¿Volverá la subida del salario mínimo a reducir la brecha salarial?
Es lo que sucedió en 2019, cuando la brecha se situó en el 19,5%

El Gobierno ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para aumentar el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 965 euros al mes desde este septiembre. La subida será aprobada sin el respaldo de la patronal de empresarios, que se ha negado a cualquier incremento este 2021. El incremento finalmente será de 15 euros, es decir, un 1,6%, una cifra inferior a la de 2020 (5,5%) y, sobre todo, a la de 2019 (22%), que fue cuando los salarios más bajos alcanzaron los 900 euros.
Se calcula que la medida afectará a más de 1,5 millones de trabajadores, mayoritariamente mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 (el último año del que se disponen datos), el 25,7% de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el SMI, frente al 11,1% de los hombres. En esta situación influye, según el INE, el mayor porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo parcial.
Dado que las mujeres son mayoría entre los que cobran menos, tiene sentido que el aumento del salario mínimo contibuya a cerrar la brecha de género, como parecen confirmar los datos de ese 2019. Entonces la brecha se redujo hasta quedar en el 19,5%, frente al 21,4% del año anterior. La ganancia media anual fue de 26.934 euros para ellos y de 21.682 euros para ellas, con unos incrementos del 0,7% y 3,2%, respectivamente. La brecha continúa siendo notable (las mujeres siguen ganando el 80,5% de lo que ganan los hombres), pero esa reducción de casi dos puntos es significativa, sobre todo porque la brecha parecía haberse estancado en años anteriores.
Habrá que esperar a las próximas encuestas de estructura salarial del INE para ver el efecto que sobre la brecha salarial tienen la subida del salario mínimo y los decretos sobre transparencia salarial e igualdad en las empresas aprobados por el Gobierno el año pasado. El primero, en vigor desde el mes de abril, obliga a las empresas a contar con registros salariales de toda la plantilla. También se podrá analizar entonces el impacto de la pandemia, que ha penalizado especialmente a las mujeres. La anterior crisis y de las medidas tomadas por el Ejecutivo de la época para afrontarla tuvieron un efecto demoledor en la diferencia salarial, que en 2010 volvió a crecer tras años de reducciones.