Este vino y este bolso ayudan a la investigación contra el cáncer de ovario
La historia de Marisol Rubio ha inspirado a su hija a aportar su granito de arena en la lucha contra la enfermedad que se llevó a su madre
Piedad Garrido es la directora general de Marisol Rubio, una bodega bautizada con el nombre de su madre, fallecida hace unos años a consecuencia de un cáncer de ovario de origen indeterminado que le detectaron demasiado tarde. “La pusimos en manos de los mejores médicos, pero el tumor era tan desconocido y se expandió tan rápido que nada se pudo hacer”, explica. Marisol tenía entonces 61 años. “Su salud hasta entonces había sido encomiable. Era una persona vital, bondadosa hasta el límite y el alma de la familia. Una madraza. Solo cuando experimentas una vivencia de este tipo te das cuentas de lo importante que es la investigación y de que el cáncer nos puede tocar a cualquiera”.
En honor a ella, Piedad y su hermano Jorge crearon la marca Bodegas Marisol Rubio. Ambos forman parte de la quinta generación de una familia de agricultores. Su finca está en el paraje de La Rizosa, situado entre las provincias de Cuenca y Toledo (forma parte de esta última), y está ocupada principalmente por viñedos. Cultivan distintas variedades: Airen, Tempranillo y, curiosamente, Pedro Ximénez. De hecho, se precia de ser la única bodega que elabora vinos secos de esta variedad, tradicionalmente vinculada a Córdoba y el sur de España, en el centro de la península.
Tiempo después de la muerte de su madre, Garrido coincidió en un evento con un investigador de la Clínica Universidad de Navarra que trabaja en un proyecto de búsqueda de marcadores de predicción para una temprana detección del cáncer de ovario. Porque casos como el de su madre no son, por desgracia, insólitos. El cáncer de ovario es difícil de diagnosticar precozmente, lo que explica su elevada mortalidad. De hecho, a la mayoría de las pacientes (70-80%, según datos de la SEOM) se les diagnostica en una etapa avanzada. Habitualmente las fases iniciales del cáncer de ovario suelen cursar sin síntomas o con síntomas leves, por lo que es frecuente que sean ignorados o confundidos con procesos benignos como dispepsia o gases. “En el caso de mi madre jamás le vieron nada en ninguna revisión. Ella comenzó a notar dolor abdominal y fue al médico, pero le decían que no tenía nada. Ella, que jamás se había quejado de ninguna dolencia, sabía que algo no iba bien”. Cuando finalmente detectaron el tumor, ya estaba extendido. Falleció tres meses después.
Garrido decidió que haber conocido a este investigador no era una simple coincidencia (“soy de las que piensan que las casualidades no existen, sino que todo pasa por algo”, asegura) y que debía poner su granito de arena para sacar adelante el proyecto. Para ayudar a su financiación, ha decidido ofrecer el fruto de su trabajo: el vino más premiado de su bodega, vestido para la ocasión por un bolso muy especial.
El vino es un Pedro Ximénez vinificado en seco, con fermentación en hormigón subterráneo y envejecimiento en barrica, reconocido en distintos certámenes internacionales (90 puntos Parker, medalla plata Decanter, doble medalla de oro Gibert & Gaillard). El bolso, por su parte, ha sido creado por Maison Mesa, la firma que el diseñador Juan Carlos Mesa puso en marcha en 2017, tras trabajar para algunas de las empresas más grandes de la industria (Delpozo, Blanco, Cortefiel o Agatha Ruiz de la Prada). Él ha creado un diseño de líneas sinuosas, con asa circulares, realizado a mano en piel 100% vacuno siguiendo las técnicas tradicionales de la marroquinería.
El pack de vino+bolso tiene un precio de 200 euros y se puede adquirir a través de la web de la bodega. Todos sus beneficios irán destinados al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Clínica Universidad de Navarra.
