrevista se publicó primero en el último número de la revista MAS en papel