Tras la reorganización, la carrera de María Ruiz Andújar siguió en línea ascendente. Asumió la dirección del CRM, producto, clientes, marketing y, en la actualidad, la de desarrollo de negocio. Desde 2015 es también miembro del comité de dirección de la entidad. “Ese fue un gran paso para mí”, reconoce. “En mi caso siempre ha sido un hombre el que me ha empujado en mi carrera. Ese es un papel que ellos también tienen que asumir. Rami y otros jefes que he tenido, como Matías Sánchez, que ahora está en Chile, han tenido una gran responsabilidad en mi trayectoria. Me han ayudado y promovido según iba teniendo resultados”. Especialmente, el actual consejero delegado, a quien cita como principal mentor junto a su padre. “Con él he aprendido mucho. Me ha exigido muchísimo y me ha hecho ser mejor profesional”.

Desde su posición actual, Ruiz Andújar ha participado activamente en el lanzamiento de Generación 81, un ambicioso proyecto que tiene un doble objetivo, por un lado, convertir al Santander en la primera marca financiera para las mujeres en España y, por el otro, promover el rol de la mujer. Para empezar, como sujeto de toma de decisiones financieras, lo que en realidad es una victoria bastante reciente.

A mediados de los setenta se equipararon los derechos de ambos géneros a la hora de tomar decisiones a nivel patrimonial, pero no es hasta el año 81 cuando se logra esa igualdad en las sociedades gananciales y los matrimonios. “Llama la atención que hasta hace relativamente tan poco no existiera independencia ni siquiera para la gestión de bienes en el matrimonio”, observa Ruiz Andújar, que insiste, además, en que es un asunto capital: “La independencia económica, de toma de decisiones financieras y el tener una educación sobre estas cuestiones son cosas muy relacionadas con la capacidad de poder desarrollarte como mujer y profesional”.

Sobre todo, porque, aunque las cosas hayan avanzado desde los ochenta hasta ahora, las repercusiones de esa desigualdad histórica todavía se sienten hoy, como efectivamente ha comprobado el Santander. “Detectamos un desequilibrio entre hombres y mujeres entre nuestros clientes. Nos dimos cuenta de que estábamos un poco alejados de las clientas y empezamos a ver que existen diferencias de comportamiento. Por ejemplo, cuando hablamos de las primeras y segundas titularidades. El 70% de los segundos titulares son mujeres. Para mí son igual de importantes un primer y un segundo titular, pero históricamente el hombre ha sido, por defecto, el que ha tenido esa relación en primera persona con el banco y eso ha generado cierta distancia con las mujeres. Nos dimos cuenta de que todo esto tiene implicaciones a nivel de comunicación, de servicio, de gestión comercial y de que había que resolver ese desequilibrio”.

Analizando el gasto en tarjetas han constatado también que el patrón de gasto en consumo sigue siendo muy diferente: ellas gastan más en alimentación, grandes superficies y comercio, y en el caso de ellos, el gasto en restauración y viajes es muy superior. En la investigación que han hecho al respecto han encontrado también diferencias en cuanto a las preocupaciones y la aversión al riesgo. Las mujeres son, por lo general, más conservadoras con el dinero y están menos dispuestas a invertir en productos financieros con mayor riesgo. “Eso también delimita sus posibilidades del ahorro a largo plazo. Es algo que tenemos que trabajar para que puedan rentabilizar mejor sus ahorros a futuro”.

Por ello han lanzado una oferta financiera específica para ellas que incluye una cuenta corriente, una tarjeta bonificada, un seguro de vida y de protección familiar (que entre otras cosas atiende los casos de cáncer de mama y ofrece servicios adicionales como la orientación médica pediátrica y ginecológica) y un fondo de inversión, Santander Equality, que apoya a empresas que promueven la igualdad. También han estrenado una nueva estrategia comunicativa que invita a reflexionar sobre los distintos mensajes que niños y niñas reciben desde que nacen.

Porque más allá de la oferta comercial, el objetivo es apoyar el rol de la mujer visibilizando modelos de referencia femeninos, rompiendo estereotipos de género, trabajando en la formación financiera de las mujeres y promoviendo su carrera profesional y emprendimiento. Lo harán a través de programas de mentoring, becas y alianzas con empresas que promuevan la igualdad. Aquí se enmarca también el acuerdo de colaboración que han cerrado con Disney y que, bajo el lema Juntos cambiamos el cuento, se plasmará a lo largo del año en productos financieros y campañas protagonizadas por las protagonistas femeninas de los próximos estrenos de Disney: Capitana Marvel, Aladdin, Toy Story 4 y Frozen 2.

“No es solo una campaña de marketing ni mucho menos, es una causa en la cual todas en el banco creemos. Casi el 50% de nuestra plantilla son mujeres y todas hemos entendido su importancia. Ha generado una especie de unidad interna”. Muchas de las trabajadoras del banco, incluida la propia María Ruiz Andújar, se han implicado en un programa para mentorizar a chicas jóvenes. “Es maravilloso lo que está surgiendo de ese programa, estamos muy orgullosas. Te das cuenta de que con poco puedes ayudar mucho. A veces basta con una conversación, ponerles un espejo delante y demostrarles que es posible”.

Este reportaje se publicó primero en la última edición de nuestra revista en papel.