Tejidos con algas, ortigas o bambú: así innova Pyratex para cambiar la industria de la moda
Regina Polanco, fundadora de Pyratex, ha sido la ganadora de los XII Premios MAS en el apartado de Emprendimiento

Regina Polanco, ganadora de los Premios MAS este año en el apartado de Emprendimiento, estudiaba el último año de Derecho en el CEU San Pablo cuando, en 2014, tuvo la idea de Pyratex, aunque para que el proyecto arrancase de forma efectiva fueron necesarios cuatro años y un intenso proceso de I+D que la llevó a participar en programas de incubadoras y aceleradoras en Alemania, Francia y España. La empresa se dedica a crear tejidos sostenibles a partir de fibras naturales como flores, ortigas, bambú, algas o residuos agrícolas de la producción de plátano. Pyratex compra esas fibras en países como India, Nepal o Indonesia (contribuyendo de paso a sus economías locales) y, a través de su red de partners industriales, los convierte en hilos y tejidos. Esas empresas, utilizan la tecnología de Pyratex para producir los tejidos finales (desde su fundación, la empresa ha desarrollado y patentado más de veinte tejidos innovadores). El textil resultante lo vende posteriormente a las empresas, que lo utilizan para crear sus colecciones más sostenibles. Marcas nacionales como Adolfo Domínguez, Pedro del Hierro, Loewe o Camper e internacionales como Ganni, Etam, Philip Lim o Asics forman parte de su cartera de clientes.
¿De dónde sacaste la seguridad para lanzarte a emprender tan joven?
Desde muy joven he querido contribuir con soluciones innovadoras a los retos que enfrenta la sociedad. Siempre me había llamado la atención la falta de evolución en los materiales con los que hacemos nuestra ropa. Sí, hay mucha creatividad en el diseño, pero no en los ingredientes. La seguridad fue naciendo de los pequeños hitos que iba logrando, el apoyo de programas de incubación y aceleración en los que participé y de personas que creyeron en mí, tanto a nivel personal como profesional.
¿Cómo nació la idea de Pyratex?
Surgió de observar la desconexión que existe entre los materiales que utilizamos diariamente y el impacto que generan en el planeta. Quería crear una alternativa que no solo fuera sostenible, sino también funcional y estética, partiendo de fibras naturales y tecnología textil avanzada.
“Quería crear una alternativa que no solo fuera sostenible, sino también funcional y estética, partiendo de fibras naturales y tecnología textil avanzada”
¿Qué distingue a vuestros tejidos?
Su enfoque integral: combinan innovación técnica, sostenibilidad certificada y versatilidad estética. Utilizamos fibras naturales y procesos respetuosos, logrando materiales con propiedades funcionales, como termorregulación o absorción de humedad, y una trazabilidad total.
¿Transformar fibras naturales en tejidos funcionales ha supuesto un gran reto técnico?
Absolutamente. Tradicionalmente, las fibras naturales han presentado limitaciones para aplicaciones técnicas. Superar ese reto ha implicado investigación constante y colaboraciones con laboratorios, así como una adaptación de los procesos industriales para respetar las propiedades intrínsecas de cada fibra.
Hoy colaboráis con grandes marcas internacionales. ¿Cómo de difícil ha sido convencerlas de apostar por una alternativa?
Ha sido todo un proceso de concienciación y confianza. En muchos casos, las marcas sabían que necesitaban cambiar, pero no tenían claro cómo. Mostrar resultados tangibles y ofrecer un acompañamiento transparente ha sido clave para que apuesten por nuestras soluciones.
“Los tejidos alternativos tienen potencial para convertirse en la norma”
¿Crees que existe realmente conciencia en la industria de la moda sobre la necesidad de un cambio profundo?
Creo que hay una mayor conciencia, pero aún queda un largo camino por recorrer. Muchas empresas reconocen la urgencia, pero las acciones deben ir más allá de la comunicación y reflejarse en decisiones estructurales e inversión en materiales y procesos responsables.
¿Los tejidos alternativos serán algún día la norma y no la excepción?
Sí, estoy convencida de que los tejidos alternativos tienen potencial para convertirse en la norma, a medida que las tecnologías se desarrollan y los consumidores exigen mayor transparencia y sostenibilidad. El cambio es progresivo, pero irreversible.
¿Qué ha sido lo más difícil de emprender y lo más gratificante?
Lo más difícil ha sido mantener la resiliencia frente a la incertidumbre y los desafíos técnicos y comerciales. Y lo más gratificante, ver cómo una idea se convierte en realidad, genera impacto y construye una comunidad de personas que creen en la transformación positiva.
“Los logros sostenibles requieren tiempo, flexibilidad y estar abierta a rediseñar el camino según las circunstancias”
¿Qué has aprendido en el proceso que te hubiera gustado saber al empezar?
He aprendido la importancia de rodearse de un equipo diverso y comprometido. También que los logros sostenibles requieren tiempo, flexibilidad y estar abierta a rediseñar el camino según las circunstancias.
¿Dónde te gustaría ver a Pyratex en diez años?
Me gustaría ver a Pyratex liderando la transición hacia una moda regenerativa, colaborando con referentes globales y ayudando a que los materiales respetuosos con el entorno sean accesibles y cotidianos a nivel mundial. Nuestro sueño es que un día, solo con leer en una etiqueta ‘Pyratex’ el consumidor sepa que ese producto garantiza unos valores de calidad, transparencia y funcionalidad.



