“Continuaremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para proteger nuestros océanos”
Jesús Abia, director general de Biotherm
La sostenibilidad se ha convertido en un must en la industria de la belleza, pero para algunas marcas como Biotherm, el compromiso verde (en su caso, más bien azul) no es ninguna novedad. La firma francesa celebra este año su 70 aniversario reforzando sus esfuerzos para proteger los mares.
En el agua está el origen de la vida y también el de la marca cosmética Biotherm. Su nacimiento está ligado concretamente a las aguas termales de Molitg-les-Bains, en el corazón del Pirineo francés, un lugar al que, cuenta la leyenda, acudían los antiguos guerreros romanos para curar sus heridas. Fascinado por los efectos de esas aguas ‘milagrosas’, Jos Jullien, un médico militar que dedicó su vida a investigar tratamientos regeneradores, llegó a la conclusión de que su secreto residía en el plancton que abundaba en ellas. Jullien empezó entonces a trabajar con la bioquímica Jeanine Marissal para desarrollar fórmulas cosméticas que incorporaran este ingrediente, registrado como life plankton y presente en la mayoría de las fórmulas de la marca. De esta forma fundaron, en 1952, Biotherm.
Devolver al agua todo lo que nos da no es solo, por tanto, uno de los lemas de la empresa, sino también un reconocimiento de la deuda que la firma, adquirida por el Grupo L’Oréal en 1970, tiene con el líquido elemento. El respeto por el medio ambiente y la protección de los océanos han sido uno de los ejes de la estrategia de Biotherm durante sus setenta años de vida. “Nuestra filosofía ‘Blue beauty’ (o ‘Belleza azul’) se basa en décadas de conocimientos científicos en el ámbito de la biotecnología y una serie de compromisos muy ambiciosos en materia de sostenibilidad”, explica Jesús Abia, director general en España. En la actualidad, la marca trabaja en cuatro áreas con el objetivo de reducir al máximo su huella medioambiental: utilizar ingredientes naturales, eficaces, renovables y sostenibles; minimizar el impacto de sus fórmulas en la vida acuática a través de fórmulas biodegradables (porque cuando nos bañamos en un río o playa dejamos tras nosotros un rastro de protector solar, crema hidratante, gel, champús, etcétera); emplear materiales reciclados y sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor, desde el packaging a la comercialización, y proteger los océanos, creando alianzas con expertos en la materia.
Desde 2012, su programa Water Lovers trata de concienciar a los consumidores sobre la importancia de conservar nuestros mares. “Creemos que únicamente con el desarrollo de productos responsables con el medio ambiente no generaremos el impacto suficiente que nuestros océanos necesitan”, reconoce Abia. “Por ello, la marca colabora regularmente con ONG, artistas, activistas y water lovers de renombre internacional con el fin de remover conciencias e impulsar acciones que nos lleven a cuidar y respetar las aguas de nuestro planeta”. Un ejemplo es su colaboración con Mission Blue, la organización de la bióloga marina Sylvia Earle. Gracias a este proyecto han podido salvar ocho hope spots o zonas de esperanza protegidas, en las que actúan para recuperar la flora y la fauna amenazada. “Tenemos suerte, porque dos de ellas están en España, en concreto, en Formentera. La octava, en La Gomera, se unirá a la red este 2022. Continuaremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para proteger nuestros océanos”, asegura el director general de Biotherm.
A nivel local, y en colaboración con Ecoalf, la empresa ha puesto también en marcha el proyecto Limpia Ríos, Salva Océanos. “Hemos unido fuerzas para ir al origen del problema: los ríos. Es allí donde se generan muchos de los residuos que después llegan a los mares. El objetivo fundamental es que los ciudadanos se conciencien del daño ambiental que produce la basuraleza”. Este neologismo, basuraleza, se refiere a los desechos generados por el ser humano y abandonados en el entorno. El impacto de esos residuos sobre la vida marina (especialmente el plástico, que supone el 80% del total) está ampliamente documentado a nivel científico. Algunos análisis indican que el 40% de los cetáceos y el 90% de las aves marinas han ingerido plásticos.
“Empezamos en el río Jarama y la idea es ir ganando experiencia, aprendiendo e incorporar nuevos ríos durante los próximos tres años”, explica Abia. “De hecho, este mes de mayo hemos empezado a trabajar también en el Tajo”. Los voluntarios de Biotherm y la Fundación Ecoalf se unen a los vecinos de los municipios cercanos de esos ríos para limpiar sus cauces de basura. Además, llevan a cabo, en colaboración con los ayuntamientos, campañas de sensibilización para concienciar a la ciudadanía sobre el problema de la basuraleza. Por último, voluntarios y técnicos de Libera (una iniciativa conjunta de SEO/BirdLife y Ecoembes) realizan muestreos para obtener datos sobre la tipología y abundancia de residuos, al tiempo que se hacen trabajos de restauración en tramos concretos del río.
Dentro de los actos de celebración del 70 aniversario, Biotherm también inaugurará este mes de junio un laboratorio en el Instituto Oceanográfico de Mónaco, institución de la que es su principal socio ejecutivo. “Junto al Instituto, apoyaremos campañas a favor de los océanos, movilizaremos a nuestra red mundial de expertos en la toma de decisiones y aumentaremos la concienciación pública acerca de la frágil situación en la que se encuentra actualmente nuestros mares”, indica Abia. “Para Biotherm, que originalmente tenía su sede central en Mónaco, la inauguración de este espacio para la investigación representa una vuelta a casa”.
Este verano verá también la luz un nuevo sistema de etiquetado para los productos de la marca que, a partir de ahora, recibirán una puntuación, entre la A y la E, en función de su sostenibilidad. “Queremos informar con claridad sobre el impacto medioambiental y social de cada producto, permitiendo al consumidor decidir de forma más consciente a la hora de adquirir un producto. La transparencia es en la actualidad uno de los objetivos primordiales de la marca”, indica su director general.
Líder en cosmética masculina
A lo largo de estas siete décadas, la firma se ha convertido en un referente en tratamientos de rostro, cuerpo y solares, pero si hay una categoría en la que se ha hecho especialmente fuerte es en la de cosmética masculina, que lidera con la línea Biotherm Homme. El joven actor Miguel Bernardeau, protagonista de la serie de Netflix Élite, es el nuevo embajador de la marca. “El hombre español ha evolucionado mucho en estas últimas décadas en lo que se refiere a cosmética”, asegura Abia. A su juicio, el futuro de la belleza masculina vendrá marcado por la innovación y soluciones tecnológicas que permitan un diagnóstico más personalizado, sin olvidar, por supuesto, la sostenibilidad. “Es cierto que el mercado femenino es más avanzado, pero estamos convencidos de que el consumidor masculino irá poco a poco adoptando los gestos que ya son esenciales en el ritual de la mujer: un limpiador, un sérum, una crema específica de ojos y un tratamiento específico para el rostro (hidratación, antiedad, etcétera)”. Él mismo ya incluye esos pasos en su rutina diaria de cuidado facial, que empieza con los productos para el afeitado. “Para continuar, trato la piel con el gel y el sérum de Force Supreme, que es la referencia de sérum antiedad más vendida en España, en otras palabras, el antiedad por excelencia en nuestro país. Y termino mi puesta a punto con un contorno para descongestionar la zona bajo los ojos”.
Este reportaje se publicó primero en la edición número 15 de Mujeres a Seguir en papel.
