Las cinco brechas de género en el emprendimiento
Hay 73.000 hombres poniendo en marcha proyectos en actividades de alta intensidad innovadora, pero solo 26.000 mujeres
La brecha de género en el emprendimiento innovador le costó 5.300 millones de euros a la economía en 2023, cifra que representa el 0,43% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. “La desigualdad de género no solo es injusta, sino que además es que nos sale cara”, indicó Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, en la presentación del estudio ‘Coste de oportunidad de la brecha de género en el emprendimiento innovador’, elaborado por Afi e impulsado por Redeia. Este es el decimosexto de una serie de informes monográficos auspiciados por la asociación ClosinGap.
El informe identifica cinco brechas de género en este ámbito que comienza por la formación reglada en etapas postobligatorias. En Formación Profesional, las mujeres son mayoría en los estudios relacionados con el emprendimiento, pero su presencia se ve considerablemente reducida en las áreas vinculadas con el emprendimiento innovador.
En la universidad, pese a que las mujeres son mayoría y muestran mejor desempeño académico que los hombres, también tienen menor presencia en las carreras universitarias de intensidad emprendedora con enfoque innovador: representan un 33,4% del total de estudiantes en esas titulaciones. El informe estima que si se fomentara la participación de las mujeres en estudios relacionados con el emprendimiento innovador habría más de 50.000 mujeres emprendiendo. Así, la presencia de mujeres en este ámbito podría aumentar hasta el 35% en 2030.
La siguiente brecha llega con la incorporación al mercado laboral. En España hay el doble de trabajadores autónomas que de trabajadoras autónomas, y en 2023, el 7,5% de los españoles emprendieron, frente al 6,1% de las españolas. Este desequilibrio se traduce directamente en una pérdida económica. Concretamente, la economía de nuestro país deja de percibir más de 16.400 millones de euros por esta casua. La brecha es todavía mayor en el caso del emprendimiento de carácter innovador: hay 73.000 hombres emprendiendo en actividades de alta intensidad innovadora, frente a solo 26.000 mujeres.
Una vez han decidido lanzarse a crear una startup, continúa existiendo brecha en aspectos como la falta de acceso a la financiación para emprender y las diferencias en la autopercepción que mujeres y hombres tienen de sus propias capacidades y conocimientos. También en lo que respecta a la visibilidad y notoriedad pública.
Las mujeres emprendedoras arriesgan más, al no solicitar ni recibir la misma cantidad de financiación que los hombres. En 2023, solo el 7% de las rondas de financiación en Europa se otorgaron a equipos fundados exclusivamente por mujeres, mientras que las empresas con al menos una mujer fundadora o cofundadora captaron solo el 18%, dejando el 75% del total de las rondas recaudadas a equipos fundados únicamente por hombres.
Por último, los estereotipos de género y roles impuestos incrementan y perpetúan la brecha entre mujeres y hombres en el emprendimiento innovador. A pesar de esta situación, los datos han evidenciado que en el caso de ocupar posiciones de dirección las mujeres son buenas gestoras. Así, las startups fundadas por ellas generan un 10% más de ingresos que las fundadas por hombres y fracasan en un 27% menos de los casos que ellos al emprender de esta forma.
“A diferencia de otras brechas, la del emprendimiento innovador no se cerrará por sí sola y, por tanto, reducirla requiere de medidas y políticas contundentes de promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, como romper estereotipos, mostrar referentes a las niñas, impulsar su formación en estudios vinculados a la innovación, fomentar la participación y visibilidad de las mujeres en empresas, foros o congresos o crear espacios de trabajo inclusivos”, indicó Beatriz Corredor, presidenta de Redeia
Motivos para el optimismo
El informe arroja también motivos para el optimismo. A pesar de que sigue persistiendo una importante brecha de género en el emprendimiento en España, las diferencias se reducen en la población más joven (menores de 35 años) y en aquellos perfiles de trabajadores y trabajadoras por cuenta propia con niveles educativos avanzados, donde por cada hombre emprendedor hay 0,8 mujeres emprendedoras.
Se confirma, por tanto, la importancia de impulsar la formación especializada en emprendimiento entre las jóvenes españolas, especialmente en las etapas iniciales de sus itinerarios formativos, pero también a lo largo de toda la vida profesional. Además, se ha constatado que en la última década la brecha de género en la probabilidad de emprender se ha reducido desde un 0,41 a un 0,29.