La historia detrás de los ‘long sellers’ del perfume: 7 fragancias clásicas que no pasan de moda
Por mucho que pasen los años, siempre están entre las más vendidas
También en el mundo de la perfumería las tendencias van y vienen. Pero, más allá de modas, algunas fragancias consiguen superar el examen del tiempo. Son aromas que se transmiten de generación en generación y décadas después de su lanzamiento, siguen arrasando en ventas. Perfumes elegantes y atemporales capaces de evocar recuerdos y despertar emociones. Es el poder de los aromas; no en vano, el olfato está considerado el más poderoso de los sentidos y el más vinculado con los sentimientos y la memoria.
Chanel Nº 5
No se puede hablar de perfumes clásicos sin mencionar a Chanel Nº 5. Este icónico aroma, creado por el legendario perfumista Ernest Beaux en 1921, lleva desde entones cautivando a mujeres de todo el mundo. A Beaux se lo encargó la mismísima Coco Chanel. Su petición, que crease un perfume de mujer que “huela a mujer”. Marilyn Monroe contribuyó a hacer de él un icono al desvelar que para dormir se vestía solo “con unas gotas” de Chanel Nº5. Era también el favorito de la reina Isabel II y el de muchas estrellas de Hollywood. Con notas de bergamota, rosa, jazmín e ylang-ylang, personifica la sofisticación y el lujo. En 1959 se convirtió en el primer perfume en formar parte de la colección permanente de un museo, el MoMA de Nueva York.
J'adore de Dior
Otra de las fragancias más vendidas de la historia. Lanzada en 1999 por la maison Dior, J'adore se presenta como una celebración de la feminidad y la belleza. Gracias a su distintiva combinación de notas florales como la rosa, el jazmín o el lirio de los valles, consigue capturar la esencia del glamour parisino. La actriz Charlize Theron lleva años siendo imagen de este perfume. Para la creación de su mítico frasco dorado, el diseñador de joyas Hervé van der Straeten se inspiró en las curvas del cuerpo femenino y en los collares padaung, esa sucesión de anillos metálicos, uno detrás de otro, que usan las mujeres de este pueblo birmano para crear la impresión de haber alargado su cuello y que John Galliano recuperó en sus colecciones.
Colonia de Acqua di Parma
Originaria de Italia, Acqua di Parma ha sido un símbolo de elegancia desde su creación en 1916. El responsable fue el barón Carlo Magnani, que decidió crear un perfume para su uso personal que acabó haciéndose muy popular entre su círculo de amigos y la aristocracia italiana. Se convirtió en un boom internacional cuando fue descubierto por las estrellas del Hollywood en los cincuenta. En aquella época, los actores solían aprovechar sus viajes a Italia para rodar con los grandes directores del país para comprar trajes en sus famosas sastrerías. Estos establecimientos tenían por costumbre rociar las prendas con la Colonia de Aqua di Parma. Los actores se engancharon al aroma y empezaron a llevarse frascos y más frascos en sus viajes de vuelta a Estados Unidos. El perfume combina aromas de limón, naranja y bergamota con toques de lavanda, romero y rosa. En la actualidad lo usan tanto hombres como mujeres.
Eau de Rochas
Lanzada por primera vez en 1970 por la casa de moda Rochas y creada por el perfumista Nicolas Mamounas, rápidamente se convirtió en un éxito gracias a su frescura y elegancia. Combina aromas cítricos y herbales con notas de limón, mandarina, mirra o pachuli, entre otras. A lo largo de los años su popularidad se ha mantenido intacta. Sus muchos y leales seguidores hacen que siempre estén entre los best sellers de nuestro país.
Shalimar de Guerlain
Fue uno de los primeros perfumes orientales en triunfar en Occidente. Desde su lanzamiento en 1925, Shalimar ha cautivado a mujeres de todo el mundo. Mezcla de manera exótica vainilla, bergamota, cítricos y lirio. Su creador fue Jacques Guerlain, tercera generación de perfumistas de la familia y autor de muchos de los clásicos de la maison. En este caso se inspiró en la historia de amor entre el emperador de la India Sha Jahan y la princesa Mantas Mahal, para quien hizo construir el Taj Mahal y los famosos jardines de Shalimar. Su emblemático frasco, diseñado por Raymond Guerlain (hijo de Jacques), ganó el primer premio en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1925.
Eternity de Calvin Klein
Introducido en 1988, se ha convertido en un clásico moderno que ha resistido el paso del tiempo. Ideado por la perfumista Sophia Grojsman, mezcla aromas frescos y florales con notas de mandarina, fresia, violeta y sándalo. Se ha convertido en la fragancia favorita de muchos hombres y mujeres que buscan un olor fresco y versátil. Además de su distintivo aroma, Eternity también es reconocible por su minimalista frasco, diseñado por Pierre Dinand y muy en línea con la estética de la marca Calvin Klein.
Flower by Kenzo
Su distintivo frasco y su aroma inolvidable han convertido a Flower en un clásico de la industria. Lleva, además, firma española: fue creado en el año 2000 por el perfumista español Alberto Morillas. Flower by Kenzo cuenta con notas de almizcles blancos y vainilla, bayas rosas y rosa búlgara. Su preciosa botella alargada con una amapola roja es obra del arquitecto Serge Mansau. En las últimas dos décadas ha sido reconocido con numerosos premios.