Bondadosas, abnegadas, rebeldes o terribles: un repaso a las grandes madres de la literatura

La maternidad ha sido un tema recurrente en la historia de la literatura

Susan Sarandon interpretó a Marmee en la versión de 1994 de 'Mujercitas'.

Son muchos los autores, entre ellos, algunas de las grandes plumas de la historia, que han intentado retratar, con mayor o menor acierto, los desafíos de la crianza y las complejidades de la relación maternofilial. Ese esfuerzo nos ha dejado personajes de todo tipo. Muchos, construidos a partir del arquetipo de madre cariñosa y entregada capaz de cualquier cosa por su progenie, pero también madres atípicas que rompen moldes y algunas incluso verdaderamente terribles.

Si nos remontamos a los orígenes, hay que hablar de las tragedias griegas, que en algunos casos exploraron el lado más oscuro de la maternidad. El ejemplo paradigmático es Medea, probablemente la madre más cruel de la literatura, que mata a sus hijos para vengarse de su marido por abandonarla y casarse con otra. La tragedia de Eurípides dio incluso nombre a lo que en psicología se conoce como ‘síndrome de Medea’, cuando un progenitor decide dañar a su hijo para hacer daño a su pareja, un tema, el de la violencia vicaria que dos milenios después sigue tristemente de actualidad.

Gertrudis, reina de Dinamarca y madre del príncipe Hamlet, con el que mantiene una relación turbulenta, es otra de las madres más controvertidas de la literatura. En la inmortal obra de Shakespeare, Gertrudis se casa con Claudio, hermano de su marido, después de que este asesinara al rey, lo que provoca el resentimiento de su hijo. Las interpretaciones sobre el personaje han variado a lo largo de la historia, desde las que la consideran posible cómplice del asesinato de su marido y responsable principal del conflicto interno de Hamlet, hasta el análisis, defendido por algunas críticas feministas, que argumentan que no hay pruebas que sugieran que Gertrudis fuera una adúltera o estuviese al tanto de los planes de Claudio. Según esta interpretación, ella simplemente se adaptó a las circunstancias de la muerte de su marido, actuando por el bien del reino.

Avanzando en el tiempo, la literatura del XIX nos dejó grandes personajes femeninos y también madres de lo más variado. Algunas egoístas y ausentes, como Emma Bovary, que no duda en poner su felicidad por delante de su familia. Pero también era habitual en esa época el modelo de madre bondadosa y cariñosa que representa como pocas la Marmee de Mujercitas. La icónica obra de Louisa May Alcott fomenta lo que en aquella época se consideraban las virtudes femeninas. Salvo algún destello de rebeldía o carácter, fundamentalmente en el personaje de Jo, Mujercitas celebra los roles de género tradicionales, y el personaje de la madre, dulce, comprensiva y entregada, es el mejor ejemplo de ello. Si hablamos de madres sacrificadas, no podemos olvidar tampoco a la Fantine de Los miserables. Obligada por las circunstancias, Fantine llega a prostituirse o vender su pelo y sus dientes para sacar adelante a su hija, Cossette.

La literatura española también nos ha dejado unas cuantas madres para el recuerdo. La maternidad es uno de los temas centrales de la algunas de las grandes obras de Federico García Lorca. Si Yerma gira en torno a la imposibilidad de una mujer de tener descendencia, la protagonista de La casa de Bernarda Alba es una madre tiránica que ejerce un control absoluto sobre sus cinco hijas. La obra más conocida del autor granadino es un certero retrato de la España profunda del siglo XX, una sociedad violenta, religiosa y profundamente patriarcal, en la que las apariencias lo eran todo y las mujeres pintaban más bien poco.

La Doña Perfecta de Galdós es otra madre despótica que llega a sabotear la relación entre su hija, Rosario, y su sobrino, pese a la atracción que existe entre los jóvenes y a que inicialmente ella misma había proyectado el matrimonio. Se trata de una de las obras tempranas más importante de Galdós, publicada en 1876, sesenta años antes de la gestación de Bernarda Alba y son muchos los críticos que han establecido conexiones entre ambos personajes.

Es fácil notar que hasta el momento hemos hablado, salvo alguna excepción, de personajes nacidos de la pluma de escritores varones, protagonistas absolutos, hasta hace no mucho, del canon literario. Afortunadamente, en los últimos años las mujeres han ido ganando peso también en el ámbito de las letras, y esto se ha dejado sentir tanto en el tipo de historias que se cuentan como en la construcción de los personajes. Una de las principales autoras del siglo XX, Doris Lessing, es también una de las que mejor ha conseguido retratar las complejidades de la maternidad contemporánea. Lo hizo, por ejemplo, en El cuaderno dorado, su obra más emblemática. La propia autora tuvo una relación complicada con la maternidad. En 1943, con solo veintiún años, Lessing se fue de casa dejando atrás a sus dos primeros hijos (después tendría un tercero), que por entonces eran apenas unos bebés.

Hablando de madres poco convencionales, en la impresionante Tú no eres como otras madres, Angelika Schrobsdorff reconstruye la vida de su madre, Else, una joven alemana procedente de una familia de la burguesía judía que anhelaba la libertad por encima de todo. Tuvo tres hijos de tres hombres diferentes y vivió dedicada a las fiestas, los viajes y el amor hasta que los horrores del nazismo y el exilio dieron un vuelco a su vida.

Cerramos el repaso con Apegos feroces, otra historia real, la de la relación entre Vivian Gornick y su ya anciana madre, con la que se reúne de forma habitual para pasear por las calles de Manhattan. En el transcurso de esos paseos llenos de reproches y complicidades, Gornick recuerda los dos modelos femeninos que marcaron en su vida: su entregada, aunque neurótica madre, y su joven vecina, una joven viuda que busca validación constante en su relación con los hombres.  

Tu privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios con fines analíticos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación y para incorporar funcionalidades de redes sociales. Podrás cambiar de opinión y modificar tus opciones de consentimiento en cualquier momento al volver a esta web y accediendo a la página Política de Cookies.

Panel de gestión de cookies

✓ Permitir todas las cookies
✗ Denegar todas las cookies
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Usualmente están configuradas para responder a acciones hechas por usted para recibir servicios, tales como ajustar sus preferencias de privacidad, iniciar sesión en el sitio, o llenar formularios. Usted puede configurar su navegador para bloquear o alertar la presencia de estas cookies, pero algunas partes del sitio web no funcionarán. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Cookies técnicas

✓ Permitir
✗ Denegar
Las cookies estadísticas nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio.

Google Analytics

Ver sitio oficial
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Estas cookies pueden ser añadidas a nuestro sitio por nuestros socios de publicidad/medios sociales. No almacenan directamente información personal, sino que se basan en la identificación única de tu navegador y dispositivo de Internet para ofrecerle compartir contenido en los medios sociales o para mostrarte contenido o anuncios relevantes en nuestro sitio web u otras plataformas.
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Subir al principio de la página