La fotógrafa agorafóbica que usa Street View para viajar por todo el mundo
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Arizona, Mongolia, México o los Emiratos Árabes Unidos son algunos de los destinos en los que últimamente ha estado la fotógrafa Jacqui Kenny. Y todo sin salir de casa. No es que Kenny sea demasiado cómoda, es que tiene agorafobia, un trastorno de ansiedad que genera un intenso temor a los espacios abiertos o públicos, bien sea por el temor a las aglomeraciones o a perder el control de la situación. Lógicamente eso limita las posibilidades de viajar. La persona puede incluso llegar a sentirse incapaz de salir al exterior. Es su caso en los días malos.
Un problema si te dedicas a la fotografía. Pero ella ha encontrado una manera de viajar a través del mundo sin moverse de casa: Google Street View. Utiliza la herramienta para explorar el planeta en busca de paisajes, calles, detalles o situaciones interesantes (una pareja besándose, un partido de fútbol infantil en medio del desierto, unos camellos cruzando una carretera) y hace pantallazos.


Parece sencillo, pero no lo es tanto. Esta forma de trabajar tiene ventajas e inconvenientes. Street View le da la posibilidad de llegar, a golpe de click, a cualquier lugar del mundo, por remoto e inaccesible que para ella resulte. Pero no tiene ningún control sobre la vista, el ángulo o la luz de las imágenes; eso depende solo de Google. “A veces veo algo que de lejos parece increíble, pero entonces el coche se para o algo se pone en medio. Sucede en el 90% de las ocasiones”, ha explicado ella misma al New Yorker. “Siempre estoy preparada para esa decepción”.


La serie se llama Viajera Agorafóbica y tiene fotos interesantes. Parece que siente debilidad por los espacios abiertos (lo que no deja de resultar paradójico), el desierto y los lugares poco poblados, los colores vivos y las plantas, especialmente los cactus.
La mayoría de las imágenes parecen, además, tomadas en vivo y en directo. Aunque también tienen un punto distante. Y, sobre todo en el caso de las personas (todas las caras aparecen difuminadas), la espontaneidad de los que son fotografiados sin saberlo. Por supuesto, se ha encontrado con gente haciendo de todo. “Si subiera las fotos locas tendría diez veces más seguidores. No podéis imaginar las cosas que he visto. Pero decidí no seguir ese camino”.




