La estrategia de Disney en estos últimos años no se ha caracterizado precisamente por su audacia y originalidad. De un tiempo a esta parte, la factoría parece haber asumido que el negocio estaba en alargar la vida útil de sus éxitos con segundas, terceras o cuartas entregas y, sobre todo, en las nuevas versiones de sus clásicos. Eso sí, en clave live action, o lo que es lo mismo, con actores de carne y hueso y animación por CGI.
Solo este año se han estrenado los remakes de Dumbo y Aladdin, ambos con buena acogida por parte del público (Aladdin es ya la tercera película más taquillera del año), y la semana que viene llegará a las pantallas la adaptación de El rey león que ha dirigido Jon Favreau y que, en la versión en inglés, cuenta con las voces de Donald Glover y Beyoncé. El resultado parece no haber convencido del todo a algunos incondicionales de la película original, que tras ver las primeras imágenes se quejan de que Beyoncé suena tanto a Beyoncé que te saca de la historia.
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Política de cookiesVer en youtube.comEstos días se ha lanzado también el primer tráiler del live action de Mulán, que no se estrenará hasta marzo del año que viene. Por esas fechas podremos ver también La sirenita. La semana pasada Disney anunció que la joven Halle Bailey será la encargada de interpretar a Ariel. La elección de una actriz negra para dar vida a un personaje tradicionalmente blanco también ha generado bastante ruido en redes sociales.
La fórmula del remake no es exclusiva de Disney ni nueva para el estudio, pero nunca se había servido tanto de ella. En 1996 se estrenó 101 dálmatas, con Glenn Close como Cruella de Vil, y cuatro años después llegó la secuela. Ninguna fue un éxito de taquilla. Una década más tarde, en 2010, Disney decidió confiar en Tim Burton para llevar Alicia en el país de las maravillas a la acción real y entonces la jugada sí le salió redonda. La cinta recaudó más de 1.000 millones de dólares, dando a la más compañía buenos motivos para seguir con la estrategia. La era del reciclaje de los clásicos Disney no había hecho más que empezar. Desde 2014 nos llegó uno por año: primero Maléfica, basado en un personaje de La bella durmiente, y luego La cenicienta, El libro de la selva y La bella y la bestia.
De cara a futuro, la empresa planea llevar una decena de títulos más de nuevo a la pantalla. Proyectos como Blancanieves (sí, otra vez),La dama y el vagabundo, la segunda parte de Maléfica o Cruella de Vil están más avanzados, tienen fecha de estreno prevista y se ha elegido a al menos a parte del elenco. Para ver las versiones de carne y hueso de Pinocho, Lilo & Stitch, El jorobado de Notre Dame, Peter pan o Hércules habrá que esperar algo más.
