A solo tres días del arranque de los Juegos Olímpicos de Tokio, la nadadora Ona Carbonell ha publicado en sus redes sociales un vídeo en el que lamenta las restricciones impuestas por las autoridades japonesas que le impedirán llevarse a las Olimpiadas a su hijo cuando todavía está en periodo de lactancia.

La capitana del equipo de natación sincronizada tuvo al pequeño Kai hace un año y su intención era viajar con él al país nipón, pero finalmente no podrá ser así. “Pese a la aparición de algunas noticias que sugerían la posibilidad de que los deportistas pudiéramos viajar a los Juegos Olímpicos de Tokio acompañados de nuestros hijos lactantes o de corta edad, hemos sido informados por las entidades organizadoras de unas medidas sumamente drásticas que imposibilitan esta opción para mí. Tras recibir incontables muestras de apoyo y ánimo para acudir a Tokio con Kai, quería manifestar mi decepción y desilusión porque finalmente tendré que viajar sin él”, escribe Carbonell en el mensaje que acompaña el vídeo.

Efectivamente, como indica la nadadora, tras las críticas de deportistas como la jugadora de baloncesto canadiense Kim Gaucher, que también denunció a través de redes verse obligada a elegir entre “ser una madre que amamanta o una atleta olímpica”, los organizadores de Tokio 2020 anunciaron que los niños lactantes podrían acompañar a las atletas olímpicas. "Dado que los Juegos de Tokio 2020 se llevarán a cabo durante una pandemia, lamentablemente debemos negarnos a permitir en general que los familiares u otros acompañantes de los atletas los acompañen", indicaban. "Sin embargo, después de una cuidadosa consideración de la situación única a la que se enfrentan los atletas con niños lactantes, nos complace confirmar que, cuando sea necesario, los niños lactantes podrán acompañar a las atletas a Japón". En el comunicado se decía que las medidas adecuadas regirían su entrada al país, pero no se especificaba cuáles serían esas medidas. Sí estaba claro que los bebés no entrarían en la Villa Olímpica, a la que solo podrán acceder los atletas y miembros de sus equipos. Los niños deberán permanecer en alojamientos privados aprobados por Tokio 2020.