Las actrices ocupan la silla del director
Halle Berry, Robin Wright, Olivia Wilde, Greta Gerwig o Kristen Stewart también triunfan detrás de las cámaras
Clint Eastwood, George Clooney, Ben Affleck, Kevin Costner, Robert Redford, Mel Gibson, Tim Robbins, Jon Favreau, John Krasinksi… Que un actor diera el paso a la dirección ha sido algo relativamente frecuente en la historia del cine, pero la lista de compañeras de profesión que han hecho esa transición con éxito era muchísimo más reducida. Barbra Streisand, Jodie Foster y poco más. Sin embargo, cada vez son más las actrices de primer nivel que deciden probar suerte bien como productoras, bien como directoras, buscando más oportunidades de trabajo y un mayor control creativo sobre los proyectos en los que participan.
Herida, la primera película firmada por Halle Berry, es uno de los éxitos más recientes de Netflix. Para su debut como directora, Berry ha elegido la historia de una luchadora de artes marciales caída en desagracia que intenta de forma desesperada volver al ring. Y se ha reservado, de paso, el papel principal. No resulta difícil establecer un paralelismo entre esta historia y la de la propia la Berry, cuya carrera había perdido algo de lustre en los últimos años. “Siempre he sido una luchadora”, ha declarado en una entrevista con la revista Backstage. “Desde la niñez hasta mi juventud, e incluso cuando entré en este negocio, siempre tuve que luchar para encontrar una salida para una artista como yo, negra y mujer, y para demostrar que era diferente de la percepción que se tenía de mí”. Todo apunta a que esta no será la última vez que leamos en unos créditos “dirigida por Halle Berry”. “Tengo en la cabeza muchas historias que quiero contar, y voy a luchar para hacerlo”, asegura. El mes pasado, firmó un contrato con Netflix para desarrollar una serie de proyectos.
También Robin Wright estrenó hace unos meses su primera película. La estrella de House of Cards, que ya había dirigido algunos capítulos de la serie, hizo doblete como actriz y realizadora en Land (en España, En tierras salvajes), dando vida a una abogada que tras una tragedia decide retirarse a una cabaña en las montañas para vivir alejada de todo y de todos. Las buenas críticas de este debut le han valido un puesto en la lista de los diez directores a seguir de Variety.
Two-Faced es el título de la primera película liderada por Taraji P. Henson, la protagonista de Empire y Figuras ocultas. En este caso, Henson se ha quedado con un papel secundario, el de la madre de la alumna que intenta sacar a la luz el pasado racista del director de su instituto.
La serie House la hizo famosa, pero la ambición de Oliva Wilde iba mucho más allá. Tras dirigir un par de videoclips y algún corto, en 2019 estrenó Superempollanas, una comedia de adolescentes sorprendentemente buena. Este año se lanzará su segundo largometraje, Don’t worry darling (protagonizado por su actual pareja, Harry Styles, y Florence Pugh), tiene un tercero en preproducción y al parecer ha fichado por Marvel para dirigir una de sus nuevas películas (se rumorea que quizá sobre spiderwoman).
Lady bird, el debut como directora y guionista de Greta Gerwig, consiguió un Globo de Oro a la mejor película, varias nominaciones a los Oscar y una puntuación perfecta en Rotten Tomatoes. Gerwig volvió a disfrutar del éxito con su versión de Mujercitas y en breve empezará a rodar la esperada película sobre Barbie con Margot Robbie y Ryan Gosling.
Lo de Emerald Fennell también fue llegar y besar el santo. La actriz de The crown no se llevó el año pasado el Oscar en la categoría de mejor dirección, en la que estuvo nominada, pero sí en la de mejor guion original por Una joven prometedora, la polémica cinta sobre una joven que castiga a agresores sexuales en potencia para expiar un suceso trágico del pasado.
Otra que pese a su juventud llevaba tiempo deseando ponerse tras las cámaras es Kristen Stewart, que prepara una adaptación de La cronología del agua, las memorias en las que la escritora Lidia Yuknavitch aborda su problemática juventud, su bisexualidad y sus problemas de adicción.
Angelina Jolie ha dejado de momento la dirección para dedicarle más tiempo a la familia (en entrevistas ha asegurado que ahora mismo prefiere trabajar en proyectos más cortos y que no le exijan tanta dedicación), pero antes nos dejó joyas como En tierra de sangre y miel, Invencible, Primero mataron a mi padre o Frente al mar. En esta última compartió protagonismo con su exmarido, Brad Pitt. Por primera vez en sus tres décadas de carrera, Pitt era dirigido por una mujer, lo que da idea de las oportunidades que siguen teniendo las cineastas en Hollywood. Aquí las cosas no están precisamente mejor. Icíar Bollaín, Leticia Dolera, Elena Martín o Inés de León son algunas de las actrices españolas que han dado el salto de a la realización, pero el último informe de CIMA indica que solo las mujeres solo dirigen el 31% de las películas que se hacen en nuestro país y las que lo consiguen cuentan en general con presupuestos más reducidos.
El dato no es anecdótico, el hecho de que haya pocas guionistas y directoras influye directamente en el tipo de historias que se cuentan y probablemente también en las dinámicas y la forma de trabajar de la industria, como demuestra la anécdota que Olivia Wilde le contó a Emerald Fennell en una conversación recogida por Variety hace unos meses: “Alguien, un actor y director muy establecido en esta industria, me dio un consejo realmente terrible que me resultó útil porque sabía que tenía que hacer lo contrario. Me dijo: ‘Escucha, la forma de obtener respeto en un set es tener tres discusiones al día. Tres grandes discusiones que restablezcan tu poder tu poder, recuerden a todos que estás al mando, que eres el depredado’. Eso es lo contrario a mi proceso”.
