Peores sueldos y sensación de invisibilidad: la realidad de las mujeres mayores de 55 años en el entorno laboral
ClosinGap y la Fundación Mapfre proponen una serie de medidas para atraer y retener talento femenino sénior
Pese a los avances recientes, las mujeres mayores de 55 años tienen peores tasas de emprendimiento, trabajo autónomo, actividad, empleo y niveles más altos de desempleo que los hombres de su edad. También tienen peores sueldos, con brecha salarial de hasta el 27% en la franja de más de 65 años, muy poca presencia en los cargos de gerencia y alta dirección, y una percepción social de invisibilidad con respecto a su trabajo, que, en muchos casos, se vincula a los cuidados y al voluntariado.
Son algunas de conclusiones del IV Mapa de Talento Sénior. La brecha de género, presentado por Fundación Mapfre y ClosinGap. Se trata de un informe que analiza la situación de la mujer sénior con relación al mercado laboral, emprendimiento y percepción social, y propone buenas prácticas para que alarguen su vida laboral, lo que no siempre es posible por motivos que tienen que ver con la dedicación femenina a los cuidados, la existencia de trabajos precarios, la escasa formación en algunos segmentos de edad y peculiaridades del mundo rural.
El informe señala que el proceso de envejecimiento tiene, sobre todo, nombre de mujer: ellas representan el 55% de la población senior, y esto tiene su reflejo en el mercado laboral. Desde 2008, las mujeres mayores de 55 años que trabajan han pasado de representar el 35% del total de ocupados sénior al 45% en 2023, es decir, diez puntos porcentuales más en tan solo quince años. De esta forma, de los 4,4 millones de sénior ocupados, 1,9 millones son mujeres. Aunque las distancias se reducen, sigue habiendo más hombres activos y ocupados que mujeres.
También hay menos mujeres en los trabajos por cuenta propia y en la categoría de directoras y gerentes. Donde tienen más presencia es en las actividades a tiempo parcial y en el sector público. Si hablamos de trabajo por cuenta propia, entre los mayores de 55 años hay solo 365.000 mujeres autónomas frente a 673.000 hombres.
A pesar de que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha reducido en los últimos años en todos los tramos de edad sigue siendo superior en el colectivo de los trabajadores sénior, en concreto del 14,4% entre los 55 y 64 años, y del 27% a partir de los 65 años. Esta situación contrasta con la de los jóvenes, donde la brecha salarial de género, según el informe de ClosinGap, prácticamente se ha eliminado.
Buenas prácticas
El informe recoge una selección de 40 empresas que son referentes en llevar a cabo iniciativas para atraer y retener talento femenino sénior. Entre ellas destaca Abbott, que cuenta con un programa de tutoría y de formación dirigido mayores de 55 años; Lilly, que ha establecido objetivos concretos para aumentar el número de mujeres mayores en puestos directivos, y Nestlé, que cuenta con un plan de acción para impulsar la equidad de género. Las buenas prácticas detectadas demuestran que son muchas empresas las que buscan y consiguen atraer y retener el talento de las mujeres sénior. Además, el documento aporta las estrategias que las grandes compañías utilizan para lograr este objetivo, como establecer planes de desarrollo profesional, incluir programas de retorno a la carrera, eliminar sesgos de edad y género en la selección de personas, crear entornos laborales flexibles e implementar programas de capacitación y mentoría intergeneracional. Entre las iniciativas más frecuentes, destacan promover segundas carreras, impulsar trabajos a tiempo parcial, incentivar el trabajo autónomo, apoyar que los sénior trabajen en servicios propios de la economía plateada, dar mayor visibilidad a las trabajadoras sénior, instaurar programas de upskilling y reskilling y favorecer bonificaciones del 100% para empresas que contraten a mujeres mayores o para aquellas que deseen emprender a partir de los 50 años, entre otras.