Bragas menstruales, compresas reutilizables, esponjas naturales…
Bienvenidas al cada vez más poblado mundo de los productos de higiene femenina

Todo en la vida evoluciona, y los productos de higiene íntima no son una excepción. Ahora hay bastantes opciones para la menstruación que no son los tampones y compresas que encontramos en el supermercado. Se presentan como métodos más respetuosos con tu cuerpo y con el medio ambiente. Muchos proponen soluciones más duraderas que los productos de usar y tirar, siguiendo la filosofía zero waste, que busca minimizar los residuos que producimos y reducir el uso del plásticos.
Copa menstrual
Ya hemos hablado largo y tendido sobre ella. Es quizá la alternativa más utilizada por las mujeres hoy en día. Es reutilizable (tiene una vida útil de unos diez años) y no genera ningún tipo de residuo. Está fabricada con silicona médica o TPE, materiales que, según los fabricantes, no producen alergias ni se asocian al síndrome del shock tóxico como los tampones. Las hay de varios tamaños y formas, y puedes encontrarlas en farmacias o webs especializadas. La copa no es absorbente, sino que se limita a recoger el flujo menstrual en su interior. Una vez llena se saca, se vacía, se limpia (con agua y/o papel) y se vuelve a introducir. Puede llevarse hasta doce horas puesta. Al final del periodo debe esterilizarse hirviéndose y ya está lista para su uso al mes siguiente.

Compresas reutilizables
Otra alternativa, en principio más eco que las tradicionales, son las compresas de tela. No es que sean ninguna novedad, nuestras madres y abuelas ya usaban algo parecido, pero los materiales han evolucionado mucho. Las actuales son bastante más sofisticadas. Suelen estar fabricadas en algodón ecológico y cuentan con una capa impermeable para evitar fugas. Tras su uso se pueden lavarse en la lavadora (pero sin suavizante). En cuanto a la forma son similares a las desechables y las hay de varios tamaños y absorciones. La marca española Cyclo, por ejemplo, las comercializa de tres tipos: pequeñas tipo salvaslips, medianas para el día y más grandes para la noche. Duran de media unos tres años (dependiendo de la marca y los lavados).

Bragas menstruales
Las primeras en lanzar ropa interior absorbente para la regla fueron tres emprendedoras que en 2013, gracias al crowdfunding,lanzaron en Estados Unidos Thinx, una línea de bragas pensadas para absorber una gran cantidad líquido sin dejar que se traspase a la ropa y que, tras su uso, pueden lavarse. En nuestro país la firma Cocoro es pionera (su proyecto también salió adelante vía micromecenazgo). Tienen varios modelos, con diferentes grados de absorción en función del día del mes. Al igual que con otros productos para el periodo, la cantidad de horas que pueden llevarse puestas dependerán de su abundancia. Están fabricadas en algodón y otros tejidos técnicos, y pueden lavarse a mano o en la lavadora. Admiten alrededor de sesenta lavados, con lo que sus fabricantes calculan que su vida útil es de unos dos años.

Tampones con aplicador reutilizable
Una alternativa más para aquellas mujeres que quieren generar menos (aunque todavía algunos) residuos. La marca Dame ha lanzado un aplicador reutilizable y Thinx, la empresa de las bragas menstruales, también tiene el suyo. El funcionamiento es el mismo que el de un tampón normal con aplicador, pero este después de lavarlo puede reutilizarse (tiene una durabilidad de unos diez años). Está elaborado con un material, aseguran, antibacteriano de grado médico. Igual que la copa menstrual, entre aplicaciones debe ser lavado y una vez finalizado el periodo, esterilizado. El aplicador es compatible con cualquier tampón, pero Dame cuenta con unos orgánicos, sin químicos ni plásticos. Estos sí son de un solo uso.

Esponjas menstruales naturales
Quizá sea la alternativa menos conocida para la menstruación y aunque cada vez está ganando más adeptas todavía cuesta encontrarlas. Las esponjas menstruales naturales de origen marino (también las hay sintéticas pero no son ni biodegradables ni ecológicas) se introducen en la vagina de la misma manera que un tampón o la copa y son un producto 100% ecológico y reutilizable, con una vida útil de unos seis meses. Entre usos hay que enjuagarla con agua y una vez finalizado el periodo hay que limpiarla más exhaustivamente, pero siempre sin usar jabón (puede dejarse en remojo con unas gotas de vinagre o un poco de bicarbonato). Son hipoalergénicas y al igual que la copa no están relacionadas con el síndrome del shock tóxico. Además pueden recortarse al gusto para adaptarse a las necesidades de cada mujer.
