Los padres son más atentos con las niñas, pero juegan más con los niños
Así lo indica una investigación que ha monitorizado las interacciones de medio centenar de hombres con sus hijos

Probablemente la mayoría de los padres dirán que tratan igual a sus hijos y a sus hijas, y es posible que así lo crean, aunque al parecer hay sutiles diferencias. Para comprobarlo, investigadores de la Universidad de Emory han analizado las interacciones de 52 hombres con sus hijos (30 niñas y 22 niños). Los padres llevaron un pequeño ordenador de mano en sus cinturones durante dos días: uno laborable y otro del fin de semana. El dispositivo grababa durante cincuenta segundos, cada nueve minutos, los sonidos del entorno. También se les pidió que lo dejaran cargando en la habitación de sus hijos por la noche para poder registrar las interacciones nocturnas.
A partir de las grabaciones los investigadores concluyeron que los padres con hijas se muestran más atentos y responden antes a sus necesidades. Además, les cantan más a menudo, hablan más abiertamente con ellas sobre emociones y son más dados a usar palabras que aluden a estados emocionales, como llanto, lágrimas o soledad. En cambio, juegan más con los niños y en sus conversaciones con ellos son más frecuentes las palabras vinculadas al éxito logros y al éxito, como orgullo, triunfo y superior.
En una segunda prueba, los progenitores se sometieron a resonancias magnéticas para medir su respuesta neuronal a las fotos de las expresiones faciales (felices, tristes o neutras) de sus hijos. Ante la tristeza, todos respondieron igual, pero sí se registraron diferencias en el caso de la felicidad: los padres de niñas experimentaron una mayor respuesta a sus caras de felicidad que los de los niños.
Según los autores del estudio, está claro que los progenitores se comportan de manera distinta con sus hijos en función de si son niños o niñas. Lo que no está tan claro es si esas diferencias se deben a una predisposición biológica o son fruto de los hábitos y usos sociales.