Lo que implica ser CEO: maternidad, renuncias, cuotas o modelos de liderazgo, según cuatro mujeres que dirigen grandes empresas
Ellas son Susana Sánchez (Parfois), Anne Delmas (Visionlab), Laura Ruiz de Galarreta (Ikea) e Isabel Zarza (Dufry)

Las mujeres toman el 80% de las decisiones de compra y suponen el 75% de la base laboral del retail, pero esto no se refleja en la cúpula de las empresas del sector. No hay datos de España, pero en Estados Unidos, menos del 10% de las empresas de retail están dirigidas por mujeres. Como indica Cristina Delgado, presidenta de Women in Retail, “es una industria que las mujeres dominamos pero no lideramos”.
Susana Sánchez (CEO de Parfois), Anne Delmas (CEO de Visionlab), Laura Ruiz de Galarreta (directora general de desarrollo de negocio y miembro del comité de dirección de Ikea) e Isabel Zarza (CEO de Dufry Group, la antigua Aldeasa, para el sur de Europa) son ilustres excepciones a ese abrumador dominio masculino. Las cuatro participaron ayer en una mesa redonda organizada por WiR y McCann en la sede de la CEOE, que fue moderada por Marina Specht, presidenta no ejecutiva de McCann Worldgroup en Europa.
El camino de todas al liderazgo no ha sido precisamente fácil. “Las que hemos llegado hemos tenido que hacer muchos sacrificios para tener una carrea profesional”, aseguró Zarza. “He trabajado en un retail bastante femenino la mayor parte de mi carrera”, apuntó Anne Delmas, que antes de unirse a Visionlab hace un par de años pasó por The Body Shop, Perfumerías Marinnaud o Joyerías Suárez, “y he visto que las mujeres se quedaban en un nivel de dirección de tienda y que cada vez había menos a medida que se sube en la jerarquía de las empresas”. En su opinión, la maternidad sigue siendo uno de los principales frenos a la carrera de las mujeres: “No todo es posible y en algún momento hay que hacer sacrificios”, aunque, matizó, tras unos primeros años en los que lograr el equilibrio resulta complicado, después es más fácil encontrar tiempo para cosas importantes como el networking.

“Tenemos que decidir dónde queremos estar y luego ser coherentes y trabajar por ese camino. Yo no tenía la vocación de ser madre. Tomé esa decisión y soy feliz, porque he sido consecuente con ella”, explicó Susana Sánchez. “Es importe dedicar tiempo a conocerte para elegir bien, porque no son decisiones fáciles”. Decidir no ser madre o que un cargo de responsabilidad no es lo tuyo son opciones perfectamente válidas, pero la renuncia, sea a la vida personal o profesional, no debería ser el único camino para las mujeres. En ese sentido, Val Díez, directora general de la patronal cosmética, Stanpa, y presidenta de la comisión de igualdad y diversidad de la CEOE, defendió que “tenemos que hablar el derecho a reproducirnos sin que eso sea un freno a nuestras carreras”.
Cambio cultural
Afortunadamente se está produciendo un cambio cultural en nuestra forma de ver el trabajo. “Ahora los jóvenes te preguntan en las entrevistas por el horario, las vacaciones o las posibilidades de conciliación. Los hombres también quieren conciliar, y eso es un cambio de valores que nos está ayudando mucho”, indicó Isabel Zarza.
“Tenemos que decidir dónde queremos estar y luego ser coherentes y trabajar por ese camino. Yo no tenía la vocación de ser madre. Tomé esa decisión y soy feliz”.
El sector del retail se enfrenta en la actualidad a importantes retos como las tensiones geopolíticas y la volatilidad económica, la transformación tecnológica (no en vano es la segunda industria que más dinero destina al desarrollo de IA y Amazon es, con diferencia, la compañía que más invierte en ello, nada menos que 80.000 millones de dólares al año) o los cambios en un consumidor cada vez menos leal y más exigente. La capacidad de adaptación, la empatía y la flexibilidad de las mujeres para navegar por entornos cambiantes puede resultar especialmente interesante para las empresas del sector en estos momentos. Pero, a juicio de Laura Ruiz de Galarreta, la transformación no debería limitarse a incorporar más mujeres, sino implicar un cambio en la forma de trabajar de las compañías. “Las organizaciones van a tener que feminizarse, porque necesitan estas cualidades”, indico la responsable de desarrollo de negocio de Ikea, que más allá de las diferenciaciones entre liderazgo femenino y masculino, abogó por un “liderazgo humanista”.

“Yo durante muchos años he sido ‘cariño’, ‘bonita’ o ‘niña’. Quería vivir el sueño de estar en una compañía que tuviera la igualdad en su ADN”.
Ruiz de Galarreta dio un giro a su carrera hace unos años (antes tuvo cargos de responsabilidad en los mundos de la política y los medios) buscando una empresa con la que compartiera valores. “Yo durante muchos años he sido ‘cariño’, ‘bonita’ o ‘niña’. Quería vivir el sueño de estar en una compañía que tuviera la igualdad en su ADN”. Ha encontrado en Ikea ese lugar, y de momento no se plantea renunciar a él. “Hace poco recibí una oferta de trabajo con una parte internacional que me atraía y un buen salario, pero era un puesto que no tenía presencia en el comité de dirección. Quizá hace unos años me hubiera lanzado de cabeza, pero ahora ni me lo pensé. Me ha costado tanto llegar a un comité de dirección que no me planteo dar un paso atrás”. Más allá de lo que a nivel personal le ha supuesto llegar a donde está, para Ruiz de Galarreta es también una cuestión de predicar con el ejemplo. “Por primera vez dirijo un equipo en el soy de las más seniors y me parece importante ser un ejemplo para las jóvenes, que vean que es posible”.
“A las mujeres nos da miedo que piensen que hemos llegado a donde estamos por las cuotas, pero qué más da. Tenemos que forzar la máquina hasta que la igualdad sea algo natural, no nos queda otra”.
También la CEO de Visionlab considera que las mujeres que ya están en puestos directivos tienen una responsabilidad para con las que vienen detrás. “Tenemos que reclutar mujeres. Yo he transformado un comité de dirección 100% masculino en uno con cuatro mujeres y dos hombres”, explicó. “A las mujeres nos da miedo que piensen que hemos llegado a donde estamos por las cuotas, pero qué más da. Hace una década yo hubiera dicho que estaba en contra de las cuotas. Ahora pienso que tenemos que forzar la máquina hasta que la igualdad sea algo natural, no nos queda otra”.

La capacidad de adaptación y la flexibilidad de las mujeres para navegar entornos cambiantes puede resultar especialmente interesante en un sector que se enfrenta a tantos cambios. Pero eso no pasa solo por incorporar a más mujeres, sino también por cambiar la forma de trabajar de las compañías. “Las organizaciones van a tener que feminizarse, porque necesitan estas cualidades”, indico Laura Ruiz de Galarreta, que más allá de las diferenciaciones entre liderazgo femenino y masculino, Ruiz de Galarreta abogó por un “liderazgo humanista”.

