El físico importa, e importa bastante. Es al menos lo que indica un estudio realizado por la Universidad Eastern Connecticut State sobre las preferencias de las jóvenes a la hora de buscar pareja. Como particularidad, los investigadores también estudiaron las preferencias de sus madres.

A todas se les mostró tres fotografías de hombres con distinto grado de atractivo. Cada una llevaba aparejada la descripción de una personalidad. Las mujeres pusieron nota a las fotografías y las descripciones en función de lo atractivos que los encontraban y tuvieron que decir si considerarían a esa persona como una posible pareja o, en el caso de las madres, como una pareja para sus hijas.

El atractivo físico influyó de forma decisiva en esa puntuación. Los atractivos y los moderadamente atractivos fueron los mejor valorados. En este punto las hijas demostraron ser más selectivas que sus madres: no consideraron deseables a los poco atractivos ni aunque tuviesen los mejores rasgos de personalidad. Las madres, en cambio, clasificaron a todos los hombres, incluso los menos atractivos, como parejas potencialmente deseables para sus hijas si tenían otras cualidades positivas.