Una de cada cinco noticias sobre violencia de género la justifican
LLYC ha analizado 5,4 millones de noticias y 14 millones de mensajes en redes, y los ha comparado con las recomendaciones para informar sobre violencia de género de diversos organismos internacionales

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental a la hora de concienciar, sensibilizar y prevenir a violencia de género. Sin embargo, todavía hoy, el 20% de las noticias publicadas justifican las agresiones y una de cada seis vulnera la intimidad de las víctimas exponiendo datos personales. Además, en general, a través de las noticias sabemos mucho de ellas y poco del agresor: hay un 75% más de menciones a los atributos de las víctimas. Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Desenfocadas: cómo opinar e informar mejor sobre la violencia de género’ realizado por LLYC.
Para la elaboración de este estudio, el equipo de deep learning de la consultora ha analizado durante un año 226,2 millones de artículos de noticias generales, 5,4 millones de noticias sobre violencia de género y 14 millones de mensajes en la red social X relacionados con la violencia de género en los doce países en los que la empresa está presente (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana). En la investigación se han empleado large language models (LLMs- GPT4) para identificar y aislar descriptores dirigidos a víctima y agresor, así como técnicas de procesamiento de lenguaje natural (NLP) en cuatro idiomas para analizar el cumplimiento de las veintiuna reglas de buenas prácticas derivadas de las guías United Nations Development Programme (UNDP) y Mediterranean Network of Regulatory Authorities (MNRA).
A partir de este análisis, LLYC concluye que:
- Los medios hablan más de violencia de género que las redes: de media publican un artículo sobre violencia de género por cada 30 noticias. En la conversación social la frecuencia es 15 veces menor.
- Las noticias conciencian más: los medios destacan en sensibilización, prevención y concienciación dos veces más que las redes sociales. En España el dato es algo más alto: 2,5 veces más.
- En las redes sociales la conversación resulta más sensacionalista: emplean dos veces más términos como ‘brutal’, ‘terrible’, ‘chocante’ u ‘horroroso’ para atraer la atención del lector.
- El foco, casi siempre sobre ellas: El foco se sitúa claramente en las víctimas y no en los agresores. Hay un 75% más de menciones a atributos de ellas (por ejemplo, su edad).
- El 20% de las noticias sobre violencia de género justifican las agresiones. En algunos casos se recurre a argumentos como problemas de adicciones o incluso de provocación por parte de la víctima para intentar explicar los actos violentos del agresor.
- Una insinuación negacionista en medios se multiplica por 4 en redes sociales.
- Una de cada seis noticias expone datos personales que las víctimas preferirían evitar, como profesión, alusiones a la salud mental, descendencia o parentesco. En redes sociales, la intimidad es aún más violentada. Concretamente un 7% más.
- España es el país donde más se habla de violencia de género. De los analizados es el país que las informaciones sobre violencia de género tienen mayor ratio de participación en las redes sociales. La relación de interacción en redes sociales y noticias es un 48% mayor que la media.
- En el caso de LATAM, la violencia de género es destacada en los medios, pero no en redes. Las noticias sobre violencia de género son 25 veces más habituales que las relacionadas con el acoso escolar o los accidentes de tráfico, aunque eso no se traslada luego a la conversación social.
- En Estados Unidos se justifica la agresión dos veces más que la media del resto de países.
La consultora también ha ofrecido a los medios una serie de recomendaciones a la hora de hablar sobre violencia de género.
- Evitar menciones a las adicciones y salud mental del agresor: pueden percibirse como justificantes. Conviene centrarse en hechos concretos que eviten diluir la responsabilidad del agresor.
- Reenfocar la narrativa: enfatizar que la violencia de género nos afecta a todos para resaltar la gravedad del problema.
- Fomentar la sensibilización en redes sociales en los países poco movilizados: utilizar plataformas digitales para difundir mensajes que conciencien sobre la violencia de género.
- Omitir elementos que disculpen al agresor: eliminar personajes cercanos y relatos que defiendan al agresor. Mantener el foco en la gravedad de la violencia de género y su impacto.
- Proteger la intimidad de los niños a menos que hayan sido directamente afectados. No divulgar la existencia de hijos, ya que podría poner en riesgo su privacidad.
- Contextualizar sin atacar la intimidad: evitar nombrar sitios concretos que ataquen la intimidad de la víctima. Garantizar un enfoque respetuoso y ético.
- Evitar menciones socioeconómicas, raciales y étnicas: omitir referencias al estrato social, nivel adquisitivo, razas o etnias tanto del agresor como de la víctima, especialmente en redes.
- Evitar descripciones del estado mental de la víctima ya que podría ser percibido como una justificación de la agresión. Centrarse en los hechos y sus consecuencias.
- Incluir mayor diversidad de voces en las noticias: aumentar la presencia de expertos y profesionales.
- Reforzar la información sobre las consecuencias de la agresión, tanto penales como profesionales y sociales, incluso cuando los involucrados no sean personajes públicos.
En redes sociales recomienda controlar la terminología utilizada y evitar términos sensacionalistas como ‘terrible’ o ‘chocante’. También expresiones dramatizantes como ‘triste’ e inoportunas como ‘desafortunado’. Es esencial evitar el negacionismo al tratar este tema y no minimizar ni individualizar la violencia. También no asociarla a colectivos específicos, porque está demostrado que afecta a personas de todas las procedencias y contextos sociales. Por últimos, LLYC propone, especialmente en el caso de los hombres, expresar en resdes su condena hacia la violencia de género.