Un gran salto para el género femenino
El primer paseo espacial protagonizado por dos astronautas mujeres es simbólico por muchos motivos

Las astronautas de la NASA Christina Koch y Jessica Meir hicieron historia este viernes al protagonizar el primer paseo espacial solo de mujeres. Koch y Meir salieron de la Estación Espacial Internacional a las 13.38 (hora peninsular) y durante siete horas y 17 minutos, retransmitidas en vivo por la NASA, trabajaron para reemplazar un cargador de batería, una tarea de lo más rutinaria que, sin embargo, tiene una carga simbólica enorme.
En primer lugar, porque como destacaba Koch en rueda de prensa anterior, ver a las mujeres superando una barrera, haciendo algo que nunca habían hecho, es siempre significativo. "Hay muchas personas que obtienen motivación de historias inspiradoras de personas que se parecen a ellas y eso es un aspecto importante de esta historia", decía.
Me hace mucha ilusión poder ver a @Astro_Christina y @Astro_Jessica realizar el primer paseo espacial solo de mujeres. Son referentes para niñas en todo el mundo. #AllWomanSpacewalkhttps://t.co/ZixvwvbBqN — Pedro Duque (@astro_duque) October 18, 2019
Más importante aún tras el intento fallido de marzo, cancelado poco antes del gran día porque la agencia especial solo tenía un traje de su talla. La Nasa no hizo caso a quienes, como Hillary Clinton, les pedía (en el caso de Clinton, en tono bastante conminatorio) que se dieran prisa en fabricar otro traje, y al final Koch usó el de su tamaño y un hombre, Nick Hague, acabó reemplazando a McClain en esa misión. También eso tuvo bastante de metáfora, en este caso de las dificultades a las que se enfrentan las mujeres que intentan progresar en ámbitos tradicionalmente masculinos, sea un equipamiento pensado para hombres o unas estructuras, un ambiente y una cultura diseñados a su medida.
Make another suit. https://t.co/mu9w13xsi0 — Hillary Clinton (@HillaryClinton) March 26, 2019
La primera mujer en viajar al espacio fue Valentina Tereshkova, que en 1963 completó 48 vueltas a la Tierra en tres días. Tuvieron que pasar casi veinte años para ver a otra mujer salir de la órbita terrestre. Lo logró otra soviética, Svetlana Savítskaya, que viajó en 1982 a bordo de la Soyuz T-7. Unos meses más tarde (y veinte años después del viaje de Tereshkova), los estadounidenses consiguieron mandar a una compatriota al espacio, Sally Ride (las mujeres no fueron admitidas en el programa de astronautas de la NASA hasta 1978).
Un año después, en 1984, Svetlana Savítskaya se convirtió también en la primera mujer en dar un paseo espacial. Otras catorce estadounidenses han seguido sus pasos después, incluidas Koch y Meir, que, por lo tanto, y como ellas mismas se encargaron de recordarle al presidente Trump cuando las llamó para felicitarlas por su logro, no han sido las primeras mujeres en caminar por el espacio.
Pero sí han sido las primeras en hacerlo juntas. En total se han realizado 221 paseos espaciales en la Estación Espacial Internacional pero y en ninguna habían participado más de un mujer. El valor de las pioneras es innegable, pero el auténtico cambio llega cuando son dos, tres o muchas mujeres las que lo consiguen. Por eso ver a Koch y Meir trabajando juntas mientras otra mujer, Stephanie Wilson, las guiaba desde el Centro de Control de la Misión, resulta incluso más simbólico. Un pequeño paso para ellas, un gran salto para todas.
To all those reaching to new heights: yes you can. #AllWomanSpacewalkpic.twitter.com/sPqfcK2ULy — Christina H Koch (@Astro_Christina) October 20, 2019