Laura Fuertes, ganadora de los XI Premios MAS en la categoría de Deporte, empezó a boxear con 16 años en su Asturias natal y pronto destacó en competiciones nacionales y europeas. “Siempre me gustaron los deportes de contacto”, asegura. Se adentró en este mundo cuando un amigo la llevó a una velada de boxeo y le hizo una oferta para probarlo en un gimnasio. “Tenía tres meses para descubrir si me gustaba o no, y cuando lo probé, ya no tuve dudas. Me encantaba y me sigue encantando este deporte”. Aunque en ese momento no se planteó dedicarse profesionalmente a ello, recuerda que desde el primer día que pisó el gimnasio se lo tomó “totalmente en serio; iba todos los días a entrenar y tenía en mente ser la mejor y mejorar cada día”. A los 19 años llegó su primera participación en un Campeonato del Mundo, en la India. En el siguiente, en Turquía, se colgó su primera medalla, y en el celebrado el pasado año en Estambul fue la primera española en subirse en el podio con un bronce en la categoría de peso mosca-ligero. El pasado verano se convirtió también en la primera boxeadora española en participar en unos Juegos Olímpicos. Y aunque finalmente cayó en un combate muy igualado frente a la mexicana Fátima Herrera, su nombre ha quedado ya para siempre entre los de las pioneras del deporte español.

La experiencia olímpica, cuenta Fuertes, ha sido “para repetir. Un gran aprendizaje. Para mí fue cumplir un sueño”. En París fue testigo también de la polémica que rodeó a la pugilista argelina Imane Khelif, que finalmente se hizo con el oro olímpico, a cuenta del debate sobre su género.  “Me pone muy triste ver cómo se ha tratado a esta boxeadora, la cantidad de comentarios fuera de lugar y de mal gusto que ha recibido”, señala la asturiana. Ser la primera boxeadora española en participar en una competición olímpica no le supuso un plus de responsabilidad, asegura, “porque sentí el apoyo de mucha gente”, pero Laura Fuertes es muy consciente de que derribó un muro. Espera que haya servido para dar a conocer más esta disciplina deportiva “y que en el futuro seamos más mujeres las que estemos ahí”. El boxeo hizo su debut en los Juegos Olímpicos modernos de 1904, en San Luis (Estados Unidos). Hablamos, claro, del boxeo masculino, porque hicieron falta nada menos de 108 años para que el femenino se incluyera en el programa de este evento.

Fuertes reconoce que, actualmente, es bastante difícil vivir del boxeo femenino en España. En su caso, el hecho de estar en el equipo nacional le permite dedicarse solamente a ello, “pero no todo el mundo tiene tiene esta posibilidad”, admite. En la actualidad, su día a día es, como el de cualquier deportista de élite, bastante rutinario. Entrena mañana y tarde en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Estudia en sus ratos libres, descansa e intenta desconectar de vez en cuando haciendo planes diferentes. Es, además, una de las deportistas del proyecto Universo Mujer de Iberdrola y colabora con la Fundación Bobath de atención a la parálisis cerebral.