Marta Panera (Foreo): “Regodearte en lo mal que ha salido una campaña o el mal día que has tenido no ayuda”
La directora de marketing y comunicación de Foreo se enfrenta a las 21 preguntas de MAS Directivas

Ella misma explica que su especialidad es “levantar departamentos de marketing desde cero y lanzar marcas en países donde son desconocidas, llevo haciendo esto desde los 25 años”. En la actualidad, Marta Panera es responsable de marketing y comunicación de la empresa sueca de belleza Foreo, donde ha pasado los últimos siete años. Antes fue, entre otras cosas, la primera directora de marketing de Showroomprivé fuera de Francia. También es miembro de Women in Tech Spain y participa en distintos programas como profesora de marketing digital y ecommerce.
¿Qué querías ser de pequeña? De pequeña quería ser corresponsal en otros países. De hecho, estudié Periodismo y Comunicación Social precisamente por esta razón. En el colegio teníamos una actividad recurrente que consistía en leer la prensa en casa y escuchar las noticias y después las analizábamos. Ahí comenzó todo, y con el tiempo, del periodismo pasé al marketing. Al final, el ejercicio de ambas se centra en contar historias consistentes.
¿Cómo recuerdas tu primer día de trabajo? Mi primer día de trabajo como periodista fue como becaria en una agencia regional de noticias de comunicación. La oficina estaba en Valladolid y hacía muchísimo frío. Me encargaba de redactar pequeños artículos sobre noticias que habían pasado en Castilla y León. También recuerdo que tuve que repartir unos regalitos de Navidad (unas mantelerías) a todas las consejerías de la Junta de Castilla y León, que estaban repartidas por distintos puntos de la ciudad. Era invierno y recuerdo pasar mucho frío, tenía que ir andando y llovía día sí y día también. Aprendí una lección que después he puesto en práctica con todos los becarios que he tenido en mis equipos:las empresas tenemos una responsabilidad de formación que hemos de tomarnos en serio con las personas de prácticas que vienen a aprender, no a suplir al departamento de administración o al de logística.
Descríbete con tres adjetivos. Optimista, innovadora e incansable. Optimista, porque intento no quedarme con lo negativo de cualquier situación, sino buscar las posibles soluciones. Regodearte en lo mal que ha salido una campaña o el mal día que has tenido no ayuda. Cuando pasa algo negativo, hay que coger el toro por los cuernos y buscar soluciones para salir de ese trance. Innovadora, porque lo llevo en el ADN, me encanta aprender, diseñar nuevas soluciones, conocer nuevas herramientas tecnológicas para mejorar la eficiencia. Para mí, la innovación no es solo una tabla sobre la que navegar en el departamento de marketing o de ecommerce sino algo que disfruto y es parte de mis core values. E incansable, porque, realmente, tengo mucha energía. No me canso con facilidad, especialmente cuando estoy realizando tareas con las que disfruto, ya sea crear una estrategia CRM, diseñar un plan de CRO para ecommerce, dar clase, etcétera.
¿Tienes algún talento secreto? Me encanta aprender y afortunadamente tengo facilidad para ello.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido nunca? “Lo escrito se lee”. Es un consejo que me ha dado mi padre desde pequeña y que en el entorno laboral ha sido útil en varias ocasiones. Es como “tirar de hemeroteca”. Todo lo que está escrito es susceptible de revisión, porque, a veces, a las palabras se las lleva el viento.
Elige una mujer cuya carrera te haya inspirado. En la universidad Angels Barceló fue para mí una fuente de inspiración, porque fue la primera mujer que ejerció como editora y presentadora de un informativo de televisión. Esto fue una revolución. Antes las presentadoras se limitaban a leer, no asumían el control y la dirección de los informativos: el tipo de noticias de las que se iba a hablar, el cómo, el cuándo, el quién… Sí había muchos hombres con ese doble rol, pero ninguna mujer. Angels Barceló no solo presentaba y daba bien en cámara, sino que dirigía lo que ocurría. Ella estaba en la estrategia, planificaba, definía qué se emitía, etcétera.
Y una empresa (que no sea la tuya) que admires especialmente. Cualquier pyme española que sea rentable, competitiva en el mercado internacional y con un equipo de trabajo satisfecho merece mi admiración.
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional hasta la fecha? No puedo elegir uno, mi especialidad es levantar departamentos de marketing desde cero y lanzar marcas en países donde son desconocidas, llevo haciendo esto desde los 25 años. Mi primer trabajo en el sector del negocio digital fue lanzar una app similar a WhatsApp cuando la penetración de los smartphones en España era inferior al 5%. Necesitábamos conseguir cuota de mercado para captar después la atención de los inversores en Estados Unidos, que era el verdadero objetivo. En cada empresa en la que he trabajado he tenido que realizar esa labor, y siempre es un reto. Independientemente del sector, se necesita una cantidad ingente de energía, motivar al equipo, tener un ojo siempre en los números y otro en el crecimiento de la marca, adaptarse a las circunstancias de manera estratégica para no perder momentum, saber pivotar y tener contentos a los usuarios, al equipo y a los inversores. Y si encima le añadimos el componente internacional, con personas de distintos países y formas muy diversas de comunicarse y trabajar, el resultado es un cóctel que hay que saber navegar.
