Destinos que hay que visitar al menos una vez en la vida
Recorremos trece países llenos de maravillas que te dejarán con la boca abierta

La lista de viajes soñados de cada uno es algo muy personal, pero hay destinos con los que sueñan todos los trotamundos: países que dejan huella y cuyo recuerdo se queda grabado en la memoria para siempre.
Japón
Es uno de los países más deseados en estos momentos, y por buenos motivos. En el país del sol naciente modernidad y tradición se dan de la mano como en pocos sitios, con impresionantes urbes y templos milenarios. Tokio y sus barrios cosmopolitas plagados de neones es toda una experiencia. Pasear por Shijuku, atravesar el cruce de Shibuya o conocer Akihabara te darán una idea de la magnitud de la ciudad. También merece la pena visitar algunos de los más de 2.000 templos y santuarios de Kioto. El Templo del Pabellón Dorado, Kinkaku-ji, te dejará sin palabras. El país nipón es también el hogar del monte Fuji, un volcán inactivo que se ha convertido en un símbolo. Puedes acercarte a visitarlo desde el mirador de la pagoda Chureito, las vistas son impresionantes.

Jordania
Este increíble país, lleno de historia y tesoros, es conocido por albergar una de las siete maravillas del mundo moderno: Petra. La ciudad fue esculpida en la roca por los nabateos, dando lugar a un complejo monumental único. Solo su famoso Tesoro, que pudo ser un templo o una tumba real, justifica el viaje. Si, además, visitas Ammán, recorres el desierto de Wadi Rum, te das un chapuzón en el mar Muerto, buceas en Aqaba y disfrutas de los corales del mar Rojo comprobarás que Jordania es un país que no defrauda.

Egipto
Otro de esos países plagados de monumentos que hay que ver en persona para apreciar su magnitud. Cada uno de los rincones de Egipto te transportará a la época de los faraones, empezando por la esfinge y las pirámides de Giza. La más famosa y grande, la de Keops, es la única de las siete maravillas del mundo antiguo que permanece completa. Visitar el Templo de Luxor, adentrarse en el Valle de los Reyes o visitar el museo egipcio en El Cairo, donde se encuentra la máscara funeraria de Tutankamón, son también experiencias, aunque lo que no puede faltar en una visita a Egipto es ir Abu Simbel para ver sus templos excavados en roca.

China
Otro país fascinante. China posee una historia milenaria que ha dejado impresionantes monumentos y lugares históricos como la Ciudad Prohibida o el Templo del Cielo. Además, acoge otra de las maravillas del mundo moderno: la Gran Muralla. Es recomendable visitar Xian y admirar sus famosos Guerreros de Terracota. Aunque menos conocido, Leshan y su Gran Buda también merece la pena. Con más de 70 metros de altura, es la estatua de Buda esculpida en piedra más alta del mundo. Otra visita imprescindible es el Parque Forestal Nacional de Zhangiajie. Al norte de la provincia de Hunan se encuentra este asombroso lugar lleno de descomunales peñascos de arenisca, formados hace más de 300 millones de años, que son una de las formaciones más impresionantes del mundo.

Italia
Si hay un país europeo que rezuma historia por todos sus costados es Italia. A su capital, Roma, hay que ir al menos una vez en la vida. Caminar por sus calles es caminar por la historia del mundo: el Coliseo, el Foro Romano, el Panteón… Cada rincón de la ciudad es un museo al aire libre. Por supuesto, imposible no pasar por el Vaticano y admirar la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina y. Otras ciudades italianas que hay que visitar sí o sí son Florencia y Venecia.

Kenia
Dicen que los atardeceres de África son de los mejores del mundo, y es que no hay nada como ver el sol ponerse sobre la sabana tiñendo el cielo de tonos naranjas, rojos y amarillos. Simplemente espectacular. En Kenia hay muchos lugares para admirarlos, pero, sin duda, el Parque Nacional de Masai Mara es el más indicado. Disfrutar de un safari en este enclave para ver la naturaleza y su fauna en estado puro es un plan imbatible.

