“Soy consciente de que gusto a muchas personas y de que no gusto a muchas otras. Y puedo vivir con ello”

Miss Raisa, rapera musulmana, feminista y antirracista

Imane Raissali dice que le encantan las conversaciones complicadas, aunque charlar con ella resulte muy, muy fácil. Transmite paz y buen rollo, incluso cuando surgen cuestiones delicadas o muy personales; nada que ver con la agresividad que la ha rodeado estos últimos años, amenazas en redes incluidas. Miss Raisa, como se la conoce en el mundo del rap, no busca la polémica, pero tampoco evita los temas difíciles, ni en sus canciones ni en las entrevistas. Quizá porque así ha sido siempre su vida. Sus temas hablan de racismo, religión, género o libertad de expresión, cuestiones que se abordan también en su autobiografía, publicada hace unos meses por Lunwerg bajo el título Porque me da la gana. Una vida contra los prejuicios.

Ser rapera, mujer y musulmana no parece una combinación precisamente fácil, aunque Raissali está más que acostumbrada a los desafíos. A los 8 años llegó a Barcelona desde Tánger con su madre y sus hermanos. Entonces experimentó por primera vez lo que era ser señalada por diferente. En el rap encontró una vía para sacar fuera todo lo que llevaba dentro. “Era una forma de expresarme, porque yo era una niña bastante tímida. Me gustaba mucho escribir, no solo canciones, también historias o poesía. Con el tiempo descubrí que era posible unir las letras con música, ritmos, melodías y hacer un producto musical”. Y así, casi sin darse cuenta, empezó a rapear. Lanzó sus primeras canciones en marzo de 2020, solo un par de días antes del confinamiento. Desde entonces ha sido cuestionada por casi todo: por dedicarse a un género tradicionalmente masculino siendo mujer; por llevar velo y por quitárselo; por ser demasiado musulmana y por ser demasiado española…

¿Qué te atrajo del rap?

Es un género auténtico, muy real. No lleva maquillaje. No hace falta tener una bonita voz ni cantar bien para poder hacer rap. La importancia aquí reside en el mensaje. Sin quitar méritos a otros géneros, porque realmente yo escucho todo tipo de música, el rap es el más directo. Va más de lo que dices que de cómo lo dices.

La imagen, al menos desde fuera, es que sigue siendo un mundo ‘de hombres’. ¿Hay mucho machismo en el rap?

Pienso que no más que en otros ámbitos de la vida. En realidad, es una comunidad bastante abierta y tolerante. Muchas veces los raperos vienen de clases sociales marginadas y grupos sociales discriminados. Ellos siempre han sido los ‘otros’, los no aceptados, y el recibir con los brazos abiertos a cualquiera les sale de manera natural. Siempre me he sentido bienvenida en el mundo del rap, no recuerdo ninguna mala experiencia dentro de esta comunidad. A lo mejor te encuentras con comentarios en internet que dicen que qué pinta una tía haciendo rap, pero los artistas siempre me han respetado y cuidado, y es algo que, la verdad, agradezco muchísimo.

En tus letras denuncias también el racismo y la islamofobia. ¿Crees que desde que llegaste a España ha disminuido la intolerancia?

No sé si ha disminuido o no, lo que sí puedo decir es que mi atención ya no está centrada en eso. Con el tiempo he acabado saliendo de ese bucle, porque acaba resultado cansino y te das cuenta de que no es algo personal. No va contigo, es simplemente la manera de ser y de hacer de algunas personas.  Además, te pueden discriminar por muchos, muchos motivos: por ser muy alto, por ser muy bajo, por ser rico, por ser pobre, por ser delgado, por ser gordo… A lo mejor también tendríamos que aprender a mirar las cosas desde otro punto de vista y no darle tanta bola a este tipo de cosas, porque estamos llegando a un punto en el que llamamos discriminación a cualquier cosa y consideramos que cualquier cosa es ofensiva. No puedes estar todo el tiempo ‘llorando’ porque no le gustas a alguien. Tienes que enfocarte en lo positivo, lo que te beneficia y te motiva para seguir disfrutando de la vida. Yo soy consciente de que gusto a muchas personas y de que no gusto a muchas otras. Y puedo vivir con ello.

