¿Por qué la brecha salarial se redujo y ahora ha vuelto a crecer en España?
En 2010 se empezó a deshacer parte del camino ya recorrido

Mañana se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial, pero en España estamos aún muy lejos de la paridad. De hecho, ahora estamos un poquito lejos que hace unos años. Lo demuestran los datos del INE, que en 1995 publicó su primera Encuesta de Estructura Salarial. La repite cada cuatro años (la última fue en 2014). En cada edición la diferencia salarial entre hombres y mujeres se iba reduciendo de forma lenta pero segura: pasó del 32,8% al 22,5%. Hasta que llegó el 2010 y la brecha se volvió a abrir. Un análisis de UGT señala que lo que pasó fue la crisis y, sobre todo, las medidas adoptadas para tratar de atajarla, que penalizaron más a las mujeres.

Durante los años noventa los convenios colectivos empezaron a incluir –aunque “de forma muy tímida”, reconoce el sindicato— medidas relacionadas con la conciliación, se produjeron sentencias judiciales que reconocieron algunos derechos a las mujeres, y sobre todo, se aprobó la Ley de Conciliación de 1999, que consolidó esos avances. Años después, en 2007, llegó la Ley para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres. Pero también llegaron la crisis y los recortes. En estos años hubo dos reformas laborales, se eliminaron buena parte de las estructuras de igualdad (entre ellas, el Ministerio de Igualdad, que desapareció en 2010) y se aplicaron rebajas en las políticas de empleo dirigidas a mejorar la inserción laboral de las mujeres.
Su análisis indica que en el periodo 2010-2014 la remuneración media anual de las trabajadoras aumentó solo en 9,60 euros, mientras que los hombres pasaron a ganar 247,50 euros más. En consecuencia, el salario bruto medio anual de las mujeres quedó en 19.744,82 euros y el de los hombres, en 25.727,24 euros. Esto significa que las mujeres perciben casi 6.000 euros menos de media al año y sitúa la brecha laboral en el 23,25%. "Las mujeres dejan de percibir 47.000 millones de euros anuales, cantidad que tendrían que poner las empresas públicas y privadas para cerrar la brecha", señala Cristina Antoñanzas, vicepresidenta general de UGT, y responsable de presentar el informe. Además, el 60,78% de los trabajadores que cobran por debajo del salario mínimo —1,5 millones de personas— son mujeres.
Las desigualdades salariales son mayores en el sector privado (el 28,46%) que en el público (10,93%). En todas las áreas de actividad, salvo en la industria extractiva, en la que las mujeres ganan un 19,21% más, ellas salen siempre peor paradas. La diferencia más importante está en el sector financiero y de seguros (cobran 10.431 euros menos que los hombres).
Por comunidades, la brecha es mayor en Navarra (29,65 %), Cantabria (28,42%) y Asturias (27,33%). En el extremo contrario se sitúan las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (8,69%), Canarias (11,82%) y Extremadura (16,4%).
Para reducirla, Antoñanzas recomendó poner en marcha una Ley de Igualdad Salarial, crear un órgano público con representación de los interlocutores sociales y el gobierno, establecer un registro público en el que las empresas de 25 o más trabajadores estén obligadas a registrar anualmente las retribuciones e incrementar las sanciones a las empresas que no respeten la normativa sobre igualdad de género. Como concluye el informe, “cuando se invierte en políticas de igualdad y se actúa en el empleo a través de acciones positivas para las trabajadoras, la situación laboral mejora”.