“Ahora o nunca”: el plan de la ONU para limitar el cambio climático
El nuevo informe del IPCC concluye que las emisiones de dióxido de carbono podrían reducirse a la mitad en ocho años si actuamos ya

“Es ahora o nunca, si queremos limitar el calentamiento global a 1,5 grados”. La frase, casi un ultimátum, es de Priyadarshi Skea, coordinador del grupo de trabajo que firme el sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el panel de científicos creado por Naciones Unidas para estudiar el problema.
El informe propone una serie de medidas urgentes para atajar la emergencia climática. La primera y más importante es reducir, antes de 2030, las emisiones de dióxido de carbono en un 48% y las emisiones de metano en un tercio. Estos son los dos gases que más contribuyen al calentamiento global.
Será imprescindible una reducción sustancial del uso de combustibles fósiles. Para 2050 habría que eliminar casi totalmente (en un 95%) el consumo de carbón y reducir de forma considerable el de petróleo (en al menos un 60%) y el de gas (en un 70%) respecto a los niveles de 2019. Los expertos de la ONU consideran urgente sustituir el actual modelo energético basado en combustibles de origen fósil (petróleo, gas y carbón), extender la electrificación, mejorar la eficiencia energética y acelerar la transición hacia energías alternativas, como el hidrógeno. El IPCC estima que, a medio plazo, la mayor parte de la producción mundial de electricidad debería provenir de fuentes con cero o bajas emisiones de carbono.
La mala noticia es que estamos lejos del objetivo: las emisiones anuales medias en el periodo 2010-2019 fueron más altas que en cualquier otro decenio previo. La buena noticia, según el organismo de la ONU, es que en la última década también se han reducido hasta en un 85% los costes de la energía solar y eólica, dos de las principales alternativas a los combustibles fósiles.
“Contar con las políticas, la infraestructura y la tecnología adecuadas para permitir cambios en nuestros estilos de vida y comportamientos puede resultar en una reducción del 40-70% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Esto ofrece potencial significativo sin explotar”, aseguró durante la presentación del informe Shukla, que destacó, además, la existencia de evidencias de que "estos cambios en el estilo de vida pueden mejorar nuestra salud y bienestar”.
Según el informe, las ciudades y otras áreas urbanas también ofrecen importantes oportunidades para la reducción de emisiones. Esto puede lograrse a través de un menor consumo de energía (por ejemplo, mediante la creación de ciudades compactas y transitables), la electrificación del transporte y el uso de fuentes de energía de bajas emisiones. Pero el informe advierte también de que reducir las emisiones de dióxido de carbono ya no es suficiente y habrá que acelerar la implementación de tecnologías para absorber el CO2 de la atmósfera.
Como destaca Chair Hoesung Lee, presidente del IPCC, “estamos en una encrucijada. Las decisiones que tomemos ahora pueden asegurar un futuro viable. Tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios para limitar el calentamiento”.
The evidence is clear: the time for action is now. We can halve emissions by 2030. — IPCC (@IPCC_CH) April 4, 2022
The #IPCC has just released its latest #ClimateReport on the mitigation of #climatechange.
Press Release ?? https://t.co/N9cLJFBbnA
Read the report ?? https://t.co/mIdBKgvokWpic.twitter.com/JbvFYy72qf