¿Qué te llevó a escribir una autobiografía siendo tan joven?

Echar la mirada atrás, ver cuánto ha cambiado mi vida desde que llegué aquí y escribir sobre las cosas importantes que han cambiado mi rumbo y me han encaminado hacia la felicidad ha resultado bastante terapéutico. Me ha ayudado a ver lo que he hecho bien, porque machacarnos nos cuesta poco, pero reconocer nuestros pequeños éxitos nos cuesta bastante más. Mi intención con el libro no era, ni mucho menos, dar ninguna lección de vida, pero creo que mi historia puede conectar con la de muchas personas y puede dar ideas sobre cómo gestionar situaciones difíciles como la muerte de un ser querido, llegar a otro país y tener que aprender otro idioma o lidiar con una forma diferente de vestir o con lo que gente proyecta sobre ti. No hace falta que seas inmigrante o musulmana, todos nos hemos visto en situaciones de este tipo.

¿Cómo fue crecer siendo musulmana en un país occidental?

En el libro lo cuento, cuando era niña yo no tenía ninguna concepción sobre mí. Ni siquiera conocía la palabra ‘inmigrante’. Cuando me lo llamaron tuve que buscarla para saber lo que significaba. Son cosas que me han atravesado. A mí, pero probablemente también, en distintos grados, a cualquiera, porque, como decía antes, hay muchos tipos diferentes de discriminación. El problema es lo que la gente proyecta sobre ti: lo que cree que puedes o no hacer, lo que puedes o no lograr en la vida. Como yo era tan introvertida y tan insegura pensaba que no se me iba a dar bien nada. Todo me daba vergüenza y miedo. Siempre he vivido desde el miedo. Me costaba hasta hablar con otros o pedir un lápiz al compañero de al lado, imagínate tomar decisiones importantes como qué estudiar. Pero el reto más difícil para mí, y para cualquier niña que como yo llegue a otro país a una edad temprana, es construir tu identidad dentro de dos mundos distintos. Porque cada uno exige de ti algo diferente y muchas veces te obliga a elegir, cuando lo realmente bonito sería quedarte con ambos o con lo que te interesa de cada uno.  

¿Cómo de realista es la imagen que tenemos en España de las mujeres musulmanas?

Creo que habría que darles más espacio para que ellas mismas hablasen. Muchas veces lo que falta es eso: hablar menos y escuchar más, porque no sabemos de todo, y es normal.  Sería estupendo que reconociéramos más a menudo nuestra ignorancia. Tampoco podemos ver a las mujeres musulmanas como un todo, cada una es diferente. Ni yo ni ninguna actriz o cantante las representamos a todas. Yo misma no encajo en el canon de la mujer musulmana para muchos musulmanes, pero tampoco para muchos no musulmanes. Estoy un poco en el limbo: para algunos soy la musulmana guay y para otros una vergüenza.

Hace unos meses decidiste quitarte el velo y llegaste a recibir amenazas de muerte por ello. ¿Cómo fue tomar esa decisión?

Ha habido mucha confusión en torno a este tema. En junio del año pasado decidí defender al colectivo LGTBIQ+ porque me pareció que estaba recibiendo mucha violencia. Las amenazas que recibí fueron a raíz de eso, no por quitarme el velo, que es algo que hice poco después, aunque lo tenía decidido desde hacía meses. Fue una decisión por la he recibido bastante apoyo y respeto, aunque también ha habido un grupo de personas que me han felicitado por ser por fin una mujer libre, confundiendo la libertad con una forma de vestir o con una prenda. Creer que una mujer es más o menos libre en función de la cantidad de ropa que lleve resulta un poco confuso. En mi discurso y con mi manera de actuar siempre he intentado dejar claro que la libertad radica en las ideas, no en la ropa. Y luego por parte de la comunidad musulmana ha habido reacciones de todo tipo, pero han predominado las negativas, porque lo han visto como un acto de rebeldía contra ellos, y para nada es así. Yo llevaba ya tiempo sintiéndome reducida al velo. En lugar de ser un rasgo identitario se había convertido en algo que otros utilizaban para tirar de mí hacia un lado o hacia otro: para ponerse la etiqueta de progres, diciendo ‘mira qué diversos somos’, o para exigirme ciertas actitudes y comportamientos con los que no me sentía cómoda. La decisión de quitarme el velo ha sido una forma de conectar conmigo misma y dejar de estar en manos de otros. Yo soy Imane Raissali y soy buena persona por muchos motivos, no por llevar o no llevar velo.

