Correspondido, imposible, desesperado, roto, feliz… Si hay un tema del que la música hable de forma insistente, casi obsesiva, ese tema es el amor. Y es así desde que los inicios de la música, al menos de la música contemporánea, pero ¿qué nos dicen las canciones sobre nuestra forma de entender ese amor? Salvador Climent y Marta Coll-Florit, del Grupo de Investigación en Lingüística Aplicada de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), han hecho un análisis de los éxitos musicales que encabezaron los rankings anuales de la revista Billboard durante siete décadas para comprobar cómo ha cambiado la concepción del amor en la música pop a lo largo de ese tiempo, desde Prisoner of love, grabada por Perry Como en 1946, hasta el Love yourself de Justin Bieber en 2016, pasando por I can’t stop loving you (Ray Charles), I want to hold your hand (The Beatles), Every breath you take (The Police), I will always love you (en la versión interpretada por Whitney Houston) o Rolling in the deep (Adele).

Su primera constatación es que, efectivamente, la prevalencia de esta temática es extremadamente alta: el amor es el tema central de 52 de los 71 éxitos analizados. El motivo tiene poco que ver con que los compositores sean unos románticos incurables y más con el hecho de que la  música es a la postre un negocio. “La música pop se crea con el objetivo de alcanzar el éxito comercial, y la evocación de sentimientos de amor y desamor ejerce una poderosa atracción hacia todo tipo de público”, reflexionan los investigadores, que, más allá de los números, se han centrado en el análisis cualitativo de las canciones, en lo que cuentan. “Analizar esta cuestión nos ayuda a estudiar tendencias sociales a gran escala”, explica Climent Roca.

Un examen de las letras de las canciones más escuchadas puede dar pistas sobre cómo ha cambiado la concepción del amor en estas décadas. Las metáforas representan más de un 70% del lenguaje figurado utilizado para plasmar los sentimientos de amor romántico en la música pop. Es un recurso mucho más habitual que metonimias (18%), imágenes  metafóricas (6%) o símiles (5%). “Esta observación se corresponde con las predicciones teóricas que indican que una gran parte de nuestro pensamiento lingüístico es metafórico, ya que este recurso ayuda a expresar conceptos y emociones complejas de una manera efectiva”, explica Marta Coll-Florit. El análisis de las metáforas más utilizadas, por lo tanto, también habla de cómo se ha conceptualizado el amor, así como de los sentimientos y experiencias que se han asociado a él a lo largo del tiempo. Todas las canciones analizadas utilizan metáforas para hablar de amor. Entre el centenar de figuras conceptuales más utilizadas destacan aquellas que remiten a conceptos como cercanía, posesión, unidad, contacto físico, cautiverio o un viaje. También es habitual hablar del ser querido como un niño pequeño (el equivalente a baby, en inglés) o a una comida apetecible.