Pilota como una chica
Ana Carrasco, la primera mujer en ganar un Mundial de Motociclismo, es también una de las campeonas de los Premios MAS

Ride like a girl (Pilota como una chica) es el mensaje que ha lucido en sus camisetas Ana Carrasco durante las celebraciones y las entrevistas que ha hecho tras convertirse en la primera mujer en ganar un Mundial de Motociclismo. Es el último de una larga lista de récords que seguro seguirá ampliando, porque tiene solo 21 años.
Cuando se subió a una moto por primera vez, Ana Carrasco contaba 3 añitos. “Mi padre es mecánico, tiene un taller y antes de que yo naciera estuvo trabajando en las carreras. Tengo una hermana mayor que tiene dos años más que yo. Un día le regalaron una moto a ella, a mí me dio un poco de envidia y me regalaron otra. Al final mi hermana lo dejó, porque no le gustaba, y continué yo sola”. Al principio se trataba de un simple hobby, algo para hacer los fines de semana. Sus padres eran los que la llevaban a correr.
Pero pronto se dio cuenta de que podía ser algo más. “Empecé a pensar en ser profesional a los 13 o 14 años, cuando me dieron la oportunidad de dar el salto al Campeonato de España, que es un poco el paso previo al Mundial”. En 2011 debutó, a los 14 años, en el Campeonato de España de 125. Eso le supuso tener que acostumbrarse a muchas cosas. Para empezar, nunca había estado en un equipo, siempre había ido a correr con su familia. Tuvo, por tanto, que aprender a trabajar en grupo. Las motos también eran más grandes y tuvo que acostumbrarse a que le hicieran entrevistas, a salir en la tele y en los medios. “Sobre todo el primer año fue un proceso de adaptación, pero los resultados desde el principio fueron buenos”. Fue la primera mujer en puntuar en el campeonato.
En el motociclismo, como en todos los deportes, lo habitual es que haya años buenos y malos; de hecho, reconoce entre risas, “hay muchos más peores que mejores”. Pero el esfuerzo es el mismo siempre. “Trabajamos mucho la preparación física, porque estar bien preparado físicamente te ayuda a tener más reflejos. Entreno de cuatro a seis horas al día, entre gimnasio, crossfit, bici y correr. También hago moto casi cada día, mínimo cinco días a la semana. Entreno en karting, con motos más pequeñas que las de la competición [esas pesan 140 kilos]”.
Un par de años después, con 16, se convirtió en la mujer más joven en debutar en el Mundial de Moto3. Allí estuvo tres temporadas. “La primera fue la mejor, porque tenía un equipo más competitivo y una moto mejor. Conseguí ser la primera mujer en la historia en puntuar y fui la octava en Valencia. Hice una temporada bastante buena. A partir de ese momento, por cuestiones económicas, empecé a ir a equipos menos competitivos. Y el tercer año fue especialmente duro, porque tuve dos lesiones graves y corrí prácticamente todo el año sin estar al cien por cien”.
El suyo puede parecer un deporte individual, pero la moto y el equipo que hay detrás pueden ser tan cruciales en una carrera como la pericia del piloto. No basta con tener talento, hay que contar también con lo demás, y Ana asegura que lograrlo, en su caso, ha sido un poco más difícil por el hecho de ser mujer. “Me ha costado mucho encontrar a gente que confiara en que podía ganar. Siempre he conseguido buenos resultados, yo siempre he tenido muy claro que podía estar ganando, pero ha sido un poco difícil encontrar a un grupo de personas que creyeran que yo lo podía hacer y me dieran los medios para conseguirlo. Patrocinadores, equipos, fábricas... Para todos ha sido complicado confiar en que una mujer pudiera ganar el Mundial”. El año pasado debutó en la modalidad de Supersport 300 y ganó su primera prueba en Portugal.
Esta temporada, y ya con el respaldo de Kawasaki, ha sido la definitiva. En el circuito de Magny Cours (Francia) Ana Carrasco se convertía en la primera piloto en ganar un título de la Federación Internacional de Motociclismo, compitiendo con cuarenta varones. Un hecho histórico en un deporte considerado durante décadas ‘para hombres’: de los 2.671 pilotos federados por la FIM, solo 112 son mujeres. Especialmente las categorías de velocidad, donde no hay categoría femenina (en otras como el trial, el enduro o el motocross sí las hay). Carrasco y María Herrera, con la que compitió en Moto3 y ahora en Supersport 300, son en la actualidad los mayores referentes femeninos del motociclismo español.
La temporada ya ha acabado, pero seguro que en las próximas seguiremos oyendo hablar de Ana Carrasco. “Estamos todavía cerrando el proyecto del año que viene, no hay nada claro todavía, pero casi seguro que seguiré siendo piloto de Kawasaki y en el mismo campeonato”. De cara a futuro, sueña alto: “Me gustaría ser piloto de Superbike o de la categoría GP. Pero a eso hay que llegar dando pasos cortos y mejorando mucho”.