También pusiste fin a un matrimonio concertado. ¿En qué momento decidiste rebelarte?

Fue poco a poco. Siempre he tenido ganas de ser mejor persona, ser mejor profesional y de tener recursos para ayudar, sobre todo, a mi madre, que se lo merece todo. Estar casada bajo esas normas y bajo ese estilo de vida no me permitía hacer lo que quería ni sentirme realizada. Tomé la decisión con pena y con miedo por no saber qué iba a pasar y cómo lo íbamos a gestionar. Pero él la respetó desde el primer momento y ahora tenemos una buena relación. Con el tiempo he aprendido a hacer las paces con todo el mundo, con mi exmarido, con la vida, con mi familia y conmigo misma.

Has recibido muchos insultos a través de redes, donde eres bastante activa. ¿Has pensado en dejarlas?

Claro que sí. En realidad, llevo meses sin estar a tope en redes. La gente piensa que por estar ahí tienes que opinar de todo. Lo que estoy haciendo ahora es comentar lo que me apetece, ser selectiva con lo digo y hacerlo cuando creo que lo tengo que decir es relevante. Hoy en día, para vivir de la música, y es algo que han confesado muchos otros artistas, tienes que tener presencia en redes sociales, porque parece que, si no estás ahí, no existes. Pero en este momento yo encuentro la felicidad en cosas sencillas, en casa, con mi marido y mi niña. Ahora mismo estoy embarazada y estamos muy contentos con la noticia. No me siento conectada con las redes y eso me hace sentir en paz, porque puedo ir al ritmo que mi cuerpo me pide y no al que marca internet.

¿Algún día imaginaste que llegarías hasta donde estás ahora?

Siempre he confiado en que las buenas personas, tarde o temprano, acaban encontrando la paz. No sé si es muy egocéntrico decirlo, pero yo me siento buena persona. Siempre he deprendido amor, pero antes no recibía de vuelta ese cariño. En este momento todo se ha alineado y estoy muy bien. No me considero una mujer muy exitosa profesionalmente, pero sí muy exitosa en mi vida personal, porque tengo un entorno pequeño, con pocos amigos, pero que me hace sentir feliz. Además, me encantan las conversaciones incómodas. Estar en desacuerdo con la gente me da mucha perspectiva y me enriquece.

Tu privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios con fines analíticos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación y para incorporar funcionalidades de redes sociales. Podrás cambiar de opinión y modificar tus opciones de consentimiento en cualquier momento al volver a esta web y accediendo a la página Política de Cookies.

Panel de gestión de cookies

✓ Permitir todas las cookies
✗ Denegar todas las cookies
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Usualmente están configuradas para responder a acciones hechas por usted para recibir servicios, tales como ajustar sus preferencias de privacidad, iniciar sesión en el sitio, o llenar formularios. Usted puede configurar su navegador para bloquear o alertar la presencia de estas cookies, pero algunas partes del sitio web no funcionarán. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Cookies técnicas

✓ Permitir
✗ Denegar
Las cookies estadísticas nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio.

Google Analytics

Ver sitio oficial
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Estas cookies pueden ser añadidas a nuestro sitio por nuestros socios de publicidad/medios sociales. No almacenan directamente información personal, sino que se basan en la identificación única de tu navegador y dispositivo de Internet para ofrecerle compartir contenido en los medios sociales o para mostrarte contenido o anuncios relevantes en nuestro sitio web u otras plataformas.
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Subir al principio de la página