A pesar de que durante mucho tiempo ha sido considerado un mundo ‘de hombres’, la presencia de la mujer en el sector vinícola es cada vez mayor. Carmen San Martín es gerente de Hijos de Alberto Gutiérrez, ha sido la primera mujer presidenta de la D.O. Rueda y asegura que entre las bodegas que la forman hay cada vez más enólogas y sumilleres, pero también propietarias. San Martín ha sido este año una de las ganadoras de los VIII Premios Mujeres a Seguir.

Cuando hablamos con Carmen San Martín, la vendimia está a punto de acabar. Según la presidenta del consejo regulador de la D.O. Rueda hasta este mes de noviembre, la previsión es que la cosecha de este año sea algo más corta en kilos, pero de muy buena calidad. La D.O. Rueda se extiende por el sur de Valladolid, el oeste de Segovia y el norte de Ávila. Se trata de la denominación reconocida más antigua de Castilla y León, una región con una antigua tradición vitivinícola. Hay constancia de que allí ya se cultivaba la vid en la Edad Media. Al parecer, entonces elaboraban principalmente tintos. Sin embargo, en la actualidad es la zona de vinos blancos por excelencia. Rueda es la cuna de una de nuestras principales uvas blancas: la verdejo. Las tierras pedregosas y el clima seco de la zona, con inviernos fríos y veranos cálidos, son ideales para el cultivo de esta variedad.

Aunque viene de familia de tradición bodeguera (la rama materna es propietaria de Hijos de Alberto Gutiérrez), Carmen San Martín no veía muy claro lo de dedicarse a este mundo. “Yo pertenezco a la cuarta generación y, llegados a este nivel de disgregación familiar, evidentemente no todos podemos trabajar en la empresa, porque no somos una gran corporación, sino una pyme. Además, la familia siempre ha creído necesario, y es algo que me parece muy conveniente, que la gente complete su formación, trabaje fuera y, cuando haya una vacante, concurra con el resto en igualdad de condiciones, para así fichar a los mejores profesionales”, explica. San Martín estudió Derecho, hizo un master de Asesoría Jurídica de Empresas y empezó en la promotora inmobiliaria de su padre, hasta que se fue Madrid a trabajar en banca. Llevaba ya unos años asentada en el Sabadell cuando su familia le propuso hacerse cargo de la bodega, que por entonces atravesaba una mala situación económica. Pese a alguna reticencia inicial por lo a gusto que por entonces estaba en su trabajo, Carmen San Martín pidió una excedencia en el banco, hizo un master en Gestión de Empresas Vitivinícolas y se puso al frente de Hijos de Alberto Gutiérrez. “Fueron años muy duros, de luchar para salir adelante, pero la experiencia ha sido muy positiva”. Por el camino fue elegida también para presidir el Consejo Regulador de la D.O. Rueda, que el año pasado celebró su cuarenta aniversario.