“Quería retratar a las mujeres de la ciudad. Alegres y libres”
Hablamos con Mercedes DeBellard, la ilustradora responsable de los populares carteles de San Isidro 2018
Puede que el nombre Mercedes DeBellard (Madrid, 1986) no os suene a muchos, pero es probable que la mayoría hayáis visto su última obra: los carteles de San Isidro 2018. Al menos los madrileños, aunque gracias a las redes sociales han trascendido también las fronteras de la ciudad. Las ilustraciones comparten con trabajos anteriores de DeBellard características como la estética hiperrealista, cierto espíritu pop y mucho colorido. Su talento ya ha sido reconocido por medios como The Sunday Times, The Telegraph, Warner Bros o Cinemania, que han utilizado sus ilustraciones. También algunas marcas, aunque ahí dice ser más selectiva. “Es cierto que trabajo y he trabajado para empresas de las que no me siento especialmente orgullosa, pero hay cosas que no puedo pasar por alto y he tenido que rechazar educadamente a algunas”.
¿Cómo empezaste en el mundo de la ilustración?
Hace aproximadamente cinco años. Los primeros fueron muy intensos. Trabajé como camarera mucho tiempo antes de poder dedicarme por completo a esto. Durante día estaba en el restaurante y de noche dibujaba en casa. Recuerdo esa etapa con cariño, tenía muchísima energía e ilusión y no me desanimaba por nada.
¿Cómo definirías tu estilo?
Pues no sé si tengo un estilo propio. Pienso que no, me gusta ir probando cosas nuevas. Lo que más hago son retratos, aunque me gusta dibujar todo tipo de cosas.
Tu propuesta es que San Isidro sea una fiesta feminista y libre de maltrato animal. ¿Cómo la has plasmado en los carteles?
Quería retratar a las mujeres de la ciudad, dedicarles a ellas la cartelería de las fiestas. Pero de forma que fuesen ellas mismas, que no pareciesen actuando ni aparentando nada. Simplemente alegres y libres. En cuanto al maltrato animal, por tradición estas fiestas siempre se han asociado al mundo de la tauromaquia. Mi intención era representarlas con risas, flores y aves. Con mucha vida. La tauromaquia es lo contrario: dolor, maltrato y muerte.
¿Cómo surgió esta colaboración con el Ayuntamiento de Madrid? ¿Te dejaron libertad para trabajar?
El director de arte me encontró en una plataforma de creativos, me escribió y me dijo que le gustaba mi trabajo y que si me apetecía dibujar la campaña de San Isidro. Obviamente dije que sí. Imaginaba que serían retratos, porque es lo que más tiene mi portfolio. Lo demás vino según fuimos hilando el proyecto. Había unas pautas, pero tuve mucha libertad para desarrollar las imágenes.
¿Te parece que las instituciones y organismo públicos arriesgan cada vez más con la creatividad?
Sí, y Madrid es un bonito ejemplo de ello.
¿Qué te parece el movimiento actual de ilustradoras que promueven el feminismo con su trabajo?
Hay que aprovechar cualquier medio para reivindicar. Sobre todo si puede tener visibilidad. En este caso yo he sentido la responsabilidad de hacer algo positivo en relación a la mujer.
¿Te han propuesta hacer más cosas en esta línea?
Todavía no, pero espero que así sea.
