Empresas como Amazon, Skype, Starbucks o Google probablemente no serían lo que son hoy si no hubieran contado en sus inicios con el apoyo de business angels. De esta forma se conoce a los inversores que aportan financiación, y en muchos también casos consejos y experiencia, a los emprendedores en las primeras fases de sus empresas. La Asociación Española de Business Angels Networks (AEBAN) señala en su último informe que solo el 30% de los business angels en España son mujeres, una cifra que aunque dista todavía mucho de la paridad, representa una mejoría respecto al 19% del año anterior. A juicio de Marta Huidobro, presidenta de WA4STEAM, una asociación de business angels mujeres que invierten en proyectos STEAM fundados por mujeres, la solución pasa por “dar visibilidad a las mujeres inversoras y empoderarlas para que sean conscientes de que ellas también pueden invertir”.

La cuestión es importante porque parece existir una relación entre el menor número de mujeres inversoras y la dificultad de las emprendedoras para acceder a capital. Según el citado informe, un 26% de los business angels en España no tienen en cartera ninguna startup fundada o liderada por mujeres. El proceso de valoración de una inversión para cualquier inversor debería ser el mismo, independientemente del género de su fundador, sin embargo, parece existir un sesgo para los emprendedores en el momento de buscar financiación o fase del pitching. En este sentido, uno de los obstáculos con los que se topan algunas mujeres emprendedoras son las entrevistas a las que deben enfrentarse para conseguirla. Según la revista Harvard Business Review, en una investigación realizada en 2017 en la TechCrunch competition se descubrió que a las mujeres se les plantearon cuestiones diferentes que a los hombres. En su caso, las preguntas a las que debían responder estaban centradas, principalmente, en el potencial de ganancias que esperaban tener con la empresa, mientras que las mujeres debían responder preguntas relacionadas con las posibles de pérdidas. Esta diferencia en el cuestionario suponía que el capital que consiguieron en cada caso variase de forma sustancial.

Otros estudios como uno realizado por la compañía de servicios financieros UBS también señalan que los inversores dan preferencia a las empresas lideradas por hombres, lo que dificulta el acceso de las mujeres a la financiación. “Tenemos el deber de ayudar a las mujeres que buscan financiación para sus empresas porque parece clara la existencia de un sesgo”, asegura Huidobro. Pese a encontrar más dificultades y contar con menos recursos, las empresas fundadas por mujeres obtienen mejores resultados: tienen un 10% más de ingresos y su vida media es también mayor, según datos de la consultora Boston Consulting Group.