El dañino efecto de la ampliación de la baja por maternidad en India
Los empresarios reconocen que puede perjudicar, y mucho, a sus posibilidades de contratación

El Parlamento de India aprobó recientemente una ley que dobla la duración del permiso por maternidad, que pasa así de doce a veintiséis semanas. El texto obliga también a las empresas de más de cincuenta trabajadores a poner una guardería a disposición de sus empleados y dar a estos la posibilidad de visitarla al menos cuatro veces al día.
La nueva legislación sitúa a India entre los países con un permiso de maternidad más largos, solo por detrás de Canadá y Noruega, que ofrecen 50 y 44 semanas respectivamente. Y sin embargo, está recibiendo muchas críticas. Para empezar, porque solo se aplica a las madres y no a los padres, lo que demuestra que la responsabilidad del cuidado de los niños sigue recayendo básicamente sobre las féminas. Además, solo se podrán beneficiar de ella los 1,8 millones de mujeres que trabajan por cuenta ajena, dejando fuera a los cerca de 16 millones que trabajan por cuenta propia o en casa.
El mismo argumento que esgrimen los detractores de la posible baja menstrual en Italia se está utilizando también en India, y es que al final la medida puede hacer más mal que bien por el progreso de la mujer en el mundo laboral. Aunque todavía no hay datos oficiales al respecto, la red social Local Circles ha preguntado a 4.300 empresarios sobre el tema. El 39% dice que la nueva política tendrá un efecto positivo, ya que hará más felices a los trabajadores, pero el 35% opina que repercutirá negativamente en los costes y rentabilidad empresariales. También se les preguntó, y aquí viene lo interesante, si la nueva legislación modificará sus políticas de contratación. El 40% dice que seguirá contratando mujeres, pero también que se lo pensarán más, y valorarán si la candidata merece la pena en relación al coste de la baja. El 26% reconoce que dará prioridad a los candidatos masculinos.
Aunque la mayoría de las mujeres en la India trabajan y contribuyen a la economía familiar, casi todo ese empleo es invisible y no se incluye en las estadísticas oficiales. Se estima que en torno al 95% trabaja en el sector informal de la economía. Por eso el país suele aparecer en los últimos puestos de los rankings de tasa de empleo femenino.