Estados Unidos
Un país que merece la pena conocer a fondo, de costa a costa, y no nos referimos a sus grandes ciudades: Nueva York, Chicago o San Francisco. Lo que verdaderamente merece la pena es descubrir sus parques nacionales, una auténtica explosión de naturaleza. Quien tenga la oportunidad no debería perderse el Gran Cañón del Colorado, Monument Valley o el Parque Nacional de los Arches, aunque quizá el más espectacular sea el Parque Nacional de Yellowstone, que alberga el conocido como Supervolcán de Yellowstone, una caldera volcánica inactiva de varios kilómetros. El lugar tiene la mitad de los géiseres y fuentes hidrotermales del mundo. El más imponente es el famoso Old Faithful, que expulsa agua cada 90 minutos a alturas de entre 55 y 75 metros.

Canadá
A poco más de una hora de Toronto se encuentran las impresionantes Cataratas del Niágara, un inmenso salto de agua que cada año atrae a miles de turistas de todo el mundo. Pueden visitarse dando un paseo por sus miradores, en barco, helicóptero e incluso en tirolina. Pero no es ni de lejos el mayor atractivo de este país. En el corazón de las Montañas Rocosas canadienses, en la provincia de Alberta, se encuentra otro tesoro, el Parque Nacional Banff, un paraíso de lagos de aguas turquesas, enormes montañas y glaciares.

Perú
Perú debería estar en la lista de deseos de todo viajero. Su rico patrimonio cultural y su historia (además de su deliciosa y reconocida gastronomía) hacen de este país un imprescindible. Acoge, además, otra de las maravillas del mundo moderno, Machu Picchu. Envuelta en nubes andinas y misterio, esta ciudadela de los incas es un símbolo de la grandeza precolombina. Contemplar las ruinas sobre la montaña es una de esas imágenes que se quedan grabadas para siempre. Otro enclave mágico es Vinicunca, la montaña de los siete colores, situada en el camino al nevado Ausangate, en los Andes peruanos.

Australia
Cualquiera de sus grandes ciudades, como Sidney o Melbourne, valen la pena, pero lo verdaderamente especial es adentrarse en el desierto para conocer el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta y su un enorme monolito de arenisca, una montaña sagrada para los aborígenes australianos. Sus más de 348 metros de alto y 9 kilómetros de contorno lo convierten en uno de los monolitos más grandes del mundo. Durante años, ascender a su cima estuvo permitido, pero desde octubre de 2019, por deseo de sus habitantes, los pitjantjatjara, está prohibido escalarlo. Las Blue Mountains, Kangaroo Island o su Gran Barrera de Coral, frente a la costa de Queensland, también merecen la pena la visita.

Noruega
La belleza de Noruega y sus fiordos no dejan indiferente a nadie. Es uno de los rincones del planeta donde es posible admirar el sol de medianoche y las auroras boreales. Al norte del Círculo Polar Ártico se encuentran las Islas Lofoten, un lugar perfecto para observar este fenómeno natural único. También hay que visitar es Bergen, la segunda ciudad más grande del país, para pasear por el barrio de Bryggen, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, con sus icónicas casitas de colores. Aunque si realmente quieres admirar la belleza de los paisajes nórdicos, nada como una ascensión al Preikestolen, un púlpito de roca con unas vistas privilegiadas a los fiordos.

India
Solo ver de cerca el Taj Mahal ya compensa el viaje. Este impresionante monumento situado en Agra fue mandado construir por emperador mogol Shah Jahan, en el siglo XVII, en honor a su fallecida esposa, Mumtaz Mahal. Más de dos décadas tardó en erigirse este majestuoso mausoleo que se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados del planeta.

Tailandia
El escenario de la última temporada de White Lotus lleva años siendo uno de los destinos favoritos de los viajeros. Y es que Tailandia merece la pena por su diversidad cultural, su explosión de naturaleza y sus impresionantes templos. Este país del sudeste asiático combina playas paradisíacas como las de Krabi o Phuket con antiguos templos como el Wat Phra Kaew (o Templo del Buda Esmeralda) en Bangkok, pero si uno de verdad encandila es el de Wat Rong Khun, en Chiang Rai. Este moderno templo de color blanco inmaculado se construyó en 1997 y desde entonces se ha convertido en uno de los más visitados y originales del país.

Este reportaje se publicó primero en la edición número 21 de MAS en papel.