Microsoft se enfrenta a una posible macrodemanda por discriminación
Más de 8.600 trabajadoras podrían unirse al proceso que abrió una trabajadora hace tres años
Una de las empresas del sector tecnológico que más presumen de políticas de igualdad y conciliación, Microsoft, se enfrenta a la posibilidad de una demanda colectiva que, de ser admitida, representaría un importante precedente. Lo decidirá un juez de Seattle el próximo lunes, aunque el origen de la historia se remonta a 2015, cuando Katie Moussouris, una experta en ciberseguridad que trabajó allí durante siete años (dimitió en 2014) presentó una demanda en la que alegaba que las ingenieras y las mujeres que trabajaban en puestos técnicos eran sistemáticamente discriminadas por la empresa en el plano salarial, en los ascensos y en la evaluación de sus resultados. A su causa se fueron sumando después otras trabajadoras anteriores y actuales de la compañía.
Las demandantes buscan ahora que al proceso se le conceda el estatus de demanda colectiva, lo que abriría la puerta a la posibilidad de que más de 8.600 mujeres se unieran a la causa. Son trabajadoras que han pasado por la empresa desde 2012 y que, según sus cálculos, habrían perdido 238 millones de dólares y unos 500 ascensos por las prácticas de Microsoft.
La compañía asegura que no hay base por una demanda colectiva porque, dicen, no existe una discriminación sistemática en función del género. La empresa de Redmond también ha indicado que tiene un equipo de cuatro personas que analiza cada queja de sus empleados. The Seattle Times ha publicado, haciendo referencia a documentos judiciales, que, entre 2010 y 2016, 108 trabajadoras denunciaron casos de acoso sexual y se registraron 118 quejas por discriminación de género. Tres mujeres denunciaron haber sido violados o sexualmente asaltadas por colegas varones durante ese tiempo.
De acuerdo con el último informe de diversidad de la empresa, Microsoft tiene una plantilla de 120.000 empleados, un 25,9% de ellos, mujeres. En el caso de los puestos técnicos, son el 19%.
No es ni mucho menos la única empresa de su sector a la que se ha acusado de discriminación. Facebook y Twitter también han sido demandadas por esta causa. La brecha salarial de Google ha sido investigada por el departamento de Trabajo de Estados Unidos. Apple estuvo en el ojo del huracán hace un par de años por una masiva filtración de correos en los que sus trabajadoras hablaban del ambiente tóxico y machista de la empresa. Y los muchos y variados escándalos relacionados con el acoso sexual en Uber acabaron costando el puesto hace unos meses a decenas directivos de la empresa, incluido el su CEO, Travis Kalanick.