Anne Hathaway tenía 32 años cuando se quejaba de que estaba empezando a perder papeles en favor de actrices que rondan los 20. “Yo misma me he beneficiado de ello”, reconocía. “Cuando tenía veintipocos conseguía papeles escritos para mujeres de 50. Ahora tengo treintaipocos y pienso: ¿Por qué esa chica de 24 ha conseguido ese papel? Yo tuve 24 y ahora no me puedo quejar, así son las cosas”, admitía con resignación la actriz, que ahora tiene 36 años. “Hay tres edades en la vida de una actriz de Hollywood: el bombón, el fiscal del distrito y paseando a miss Daisy”, decía el personaje de Goldie Hawn en El club de las primeras esposas, una frase que describe bien lo que supone para una mujer cumplir años en la meca del cine. Casos como el de Meryl Streep han sido siempre la honrosa excepción en una industria acostumbrada a olvidar a sus estrellas más brillantes cuando se adentraban en la treintena. A sus estrellas femeninas, se entiende. La norma siguen siendo los cincuentones emparejados en pantalla con chicas que podrían ser sus hijas o que, como Keanu Reeves o Liam Neeson, disfrutan de una segunda juventud reconvertidos en estrellas de acción, mientras sus compañeras de quinta pasan a discreto un segundo plano o directamente desaparecen. “Es un cliché, pero los hombres ganan en dignidad a medida que envejecen mientras que las mujeres se desvanecen”, se lamentaba hace unos años Kristin Scott Thomas en una entrevista en la que reconocía haberse planteado la cirugía plástica. “Cuando llegas a mi edad, pasas a los papeles secundarios, hay una joven de veintitantos o treintaipocos en el papel principal y a ti te ponen junto a ella”. Como Hathaway, también la protagonista de El paciente inglés parecía resignada a que así funcionan las cosas y nunca van a cambiar. Y, sin embargo, cada vez hay más casos de actrices que, superado el medio siglo de vida se niegan a hacer mutis por el foro. Si esto es el principio de un cambio, solo el tiempo lo dirá.

Jennifer López
A los 50 recién cumplidos, está sin duda en su mejor momento profesional: este verano llenó estadios con su gira mundial, suena como candidata a los Oscar por su interpretación de una stripper en Hustlers, ha vuelto a romper internet desfilando de nuevo con el icónico vestido verde de Versace que llevó a los Grammy hace casi veinte años y hace unos días se anunció que actuará en el descanso de la próxima Super Bowl junto a Shakira.

Jennifer Aniston
Quince años después del final de Friends, la serie que la convirtió en estrella, Aniston vuelve a televisión con The morning show, una serie de Apple TV+ que produce y protagoniza junto a Reese Witherspoon. En ella interpreta a una presentadora con una vida complicada que se complica aún más cuando su copresentador es despedido acusado de acoso sexual. Quizá sea el papel con el que Jennifer Aniston consiga al fin superar a Rachel Green, pronostica The New York Times en un interesante perfil sobre la actriz que publicó hace un par de semanas. “Estoy entrando en lo que creo que es uno de los periodos más creativamente gratificantes de mi vida. Llevo treinta años haciendo esto y creo que estoy a punto de florecer”, asegura ella.

Nicole Kidman
Puede que una de las razones del cambio sea que cada vez son más las actrices que se animan a producir, dirigir o escribir los guiones de sus propias historias. Es el caso de Nicole Kidman, que gracias a Big Little Lies, la serie que produce y protagoniza también junto a Reese Witherspoon, vive un momento dulce. Tienen 52 años y no para de trabajar: el año pasado estrenó tres películas, este año presentará dos y tiene varios proyectos de cara al año que viene.

Patricia Arquette
Su caso es paradójico: ha pasado de apariciones breves en series o películas a, con los años, protagonizarlas o al menos tener un papel de peso en ellas. También se ha ganado el reconocimiento de la industria. A los 46 ganó el Oscar por Boyhood y hace unos días se alzó con el Emmy a la mejor actriz de reparto en una miniserie gracias su participación en The Act.

Allison Janney
También la veterana Allison Janney parece estar viviendo un renacimiento profesional. La ganadora de un Oscar en 2018 por su trabajo en Yo, Tonya está metida en seis proyectos cinematográficos que verán la luz en 2020, además de continuar con la serie Mom.

Viola Davis
También Viola Davis está en un punto parecido. Fue reconocida por la Academia en 2017 por Fences, disfruta del éxito de la serie Cómo defender a un asesino y en últimos años ha participado en decenas de films.

Robin Wright
Es en el plano televisivo es donde muchas de las actrices que ya han cumplido los 50 parecen haber encontrado su sitio. Es el caso de Robin Wright, que llevaba robándole a Kevin Spacey el protagonismo en House of cards desde antes incluso de que este fuera despedido. En la pasada edición de los Emmy recibió su sexta nominación por ese papel.

Julia Louis-Dreyfus
Puede que el éxito de Fleabag en esos premios haya quitado algo de lustre a la despedida de Veep, pero esto no resta valor a lo conseguido por Louis-Dreyfus. A sus 58 años, no solo se ha convertido en la actriz cómica más premiada de la historia de la televisión, sino que también ha abierto nuevas posibilidades para las mujeres en este ámbito. Que la revista Time la situara hace unos meses en la portada del número que hablaba sobre las quince personalidades que han cambiado el mundo de la comedia no es casualidad.