‘Señoras que se empotraron hace mucho’: mujeres ilustres que no eran amigas, sino amantes
El famoso hilo de Twitter de Cristina Domenech se convierte en libro

¿Sabías que una de las pintoras más famosas del siglo XIX tuvo que pedir un permiso especial para poder ir con pantalones al campo cuando trabajaba bocetando animales? ¿O que una de las mayores estrellas mediáticas del siglo XX ayudó a ganar una guerra con su ropa interior? ¿O que en el siglo XVII una cantante de ópera se metió en tantos líos que el rey de Francia tuvo que perdonarle la vida... dos veces? Esas mujeres existieron: mujeres que se revelaron contra las imposiciones y los cánones de la época y, además, osaron mantener relaciones románticas o sexuales con otras mujeres. Sus historias, olvidadas y silenciadas por la historia, han sido rescatadas por Cristina Domenech, investigadora y doctoranda en literatura histórica desde una perspectiva queer.
Todo empezó el año pasado con un hilo de Twitter. Domenech, que llevaba años investigando como hobby la vida de mujeres lesbianas y bisexuales, decidió compartir en redes la de Marianne Woods y Jane Pirie. “Hoy os voy a contar la historia de las dos señoras que se empotraron y luego no se sabía si eran lesbianas porque se regalaron una biblia”, empezaba diciendo.
La repercusión que obtuvo sorprendió a todo el mundo. Sobre todo, a ella. “Ni siquiera lo escribí con la intención de que se convirtiese en algo divulgativo”, asegura. En pocos días, la cuenta de Cristina Domenech pasó de 200 a más de 10.000 seguidores. Ella se puso tan nerviosa que lo primero que se le ocurrió fue cerrarla. “Una vez que me calmé, me di cuenta que era una plataforma que no podía desperdiciar. Tenía una oportunidad para contar la historia de estas mujeres”.
Bueno, amijos, como lo prometido es deuda, pues hoy os voy a contar la historia de las dos señoras que se empotraron y luego no se sabía si eran lesbianas porque se regalaron una biblia. Hilo: — Cristina Domenech (@firecrackerx) March 7, 2018
Ese hilo de Twitter se ha convertido ahora en el libro Señoras que se empotraron hace mucho, publicado por Plan B, que narra la vida pública y privada de diecinueve de esas destacadas mujeres que desde el siglo XVII y hasta el XX vivieron de manera más o menos libre su sexualidad. Mademoiselle de Maupin, Charlotte Charke, Anne Lister, Sylvia Drake, Josephine Baker o Rosa Bonheur son algunas de ellas. “En mi mente hay tres grandes categorías”, explica. “Están las mujeres que son famosas y que se sabe que fueron queer, que son muy pocas. En este grupo estaría, por ejemplo, Virginia Woolf. Después hay mujeres que son muy conocidas pero de cuyos romances con mujeres no se sabe mucho, como es el caso de Josephine Baker. Y, por último, están las mujeres de las que, por una razón o por otra, su vida no terminó de trascender. Por ejemplo, Anne Lister, de la que hasta hace poco no se sabía nada”.
La autora explica que el proceso de documentación no ha resultado precisamente fácil. En primer lugar, porque “durante mucho tiempo se ha considerado que era un tema que no era apto para el público general”. Pero, además, porque “la homosexualidad femenina, a diferencia de la masculina, nunca ha estado criminalizada y no existen muchos archivos de juicios, ni papeles legales en los que apoyarse”. Por supuesto, en los colegios e institutos no se estudia a casi ninguna de ellas, aunque méritos no les falten. “Uno de los ejemplos más claros es Rosa Bonheur, que en su época fue una de las pintoras más famosas que existían, incluso por encima de muchos hombres. Alcanzó fama internacional, exponía en todos los museos,... Pero hoy en día, salvo que estudies Historia del Arte, no sabrás nada de ella, y es increíble”.