Enmascarada, desnuda y sexy
La actriz, cantante, directora y productora Itziar Castro nos cuenta cómo se ha adaptado al confinamiento y a la 'nueva normalidad'

“La vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”, dijo una vez John Lennon. En el último número de nuestra revista en papel recopilamos historias de mujeres que, como muchos de nosotros, han tenido que reinventarse para adaptarse al mundo postcoronavirus. Nuestras protagonistas tenían pensadas otras vidas antes de la pandemia, pero el COVID-19 les ha obligado a imaginar otras formas de hacer y de crear. La de hoy es Itziar Castro, actriz, cantante, directora y productora.
Las mascarillas son obligatorias, sí, pero eso no significa que tengamos que perder glamour al ponérnoslas. Pueden ser folklóricas y de lunares; aptas para una noche de rock o para un estreno digno de alfombra roja, e incluso sexis, si una sabe posar con ellas echándole humor. La actriz, cantante, directora y productora Iztiar Castro lo ha demostrado en En casa con Itziar, una serie que ha creado durante el confinamiento para Público TV, la televisión online del diario Público. La hemos visto cocinar platos que le recordaban a su madre, recomendar libros e incluso donar sangre. Todo lo ha hecho ella: la idea, el guion, la grabación y el montaje de los vídeos. Todo con el móvil. Y todo desde su hogar.
“En mis planes para estos meses había viajes internacionales, promociones, rodajes... De todo, menos quedarme en casa”, asegura. Pero ella ha elegido seguir activa en la medida que los limitados metros cuadrados de su céntrico piso en Madrid le han permitido. “En mi casa siempre me enseñaron que ante las adversidades, toca crecerse”, dice. La actriz de Vis a vis también ha colaborado con oenegés para recordarnos la situación de los sin papeles o de las muchas personas en España que han tenido que acercarse a comedores populares para sobrevivir. E incluso se ha sumado al #gettychallenge, el reto viral que más ha pegado durante estas semanas de encierro: recrear obras de arte famosas con atrezo doméstico. Ella eligió convertirse en una de las musas desnudas de Botero, incendiando de paso las redes sociales, que siguen ardiendo cuando una mujer se declara gorda, feminista y lesbiana. Castro asegura que responde a todos los mensajes de odio que recibe y que a veces incluso consigue que sus haters cambien de opinión. No es esta la primera vez que ha mostrado su cuerpo sin nada encima; ya lo hizo en la revista Harper ´s Bazaar para reivindicar su físico y denunciar la gordofobia.
Esta ‘entretenedora’ profesional, como se autodefine, instauró también un bingo dominguero entre sus amigos durante el encierro. Reconoce que jamás juega a cantar líneas, pero a su grupo le pareció una forma divertida de seguir en contacto, reírse y tomarse un algo a distancia. Por si fuera poco, ha escrito sus propios proyectos, historias que irán viendo la luz cuando volvamos a esa ‘nueva normalidad’, un concepto que a ella no termina de convencerle. Castro aboga por “recuperar la vitalidad”, una vitalidad que, visto lo visto, ella jamás ha perdido.
Este artículo se publicó primero en el número diez de nuestra revista en papel.