Los bikinis más icónicos de la historia del cine
Las películas contribuyeron a popularizar una prenda que celebra su 75 aniversario
Esta semana se han cumplido 75 años del nacimiento del bikini. Su creador fue el ingeniero automovilístico Louis Réard, que en 1946 presentó en París un traje de baño femenino compuesto por un sujetador y una braguita ceñida. Lo bautizó con el nombre del atolón donde Estados Unidos había llevado a cabo pruebas nucleares unos días antes. Réard sabía que el lanzamiento resultaría una bomba, como efectivamente así fue. El revuelo fue tal que el bikini fue prohibido en varios países. En las playas españolas estuvo vetado durante bastantes años, hasta que tres ciudades (Santander, Benidorm y Marbella) consiguieron en los setenta saltarse la prohibición de la dictadura franquista.
En otros países se impuso bastante antes. La actriz Brigitte Bardot causó sensación al ser fotografiada usando un bikini en la playa durante el Festival de Cannes de 1953. Otras actrices como Rita Hayworth, Marilyn Monroe y Ava Gardner tampoco dudaron en lucirlo. A finales de la década, apareció en las portadas de Playboy y Sports Ilustrated, impulsando su popularidad. Pero también las películas contribuyeron de forma decisiva a normalizar su uso. La historia del cine está llena de bikinis famosos que han marcado época. Estos son algunos de ellos:
Úrsula Andress en ‘Dr. No’ (1962)
La actriz sueca causó un gran impacto cuando, en la primera película de James Bond, Dr. No, emergió de entre las olas del mar usando un bikini blanco. La propia actriz participó en su diseño junto a la responsable de vestuario de la película, Tessa Prendergast. La escena no solo hizo de Andress un sex symbol, también se ha convertido en el momento más recordado de las películas de 007 y en uno de los momentos más icónicos de la historia del cine. Y, por supuesto, disparó las ventas de trajes de baño de dos piezas.
Raquel Welch en ‘Hace un millón de años’ (1966)
A Úrsula Andress también le ofrecieron el papel protagonista de Hace un millón de años. Ella tuvo que rechazarlo porque tenía otros compromisos y finalmente acabó en manos de Raquel Welch. Una foto promocional de Welch con el famoso bikini de piel que llevaba en la película se convirtió en el cartel que anunciaba su estreno en cines y en uno de los posters más vendidos de la década. En realidad, la actriz llevó tres bikinis distintos en la película: se hicieron dos para una escena en el agua y otro para una escena de lucha.
Sue Lyon en ‘Lolita’ (1962)
Stanley Kubrick andaba como loco buscando una joven actriz para el papel de la adolescente que obsesiona al maduro Humbert Humbert cuando vio a una chica en bikini que aparecía como figurante en un programa de televisión y supo que había encontrado a su Lolita. Sue Lyon tenía 14 años cuando hizo la película. Poco después protagonizó también La noche de la iguana, pero nunca consiguió deshacerse de la imagen de ninfa sexual y su prometedora carrera decayó rápidamente.
Carrie Fisher en ‘El retorno del Jedi’ (1983)
La escena en la que la princesa Leia, capturada por Jabba el Hutt, es encadenada y obligada a ponerse un bikini dorado, convirtió a Carrie Fisher en un icono pop y en fantasía sexual de varias generaciones de nerds. La escena nunca acabó de convencer a la actriz, que ya durante el rodaje empezó a temer que su personaje acabara siendo recordado como una esclava sexual, en lugar de como la valiente guerrera que Leia era. Además, parece que el bikini de marras era incomodísimo de llevar.
Brigitte Bardot en ‘La chica del bikini’ (1952)
Corría el año 1952 cuando una jovencísima Brigitte Bardot se asomó por primera vez a la gran pantalla en la película La chica del bikini. La película causó un buen revuelo, alimentado por la sesión de fotos que llevó a cabo Bardot posando con un dos piezas en el Festival de Cannes, la mejor campaña de marketing que la película podía haber tenido.
Halle Berry en 'Muere otro día' (2002)
Cuarenta años después de que Úrsula Andress luciera su bikini blanco, Halle Berry la homenajeó en la vigésima película de la saga James Bond, Muere otro día, aunque esta vez con un diseño naranja.
Brooke Shields en ‘El lago azul’ (1980)
Gracias a su papel en este filme, Brooke Shields enamoró a toda una generación, pero también ganó el Razzie a la peor actriz del año. La crítica vapuleó la película, muy cuestionada también por incluir desnudos de una menor (Shields tenía solo 15 años cuando la grabó). Para resolverlo se usaron dobles en las escenas de desnudo y la actriz llevó pegado el pelo al pecho durante buena parte del metraje.
Rachel McAdams en ‘El diario de Noa’ (2004)
El magnífico vestuario de El diario de Noa fue diseñado por Karyn Wagner, responsable también del vestuario de La milla verde, The Majestic o The Salton Sea. En una de sus escenas, Rachel McAdams lleva el típico bikini de los años cuarenta, con braga tipo pantalón, para un día de playa con Ryan Gosling.
Salma Hayek en ‘Abierto hasta el amanecer’ (1996)
Su famoso baile en la película de Tarantino, uno de los más sensuales de la historia del cine, convirtió a la mexicana en estrella y mito erótico de los noventa. Salma Hayek acababa de aterrizar en Hollywood (un año antes había hecho Desperado) cuando dio vida a Satánico Pandemónium, una vampiresa sedienta de sangre humana capaz de seducir a cualquier con la única ayuda de un bikini y una serpiente.
