A lo largo de tu trayectoria, ¿de qué proyecto estás más orgullosa?

Sinceramente, del día a día. Esta profesión nos brinda una bonita oportunidad de estar siempre activos y de sentir que estamos en continuo proceso de creación, lo que obliga a hacer las cosas de la mejor manera posible y pensar que siempre se pueden hacer todavía mejor.

¿Por qué alguien que ya tiene una posición y un proyecto laboral estable decide arriesgarlo todo, incluso su patrimonio personal, para emprender su propio camino?

Tenía un sueño por cumplir, y no era otro que crear una nueva empresa de tasaciones aprovechando todo lo bueno aprendido en treinta años de profesión y evitando lo malo que había visto en ese tiempo. Tenía ya 56 años, una familia numerosa y quería hacer realidad mi sueño. Soy una persona que piensa cada uno es dueño de su propio destino y que este puede cambiar en cualquier momento. Creo que debemos intentar cumplir nuestros sueños de todas las formas posibles. Era el momento, estaba en una empresa con un ambiente que iba en contra de mis principios y tenía la sensación de podía acabar anulada profesional y, sobre todo, humanamente. Así que decidí buscar a gente con la que crear un nuevo futuro, dando trabajo a más arquitectos. Así lo hicimos, me hipotequé otra vez y empecé un proyecto propio con los mejores compañeros de viaje.

¿Qué te queda por hacer? ¿Qué proyecto te gustaría llevar a cabo?

Estoy siempre ideando cosas nuevas, pero también muy centrada en el presente. No me gusta pensar demasiado en el futuro ni preocuparme mucho por ello. Cada día nos presenta retos y proyectos nuevos. Me resulta apasionante pensar que siempre hay algo interesante por crear.

¿Qué papel juega tu equipo?

Mi equipo lo es todo, somos una cadena en la que cada eslabón resulta crucial para que el resto tenga sentido. Caminamos juntos por el mismo camino y compartimos la misma sintonía, tanto profesionalmente como en lo que respecta a la forma de entender la vida. El lema de la empresa es 'Trabajar duro, soñar grande y crear beneficio para todos'.

¿Cómo se compagina una agenda profesional como la tuya, cargada de reuniones y cosas por hacer, con la familia, los amigos y los 'hobbies'?

Solo tengo un número de teléfono, tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta y mi círculo más cercano está prácticamente formado por 'compañeros de fatigas', así que me resulta fácil conciliar vida personal y profesional. Aunque profesionalmente todo está saliendo mejor de lo que nunca hubiera soñado, tengo claro que lo más importante que he logrado en la vida son mis cuatro hijos. Ser madre ha sido maravilloso. Verles crecer y ahora tener nietos es lo mejor que me ha pasado en este mundo. Solo tengo una máxima, y es aplicar la máxima calidad posible a ese tiempo que paso con los míos.

Una de tus grandes pasiones es el arte. ¿Qué representa para ti que Grupo ATValor forme parte de la Fundación Amigos del Museo del Prado, apoyando a una de las pinacotecas más importantes a nivel mundial?

Debido a mi formación, el arte es algo que siempre me ha gustado y me ha producido curiosidad. Cuando surgió esta oportunidad, se convirtió en un proyecto personal del que estoy muy orgullosa. Es una manera de ayudar y proteger nuestro patrimonio.

El Grupo ATValor también se ha adherido recientemente al Pacto de Naciones Unidas por el Desarrollo Empresarial Sostenible. ¿Crees que es tan importante lo que se hace como el legado que se deja?

Por supuesto, entiendo que tenemos la obligación de preservar las buenas maneras, la educación y los valores. Formar parte de este pacto es consecuencia de cómo hacemos las cosas y lo que queremos transmitir.