“Ser verde y muy caro no vale”
Hélène Valenzuela, directora general de Ouigo, la marca que quiere democratizar la alta velocidad en España
El 10 de mayo de 2021 supuso un antes y un después en la alta velocidad española. Ese día, la liberalización llegó al sector ferroviario abriendo la puerta a nuevos competidores. Ouigo –filial del gigante francés del ferrocarril SNCF– inauguró esta nueva etapa en nuestro país con Hélène Valenzuela al frente. “Siempre digo que durante toda mi carrera me preparé para algo como esto”, asegura la directora general de Ouigo en España. La trayectoria de Valenzuela ha estado siempre ligada a este sector. “El ferrocarril es parte de mi vida desde hace 27 años”, asegura. En SNCF ha ocupado todo tipo de puestos. “Empecé en la parte financiera y luego la empresa me dio la oportunidad de formarme como ingeniera de ferrocarril. Estuve trabajando por turnos en puestos de agujas, fui jefa de estación, también trabajé como directora de operaciones para los trenes de Bélgica... Además, trabajé en la parte de mantenimiento de la infraestructura: la vía, la catenaria y también la circulación de trenes”. Su objetivo ahora al frente del principal competidor de Renfe es “que la alta velocidad sea más accesible para todo el mundo con billetes a precios económicos”.
Vienes de trabajar en Francia. ¿Has encontrado muchas diferencias con el entorno laboral español?
Me identifico mucho con España, mis hijas y mi marido son españoles. Lo que me gusta de trabajar en España es la agilidad. En otros países más nórdicos, más del norte, se intenta planificar todo con mucha antelación, y eso elimina esta agilidad y esta manera de reinventarse que tanto aprecio aquí.
¿Cómo ha sido dirigir la llegada de Ouigo al mercado español?
Ha sido un orgullo ver lo que nuestro equipo ha podido hacer en plena pandemia, porque nos lanzamos al día siguiente de terminar el estado de alarma. Ha sido un orgullo haber logrado un éxito comercial inmediato. Significa que el producto que hemos creado responde a lo que esperaban los españoles: un producto de calidad low fare, que no low cost, mucho más asequible. Antes había mucha gente que no podía siquiera plantearse subir a un tren de alta velocidad. Un niño nos mandó un vídeo contándonos que sus padres estaban separados y viven en diferentes ciudades, y que ahora podían verse mucho más a menudo. Son historias que te llenan. Eso es el nuestro mayor orgullo, el impacto que estamos teniendo en la sociedad.
¿En qué se diferencia la oferta de Ouigo?
La mayor diferencia es el precio, hemos bajado el precio de media un 50% sin restar ni un ápice de calidad. Y, además, la sencillez. Es fácil meterse en nuestra web o en la app, y en la misma pantalla puedes ver todos los precios de todo el año, no tienes que ir pinchando cada día para ver si hay una promoción, te sale directamente el precio más bajo. La transparencia y la sencillez son la base de nuestro modelo de producción. Además, somos muy digitales. Tenemos un modelo económicamente sostenible y podemos mantener los precios bajos. No estamos hablando de una promoción puntual.
¿Veis posible mantener estos precios a largo plazo?
Sabemos que si subimos el precio paramos en seco el proceso de liberalización. La clave de esta liberalización no es la lucha entre operadores, es convencer a los españoles de que abandonen el coche, el avión y el autobús, y viajen en el medio de transporte más limpio que existe. Pero ser verde y muy caro no vale. Es importante mantener los precios bajos todo el año y dar acceso a todo el mundo a la alta velocidad de alta calidad. España es el paraíso de la alta velocidad. Aquí tenemos la red más grande de Europa y la segunda del mundo.
No solo competís contra otros operadores ferroviarios, también contra otros transportes. ¿Qué estáis haciendo para atraer a más viajeros?
El precio es muy importante, pero tienes que ofrecer servicios de muy alta calidad y que la gente lo pase bien. Mola mucho viajar en Ouigo, mucho más que en un coche, aunque compartas. Vas muy rápido, pero con total seguridad. El tren es tan seguro como el avión, pero mucho más limpio. Y es mucho más seguro que el coche, no tienes atascos, vas a 300 kilómetros por hora y sin multas. Además, te mueves de centro de ciudad a centro de ciudad. Esto es muy cómodo para el viajero. Es un medio de transporte verde y sostenible. El tren será sin duda el futuro de la movilidad.
¿Cómo está siendo la recuperación para el sector?
Este proyecto está lidiando con muchos retos. Hemos tenido una pandemia, ahora una guerra, la inflación, la crisis económica, el precio de la energía…. Pero la gente tiene ganas de viajar. El primer año, con cinco idas y vueltas al día entre Madrid y Barcelona, una parada en Tarragona y tres en Zaragoza, transportamos a 2 millones de pasajeros. Eso significa que los trenes iban llenos un 97% de media, lo que significa un éxito brutal. Sin duda, la Covid ha tenido impacto, pero hemos podido crear mercado a costa del avión. Antes de la pandemia, la cuota de mercado del AVE Madrid-Barcelona en relación al avión era del 65%. Con nuestra llegada, el tren subió al 78%. Hemos creado mercado.
¿Tenéis previstas ya fechas para las nuevas rutas Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla-Málaga?
Valencia y Alicante llegarán este año. Estamos pendientes de la apertura, por parte de Adif, de su infraestructura entre Chamartín y Atocha, porque nuestros trenes y los surcos que nos adjudicaron salen de Chamartín. Andalucía no será este año. Fue la primera línea de alta velocidad de España y, cuando se creó, se equipó con un sistema de seguridad que se llama LZB, sistema que en España se está cambiando ahora para ajustarse al europeo, el ERTMS. Pero eso tardará cuatro años. Nosotros no queremos tanto tiempo y estamos equipando nuestros trenes con el famoso LZB. Tardaremos unos meses más, porque hay que hacer pruebas del sistema y luego hay que homologarlo. Estamos hablando de seguridad, es muy importante respetar los tiempos y los pasos.
