‘¡Oh, mierda! ¿Ahora qué?’, la guía para sobrevivir a Donald Trump
Su elección ha dado un impulso al activismo en Estados Unidos

Hace unos meses, Ariel Federow, activista por los derechos de las lesbianas, publicó ‘¡Oh, mierda! ¿Qué debería hacer antes de enero?’, una guía que planteaba medidas por si su peor pesadilla se hacía realidad y Trump ganaba las elecciones. Pues bien, así ha sido, aunque la iniciativa no ha muerto ahí. Tras las elecciones se ha rebautizado como ‘¡Oh, mierda! ¿Ahora qué? Guía de Supervivencia’ y ofrece consejos para que mujeres, inmigrantes, minorías, homosexuales y transexuales (cualquiera, en definitiva, que no sea blanco, varón y con un buen poder adquisitivo) se preparen para lo que pueda venir. “Lo que Trump ha dicho que quiere no es necesariamente lo que hará –o lo que hará de forma inmediata. No hay manera de saberlo, pero podemos hacer suposiciones, y mejor prevenir que curar”, indican.
Propone, por ejemplo a las personas transexuales que cambien de género oficialmente por si a la nueva administración se le ocurre proponer una ley que lo prohíba, y cuenta cómo hacerlo. También ofrece a los inmigrantes, con papeles o sin papeles, información sobre sus derechos para que sepan cómo actuar en el caso de que Trump cumpla su promesa de ejecutar deportaciones masivas. Recomienda a los ciudadanos que vayan inmediatamente al médico para ponerse al día en sus revisiones y tratamientos antes de que el nuevo gobierno derogue o recorte de forma sustancial el Obamacare, como ha anunciado que hará. Y sugiere a los padres gays con hijos adoptados que vayan consultando a un abogado.
La guía se nutre de la colaboración ciudadana (se puede enviar contenidos o propuestas a ariel@theworldisaterribleplace.com). Hay versión en inglés y también se han empezado a subir recursos en castellano.
No es la única iniciativa de este tipo que ha surgido en los últimos días. Gloria Steinem ha publicado en su web un listado de empresas que pertenecen, hacen negocios o apoyan (más o menos abiertamente) al imperio Trump y para las que propone un boicot, y otras que han mostrado su rechazo al candidato y que, en su opinión, merecen apoyo. También ofrece documentación y un listado de recursos para ayudar a los grupos que se sienten amenazados a organizarse.
Tras los resultados, Steinem ha declarado varias veces que Donald Trump no es su presidente. “No voy a desobedecer la ley, pero tampoco voy a pretender que me representa”, ha dicho. Hace unos días, en la inauguración de la última exposición de Annie Leibovitz en Nueva York, atribuyó su victoria a un contragolpe al progreso de la mujer y las minorías. “Nadie volverá a hablar de postfeminismo o postracismo, porque ahora entendemos que como una tercera parte del país sigue atrincherado en esas viejas jerarquías”. Y comparó la situación actual de los Estados Unidos con la de una mujer maltratada. “El momento justo antes o justo después de escapar [de un hogar violento] es el más peligroso”, dijo. “Creo que este país está en un momento de peligro extremo”.
Un centenar de mujeres de color destacadas se han unido en la plataforma #Our100. “Las manos femeninas han sido siempre la más firme sujeción que curva el arco de la historia hacia la justicia. Hoy nos comprometemos a apoderarnos de ese arco de la historia de nuevo. Como mujeres, estamos unidas en nuestro compromiso de seguir llevando a cabo medidas para aportar soluciones a largo plazo. Sabemos que la política del odio no nos dará las soluciones que necesitamos”, indican.
El colectivo inmigrante, uno de los más preocupados por las promesas de Trump en campaña, también se está organizando en plataformas como United we dream, que reúne a más de 100.000 jóvenes de distintos orígenes y mantiene alianzas con otras 55 organizaciones afiliadas en 26 estados. Parece que quienes habían augurado una nueva edad de oro para el activismo tras la victoria de Trump no iban desencaminados.