Lucía Álvarez (Odigo): “Escucha a Dolly Parton cuando pienses que tienes un mal día; automáticamente mejora”
Hoy se somete al cuestionario de MAS Directivas la ‘managing director’ de Odigo Iberia

Asegura Lucía Álvarez que, si hace diez años alguien le hubiera dicho que hoy iba a estar donde está, no se lo habría creído, y es que la vida da muchas vueltas. Ella es ingeniera industrial y jamás pensó que trabajaría en una empresa dedicada a la atención al cliente (Odigo es un proveedor de soluciones de contact center en la nube). Lleva allí trece años y recientemente ha sido nombrada managing director para el mercado ibérico.
¿Qué querías ser de pequeña? ¡Uy, de todo! No puedo decir que sea una persona vocacional. Supongo que lo que me enseñaron mis padres es que, hiciera lo que hiciera, tenía que esforzarme y dar lo mejor de mí.
¿Qué consejo le darías a tu yo adolescente? No pierdas ese optimismo que tienes, será parte de tu seña de identidad. Y, siguiendo con el optimismo, ¿quién sabe? Seguro que acabarás teniendo un perro.
¿Cómo recuerdas tu primer día de trabajo? Miro atrás y me sale una sonrisa: qué formal, qué ganas de aprender, de hacer cosas, de crecer… Pero es que la mente humana es maravillosa: yo tengo ese recuerdo y seguro que, en realidad, estaba nerviosa como un flan.
¿Quién es la persona que más ha influido en tu carrera? No sabría decirte, de todos mis responsables me he llevado un pedacito… y de los que no, he salido huyendo.
Descríbete con tres adjetivos. Observadora, analítica y calmada. Aunque la realidad es que, en el fondo, estoy muy loca.
¿Qué talento te habría gustado tener? ¿El de contestar a este cuestionario sin sentir que estoy diciendo tonterías?
¿Cuál es el mejor cumplido que te han hecho? “No eres tan borde como pareces, en el fondo eres buena gente.” Todavía me río cada vez que me acuerdo.
Elige una mujer cuya carrera te haya inspirado. No sé si será por su carrera, por su música o por su voz, pero escucha a Dolly Parton cuando pienses que tienes un mal día; automáticamente mejora.
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional hasta la fecha? Supongo que cuando salté al mundo de la atención al cliente. Yo venía de tecnología, sí, pero de todo lo relacionado con gestión de infraestructuras. De repente, me vi en un mundo del que no sabía nada. Claramente me gustó, porque más de diez años después ahí sigo.
Si pudieras elegir a cualquier persona, ¿con quién te gustaría trabajar? Hombre, si puedo elegir, lo que elegiría es no trabajar… Ya puestos a soñar, me encantaría trabajar con un gran arquitecto, como puede ser Norman Foster. Son personas con una visión de los espacios y de las formas que me resulta admirable. Qué iba a poder hacer yo trabajando con él ya es otra pregunta.
¿Y con quién te irías de cañas? Con alguien que me hiciera reír. Así, sin pensar, me viene a la cabeza Leo Harlem; tiene que ser una risa.
¿Qué te hace reír? Las cosas más insospechadas. Mi marido se mete conmigo porque dice que me río mientras leo. Ya puede ser un drama, que si los personajes me enganchan… de repente ahí está la risa.
¿Y lo que más te enfada? Que me traten con condescendencia.
Si volvieras atrás, ¿harías algo de forma diferente? No. Lo hecho, hecho está y me ha convertido en lo que soy.
¿Cuál es tu bien más preciado? Mi familia. No hay día tan malo como para que sentarse con mi marido en la terraza de casa no lo arregle.
¿En qué ciudad te gustaría vivir? Me encanta viajar, pero, como dice Sabina, “aquí he vivido, aquí quiero quedarme”. No cambio mi Madrid.
Si eligieses una profesión diferente, ¿cuál sería? Hay tantas cosas que me gustan… Estudié música, casi hago Arquitectura, pero me decidí por Ingeniería Industrial; y todo para acabar trabajando en IT. Lo que siempre pienso es que podría haber seguido una carrera profesional totalmente diferente y seguramente estaría igual de contenta.
¿Qué experiencia que todavía no hayas vivido te gustaría vivir? Si lo tuviera claro, estaría luchando por vivirla.
¿Qué haces para desconectar del trabajo? Leer, viajar, cuidar mis plantas… Mi familia, que es una ayuda inestimable para conseguir una desconexión real.
Recomiéndanos un libro, un disco, una serie y una película. Libro: El mundo de ayer, de Stefan Zweig, una buena reflexión sobre Europa. Serie: Yellowstone, me quedo con John Dutton y su “yo soy lo opuesto al progreso”. Película: Una noche en la ópera, esa sí que me hace reír, aunque la haya visto mil veces.
¿Dónde te ves dentro de diez años? Soy más de valorar el ahora que de pensar en el futuro. Si hace diez años me hubieran dicho que hoy iba a estar donde estoy, no me lo habría creído, así que… ¿quién sabe? Sky’s the limit.



