Las mujeres de +50 quieren cambiar el guion
MAS y AXN organizaron un encuentro para debatir sobre cómo está cambiando la representación femenina en el cine y la televisión
Hasta ahora, para la mayoría de las actrices, los 40 representaban el principio del fin de sus carreras. Su obsesión era trabajar todo lo posible antes porque, sabían, lo más probable era que, a partir de ese momento, el teléfono dejara de sonar. Mientras sus compañeros de quinta se convertían en ‘galanes maduros’ y eran emparejados con jovencitas, ellas quedaban relegadas a roles secundarios o estereotipados. Afortunadamente, las cosas se están moviendo, aunque para que sea verdaderamente real, el cambio necesitará de la involucración de toda la industria.
Cuando la sargento Andrea Whitford es trasladada a una pequeña ciudad en la remota región australiana de Victoria, se da cuenta de que las misteriosas desapariciones de cinco personas en plena naturaleza podrían estar relacionadas. Durante su investigación, la veterana detective destapará una compleja red de asesinatos, engaños y venganzas. El estreno de High Country en AXN supuso el pistoletazo de salida para el lanzamiento del proyecto The Silver Credit, un movimiento que reivindica una mayor presencia de protagonistas femeninas +50 en la industria audiovisual. Y es que la televisión y el cine necesitan más personajes como Andrea Whitford: mujeres maduras auténticas, complejas y, sobre todo, inspiradoras. Según datos del Geena Davis Institute, apenas el 25% de los personajes que superan la cincuentena en cine y televisión son mujeres. Además, esos roles suelen estar estereotipados y encasillados en papeles secundarios. “Las mujeres maduras no solo están infrarrepresentadas, están deformadas”, indicó la guionista Olatz Arroyo en un reciente encuentro con profesionales de industrias creativas organizado por AXN y Mujeres a Seguir, en colaboración con el sindicato de guionistas ALMA, para hablar sobre cómo está evolucionando la representación de la mujer en pantalla. “A la mayoría se las presenta como brujas o abuelas. Las mujeres reales de esa edad son mucho más complejas e interesantes, tienen profesiones, problemas y conflictos”.
A su juicio, la televisión va por delante del cine en este sentido. “En las series hay más mujeres complejas. En cine queda más camino por recorrer, y si hablamos de personajes femeninos maduros, aún más”. Arroyo, que se mueve entre ambos medios, lo sabe bien. “Sacar adelante una película protagonizada por una mujer, y más por una mujer madura, es una auténtica proeza”, reconoce. “A mí me han llegado a preguntar, al presentar una película con dos mujeres de 40 años, que a qué target iba dirigida. Si presentas una película de dos hombres de 40 no te preguntan eso. Lo masculino sigue pareciendo lo universal y lo femenino es siempre ‘lo otro’”.
La buena noticia es que las cosas empiezan a cambiar. Hace unos años, para corregir la histórica desigualdad que hasta ahora ha imperado en un sector tan fuertemente masculinizado, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) estableció un sistema de cuotas en las ayudas a los largometrajes que puntúa mejor a las películas que tengan a mujeres en determinados puestos de responsabilidad. Esto ha tenido mucho que ver con la llamada ‘revolución femenina’ del cine español que en el último lustro han protagonizado directoras como Carla Simón, Pilar Palomero, Paula Ortiz, Alauda Ruiz de Azúa o Arantxa Echevarría. La infiltrada, el thriller de acción dirigido por esta última sobre la única policía que consiguió infiltrarse en ETA, se convirtió el pasado enero en la película española dirigida por una mujer más taquillera de la historia. Poco después ganó, ex aequo con El 47, el Goya a la Mejor Película.
Casos como este demuestran que la idea de que los títulos con protagonistas femeninas funcionan peor es falsa. “Si hablas de una película ‘de mujeres’ parece que te refieres a un drama intimista que hará 100.000 euros en taquilla. Y tiene que haber de todo: taquillazos protagonizados por mujeres y dramas intimistas de hombres”, aseguró en el encuentro Estefanía Acedo, directora de marketing de Sony Pictures Television Networks. “Hay que aprovechar el momento de visibilidad, porque se está demostrando que estos proyectos no solo ganan premios, sino que también son comerciales y al final, en esta industria, como en casi todas, el dinero es lo que mueve la maquinaria”.
A nivel internacional, son notables los casos de Barbie y, más recientemente, Babygirl o La Sustancia. Estas dos últimas están protagonizadas, además, por mujeres que superan la cincuentena…aunque nadie lo diría viéndolas. “El reto no es solo que haya más mujeres de 50, sino que lo parezcan. Si todas aparentan tener 30, tampoco estaremos ganando mucho. El miedo al cuerpo maduro, con sus arrugas y sus imperfecciones, tiene que desaparecer”, aseguró la guionista.
En televisión es más fácil encontrar personajes femeninos más reales. De hecho, The Silver Credit nació cuando el equipo de AXN se dio cuenta de que, más allá de High Country, en su catálogo había más de una decena de títulos con protagonistas femeninas +50. “Nosotros no producimos, pero a la hora de comprar series, AXN busca productos internacionales de calidad que encajen con nuestros con nuestros valores. Tenemos un equipo de dirección con muchas mujeres que siempre tiene en cuenta el criterio de la representación”, explicó Acedo. “En nuestro catálogo hay muchas series con mujeres en papeles centrales y no estereotipados. No son madres, ‘esposas de’ o abuelas, sino profesionales: personajes como Emily Prentiss y Penélope García en Mentes Criminales; Candice Renoir, la detective que protagoniza una de nuestras series más veteranas; Susan Ryeland, una editora de libros que se mete a investigar asesinatos en Magpie Murders, o Andrea Whitford, la policía australiana que protagoniza High Country. Son series que funcionan y que se han convertido en buques insignias del canal”. A través de The Silver Credit, todas han sido visibilizadas con un distintivo especial utilizando un recurso propio del medio que permite comprobar fácilmente, de un vistazo, cuántas mujeres (actrices, pero también directoras, guionistas, etcéteras) hay detrás de un proyecto: los títulos de crédito. “Parecen lo menos importante, algo que se pone al final del capítulo o la película, pero en este caso había que dar notoriedad a los títulos de crédito, porque queríamos que la gente se fijara en ellos. Era una manera de hacer visible esa desigualdad”, explicó Eva Santos, cofundadora y directora creativa de Delirio & Twain, la agencia responsable de la iniciativa, que recientemente ha sido elegida finalista en los GEMA Awards, unos premios que reconocen las mejores campañas promocionales en el mundo del entretenimiento. Para Acedo, era “una idea sencilla y notoria que está generando conversación, que es precisamente de lo que se trataba, de crear debate en la industria y en la sociedad”, porque, como bien apuntó Santos, “si la gente pide este tipo de contenidos, será más fácil que la industria reaccione”.
En este sentido ha resultado clave la complicidad de actrices como Cayetana Guillén Cuervo, Maribel Verdú, Paz Vega, Toni Acosta y Macarena Gómez, que han utilizado sus redes sociales y sus apariciones en medios para dar difusión a la iniciativa. “Cuando Cayetana Guillén Cuervo y Macarena Gómez hablaron del tema en El Hormiguero, la campaña dio un salto enorme de notoriedad”, reconoció la responsable de marketing de AXN. También operadores como Movistar y Vodafone se han sumado a la iniciativa, dándole un extra de visibilidad en sus plataformas y sus redes.
Este reportaje se publicó primero en la edición número 21 de MAS en papel.
