10 playas ‘secretas’ que merece la pena descubrir
En la costa española siguen quedando rincones poco explotados turísticamente
Sin duda, no están tan de moda como las playas más famosas de nuestra costa, pero también tienen su encanto. Si este verano quieres huir del bullicio y la masificación, te proponemos estas diez calas y playas en las que se respira tranquilidad.
Playa des Coll Baix (Mallorca)
Las Islas Baleares están llenas de preciosos arenales de difícil acceso y, por lo tanto, menos concurridos. Es el caso de la playa des Coll Braix. De arena blanca y agua turquesa, se sitúa al norte Mallorca, a 7 kilómetros de Alcúdia, en medio del monte y entre altos acantilados de piedra. Es una playa virgen, por lo que no cuenta con servicios alrededor.
Playa Melide (Pontevedra)
La de Melide es una de las playas más bonitas de la costa gallega y también de las menos frecuentadas. En un entorno idílico, se encuentra en Cangas, en el espacio natural de Cabo Home, y para llegar hay que bordear la Ría de Vigo. Esta playa de arena fina y agua cristalina tiene 250 metros de largo y 40 de ancho.
Cala Chicré (Almería)
Está cerca del municipio de San José, en el Parque Natural Cabo de Gata. Para acceder a esta cala hay que caminar desde la contigua Cala Carbón. Se trata de un entorno rocoso y muy tranquilo donde darse un buen chapuzón. Es pequeña, no suele estar muy llena de gente y la mayoría de sus bañistas son nudistas. Tampoco cuenta con ningún servicio, por lo que es recomendable llevar agua y algo de comida.
Playa del Torres (Alicante)
En Alicante, en la localidad de Villajoyosa, encontramos esta playa de grava de más de 500 metros de largo y 10 de ancho. Los surfistas frecuentan sus aguas cuando el tiempo lo permite. Al ser semiurbana, cuenta con muchos servicios, como duchas, chiringuito, alquiler de motos acuáticas, etcétera. La arboleda de eucaliptos y olivos que la rodean es otro plus.
Playa de Langre (Cantabria)
Una de las playas más espectaculares de la costa cántabra, cercada por unos majestuosos acantilados llenos de vegetación y con más de 1.200 metros de longitud. Aunque recibe muchos visitantes en verano, no es de las más masificadas de Cantabria. Cuenta con todo tipo de servicios y es perfecta para practicar deportes acuáticos como el surf o el snorkel.
Playas de Calblanque (Murcia)
A lo largo de la costa del Parque Regional de Calblanque, en Murcia, encontramos una serie de playas y pequeñas calas que se caracterizan por sus arenas doradas y su estado casi virgen. Están rodeadas de zonas montañosas y dunas, y su acceso es un poco complicado. Al ser un espacio protegido, está limitado para los vehículos privados. No obstante, hay aparcamientos gratuitos cerca y se puede llegar andando.
Cala Escorxada (Menorca)
En la zona sur de Menorca se localiza esta maravillosa cala de aguas turquesas y arena blanca. Está alejada de cualquier núcleo urbano y no tiene servicios cerca. Para llegar hay que andar unos 45 minutos desde el aparcamiento más cercano, el de Cala Mitjana, pero su belleza el esfuerzo.
Playa de Cañillos (Cádiz)
También conocida como la Playa de El Botero, se encuentra entre Barbate y Zahara de los Atunes. Sus más de 5.000 metros de playa virgen están rodeados por naturaleza salvaje. Su arena es fina y dorada. El acceso es sencillo y cuenta con aparcamiento, pero no hay otros equipamientos ni servicios.
Playa de la Ballota (Llanes)
En esta preciosa playa asturiana, ubicada en Llanes, está permitida tanto la pesca submarinista como el baño, pero no suele estar muy masificada de turistas. Tiene forma de concha y una extensión de 350 metros de largo. Frente a ella se sitúa el islote Castro Ballota, hogar de aves como la gaviota patiamarilla y el paíño europeo.
Cala Fonda (Tarragona)
Se la conoce como ‘el Waikiki de la Costa Dorada’, por su parecido con las playas de Hawái. Esta cala virgen, situada a unos 5 kilómetros de Tarragona, es de difícil acceso y no tiene ningún servicio, pero en ella puede practicarse el nudismo. Es un paraíso de arena fina y aguas cristalinas, con solo 200 metros de longitud y flanqueado por bosques y acantilados.