Si pudieras cambiar una cosa de ti, ¿cuál sería? ¿Pueden ser algo físico? Me encantaría no tener miopía, por ejemplo. En lo laboral, quizás haber trabajado en China cuando se produjo el boom de los expats en el gigante asiático.
¿Cuál es el mejor cumplido que te han hecho? Viví durante muchos años en Castilla, así que tengo un cierto carácter castellano para esto de los cumplidos. Recuerdo, hace unos años, un CEO que comentó que podía contar conmigo para cualquier proyecto nuevo porque no me daban miedo los retos. Creo que, en realidad, lo que ocurre es que me enfrento a los proyectos siempre desde el plano de la búsqueda de soluciones. Cuando tienes claro que encontrar la solución es cuestión de tres variables: tiempo, trabajo y equipo, sabes que cualquier camino se puede recorrer.
¿A qué hora te has levantado esta mañana? A las 7.00. Suelo despertarme a esta hora, tomar un descafeinado con leche de avena y proteína y, a partir de ahí, prepararme para ir al trabajo. En ocasiones voy andando. Son 40 minutos que utilizo para escuchar podcasts sobre marketing o ecommerce. En verano voy y vuelvo en bici. Realmente envidio cómo en otras ciudades como Amsterdam, París, Viena, etcétera, las personas usan la bici de manera diaria. Yo atravieso el barrio Salamanca para ir a la oficina y la verdad es que cada vez veo más hombres y mujeres con traje en bici, lo que significa que va calando no solo entre la gente más joven, sino también entre los ejecutivos. La primera directiva que conocí y que iba y volvía en bici al trabajo fue Valeria Domínguez, que en una charla hace un tiempo compartió que durante sus años al frente del negocio digital en Adolfo Domínguez utilizaba la bici para ir a las oficinas.
Si tuvieses que elegir una profesión diferente, ¿cuál sería? Investigadora científica. De hecho, fue la profesión que me aconsejaron en el instituto. Los últimos años de instituto tuvimos las típicas sesiones con los orientadores que hacían tests, hablaban con los alumnos, etcétera, y a mí me recomendaron que tomara ese rumbo. En ese momento creí que se habían equivocado, pero con el paso de los años, conociéndome mejor a mí misma, creo que no iban muy desencaminados. Me encanta el análisis de datos y encontrar aquellas claves que puede desarrollar la empresa para mejorar la fidelidad de los clientes, la rentabilidad, descubrir variaciones en el comportamiento de la audiencia por segmentos… Siempre digo que para mí, analizar datos es como hacer sudokus en el trabajo. Lo importante después es trasladar esa información que se consigue a las campañas de marketing, a las creatividades, a los mensajes clave, que es una parte mucho más creativa con la que también disfruto.
¿Qué te hace reír? Mi marido. Es la persona más irónica que conozco.
¿Y lo que más te enfada? La mentira, no nos lleva a ningún lado. A nivel laboral entorpece la consecución de los objetivos y dificulta el trabajo en equipo impidiendo encontrar soluciones.
¿Sin qué objeto no podrías vivir? Sin el dispositivo Foreo de microcorrientes. Bueno, en realidad, sería sin mis gafas (o mis lentillas). Soy miope desde los 6 años, literalmente no podría valerme sin ellas.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de la infancia? Estar en casa de mis abuelos. Mis mejores recuerdos de la infancia siempre van unidos a ellos.
Recomiéndanos un libro, un disco, una serie y una película. Un libro: 1984. Una serie: Fargo, de Noah Hawley. Una película: The Matrix I, de los hermanos Wachowski, marcó a toda una generación
¿Qué experiencia que todavía no hayas vivido te gustaría vivir? A nivel laboral, quizás trabajar en una empresa norteamericana. He trabajado fundamentalmente para empresas europeas no españolas y disfruto mucho con la multiculturalidad. Quizás me falta experimentar el modo de trabajo de los Estados Unidos. A nivel personal, he plantado un árbol, he escrito un libro y tengo una gata, creo que añadiría poder vivir en un entorno más natural en unos años.
¿Cuál es tu lugar feliz? Un pueblecito en la montaña central de León, La Mata de Curueño, donde el tiempo pasa lentamente y rodeado de naturaleza, ríos, montaña, valles y familia.
¿Qué país te gustaría visitar? Me encanta viajar y este año he visitado Kirguistán, que es el país que tenía en mi lista desde hace un tiempo. Después, quizás diría que Mongolia. La inmensidad y la tranquilidad de las llanuras es algo que me atrae.
¿Dónde te ves dentro de diez años? Me veo en el ámbito de la inteligencia artificial y, a ser posible, teletrabajando desde las montañas de León.